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El estadio Sierra Nevada de Santa Marta vuelve a ser el epicentro de violencia y vandalismo por parte de los supuestos ‘Hinchas’ que llegan a alentar a su equipo.

Nuevamente la historia se ha repetido, como tal pasó el 15 de febrero en la jornada séptima en el mismo escenario, en esa ocasión el Unión Magdalena enfrentaba a Atlético Bucaramanga. 

Tras esos escenarios de violencia, se tomaron medidas dentro del estadio del ciclón bananero para que esto no volviera a ocurrir, sin embargo 10 jornadas más tarde vuelve y sucede lo mismo. 

Una lastima que esta historia siga y siga pasando, debido a que en el pasado también se desataron enfrentamientos de otras hinchadas en diferentes escenarios, como el Pascual Guerrero, Nemesio Camacho El Campín y hasta el mismo Atanacio Girardot.

¿Qué se está haciendo al respecto?

Las sanciones disciplinarias y multas económicas impuesta a los equipos parece no arreglar el problema, aquí es donde entra el tema de la logística en seguridad, el cual parece ser el problema, tantos policías y agentes de seguridad no parece ser la solución, sino el cómo están distribuidos estratégicamente en cada uno de los sectores del estadio.

Siguiendo ese mismo orden, es una incógnita saber porque aún se siguen jugando compromisos en estadios que no tienen garantías de seguridad. Que un acto de esto ocurra por segunda vez en el mismo escenario hace entender de que se hacen las cosas mal en la institución samaria.

Un equipo histórico de la costa caribe colombiana que no está pasando por su mejor momento, no solo futbolísticamente sino también económicamente, y es algo que la ‘hinchada’ evidentemente está haciendo notar, y de alguna forma evidencia que el esfuerzo de la institución no es el suficiente para poder controlar esta situación.

Hasta cuando se van a presentar este tipo de comportamientos en los estadios, las sanciones económicas a los clubes, luego de varias impuestas en el FPC, quedó claro que no es la solución a este tipo de alteraciones del orden en los escenarios deportivos.

Ahora, debiera haber un mejor planteamiento del ingreso de hinchas al estadio. Y aquí es donde entra el terreno de la barra brava, debido a que no es igual el hincha que viene a alentar a su equipo, que él fanatico que viene a insultar a la hinchada rival, a lanzar objetos al terreno de juego y a dañar el espectáculo por indisciplina social.

Mientras no haya un filtro de regulación para este tipo de barras, siempre se van a seguir presentando este tipo de enfrentamientos, y con mucha más razón con el casi nulo accionar de los máximos dirigentes del Fútbol Profesional Colombiano.

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Periodista y Comunicador Social Universidad del Norte (2018 -Act)

jordyb@uninorte.edu.co