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Hay más de 7.000 personas encargadas de la logística de los eventos que cuentan con la ayuda de la Policía Metropolitana de Barranquilla y las secretarías de Gobierno, Transito, Salud y Seguridad vial, así como del Goes de la ciudad. Retos y curiosidades desde la Producción General.

Por Manuela Móseres y María José Pereira

La fiesta más folclórica e importante del Caribe está próxima al cierre y apenas unos pocos –algunos hasta disgustados- recuerdan a las personas de logística, reunidos en torno a 911 y GLP –empresas de alcance nacional-, y M7 y OL, de origen local. El día en que muera Joselito, todos ellos completarán tres intensos meses de planes trabajo.

Como lo explica uno de los jefes, cada evento se maneja de manera diferente y el personal varía en número. Para tarima, los logísticos son alrededor de 150 a 200 y en el caso de los desfiles, la cifra sube a 400 o 500. Y aunque generalmente asumen su responsabilidad de manera separada, en ocasiones van dos o más juntos, como ocurrió con ‘Baila a la calle’, una cita que se repitió durante tres días en la noche y hasta el amanecer, y que se realizó a lo largo de la carrera 50 con la vía 40 y con cierre de calles aledañas. ¿La razón de la necesidad de logística de M7 y OL? Miles de personas ingresaron al recinto callejero a cielo abierto, engalanado con ventas ambulantes, expertos en letanías (actividad destacada en 2018), picoteros, bailadores profesionales y amateurs y una energía musical desbordante. Son las 10 p.m. del domingo y el recinto se declara con cupo total. Máxima alerta para los miembros de la logística que, de todas maneras, pasan noches y amanecen haciendo posible que siga su curso del Carnaval.

Un integrante de una de las compañías explica la lógica de funcionamiento: las áreas son montaje, cerramiento, señalización, ingresos y camerinos.

Espectáculos

Los artistas que se presentan en el carnaval son escogidos por un comité que arma la programación desde octubre y que la va ajustando a medida que se confirman los eventos.

Solo un problema de fuerza mayor podría hacer que uno de los espectáculos se cancelara. Como lo explica la Productora General del Carnaval de Barranquilla, Luz Adriana Flórez, “Por ahora nunca nos han cancelado un espectáculo; los artistas siempre procuran dar sus mejores shows pues somos una tarima muy querida por ellos”.

Durante el carnaval, la Vía 40 se transforma en el ‘Cumbiódromio’. Es allí en donde locales y visitantes se contagian de la magia de la tradición del Carnaval, en los famosos desfiles de Batalla de Flores, Gran Parada de Comparsas y Gran Parada de Fantasía. La transformación del epicentro de los desfiles requiere de más de 300 personas para su montaje y empieza con dos semanas de anticipación. Según Carnaval S.A, se arman 32 palcos y 80 mini palcos, 25.000 personas lograran disfrutar de los desfiles desde las gradas.

Los espacios que se utilizan para el Carnaval son escogidos por su seguridad y su facilidad de acceso, además de que tienen que cumplir con las estipulaciones de aforo, explica Luz Adriana. Normalmente se utilizan los mismos espacios pero a veces situaciones extraordinarias obligan a los organizadores a cambiar el lugar, como ocurrió este año con la coronación de la Reina del Carnaval de Barranquilla que tuvo que moverse de lugar debido a que el partido del Junior por Copa Libertadores se tenía que realizar en el estadio Roberto Meléndez. Cosas del fútbol y otra alegría barranquillera.

La forma de hacer logística está muy ligada al lugar en donde se realiza el evento y, según cuenta la Productora, “todos los años se realizan ajustes, sobre todo desde que estamos sin escenarios por remodelación de los Juegos Centroamericanos y del Caribe”. El carnaval entonces pasa a la calle. Además la creciente popularidad de estas fiestas folclóricas significa que cada año asisten más personas, lo que obliga a los organizadores a planear detalladamente un evento exigente que tanto orgullo le trae a la ciudad.

Otros requisitos… y más colaboración

Y en esto del mundo de la organización también hay otras exigencias. Las musicales: que los equipos de sonido a usar cumplan con referencias específicas, lo que obliga a cada proveedor  que resulte elegido a presentar una propuesta que garantice calidad de sonido. O requisitos como el del Pico y Placa de fin de semana, que obligó a muchos a guardar su carro en horario de las 6 p.m. y hasta el amanecer del otro día: un horario verdaderamente barranquillero, con sello carnavalero.

Al final de cuentas, en Barranquilla, por encima de todo y gracias a todos sus habitantes del área Metropolitana, el que lo vive y colabora, es el que lo goza.

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