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Por: Jonathan Jaramillo Oquendo

COVID-19, pandemia, aislamiento obligatorio, cuarentena. Palabras que hasta hace poco tal vez no existían en nuestro vocabulario diario, pero que hoy son el pan de cada día en las conversaciones diarias y a través de los principales medios de comunicación del país. Aunque el foco principal son los contagiados y sus familias, todos los colombianos han sido afectados de una u otra manera. Muchas veces esas historias están más cerca de lo que se podría pensar, pues en estas líneas están plasmadas tres historias, que suceden solo entre dos carreras de un mismo barrio, el barrio 2 de marzo, en Sabanagrande Atlántico

Empezando por la familia de Miriam Varón, que jamás se imaginaron la forma en que les cambiaría la vida, cuando su familia fue tocada por el covid-19. Sobre esto Miriam se atrevió a contar la difícil experiencia que pasó su familia, a causa de esta enfermedad, pues actualmente ella es la única persona de su casa que hace el confinamiento en su propia casa. Según narró, el virus lo llevó a su hogar su yerno, porque en su trabajo en el matadero de Soledad recibieron una especie bovina, a la que atribuyen llevó el virus, según los estudios realizados al animal.

Aunque la señora Miriam no lo expresa directamente en sus palabras, queda en evidencia una negligencia, por parte del hospital de Sabanagrande, porque nunca le realizaron la prueba del covid-19, ni ningún examen a fondo, sino como hasta la cuarta vez que fue al centro asistencial.

Cuando finalmente le realizaron una placa a su yerno “Dani” y decidieron remitirlo por lo observado en esta, finalmente lo remitieron y su examen para covid-19 resultó positivo, pero el drama apenas empezaba.

Conforme pasaron los días, los nietos, hijos y hasta el esposo de Miriam (un adulto mayor de 60 años), empezaron a presentar síntomas de la enfermedad, todos excepto Miriam y una vez que salieron positivas las dos primeras pruebas, la secretaría de salud del Atlántico tomó la decisión de hacerle la prueba a toda la familia, así lo señaló Miriam: “como al segundo día llaman, la prueba del señor ‘Dani’ y de la niña ‘Mary’ salieron positivas y ahí mismo nos llaman a decir que nos van a hacer la prueba a todos”.

Al final todas las pruebas arrojaron resultado positivo para covid-19 excepto la de Miriam. Sin embargo, actualmente el parte médico es alentador. Según los reportes médicos toda la familia de Miriam ha respondido bien al tratamiento y en los próximos días les estarán realizando de nuevo la prueba de covid-19, para confirmar que ya han superado la enfermedad y pueden ser dados de alta.

Finalmente, Miriam cerró su declaración, enviando un mensaje a las personas que aún no entienden la gravedad de la situación. Sobre esto declaró: “gracias a Dios a ellos (su familia) les tocó suave, pero hay personas que no, por eso es importante el uso del tapabocas, el uso de guantes, el lavado de manos, “para que no tengan que vivir una situación como la que le tocó a su familia.

Sin embargo, hay más historias que padecer la enfermedad o tener un familiar o amigo cercano infectado. Otros que viven su propio drama, son los trabajadores de la salud y que además tienen hijos que son parte de la población con más riesgo de contraer covid-19, como sucede con Belkis Jiménez.

Cada día está en la primera línea de defensa ante este virus y también tiene que equilibrar su rol de madre. No oculta su preocupación, pues declara que esta crisis: “ha sido difícil, un poco con miedo ya que tengo una bebé pequeña.” Aunque, desde que los implementos de bioseguridad les fueron otorgados en el hospital ha podido recuperar, algo de su tranquilidad.

No obstante, no baja la guardia en ningún momento, porque es consciente del riesgo que puede correr su bebé si ella no es cuidadosa antes de siquiera pensar en acercarse a ella. Sobre esto declaró: “apenas llego a mi casa, tengo mis medidas de prevención, me quito los zapatos, en un splash tengo alcohol con agua y me echo antes de entrar y después de que me baño es que me siento más segura, para poder coger a mi bebé”.

A pesar de todas estas dificultades está consciente de la importancia de su labor durante esta emergencia y aunque afirma no haber sufrido ninguna clase de discriminación explicita, sí señala que amistades que tenía antes se han distanciado de ella. Inclusive han dejado de hablarle y todo a causa de la desinformación que existe en torno al covid-19.

Por último, Belkis habló brevemente sobre los cambios que considera podría haber para su profesión una vez pase esta crisis. “Principalmente la bioseguridad, tenemos que aprender a convivir con esto, porque esto no pasará de un momento a otro”. Esto deja en evidencia que aún queda un largo camino y que, durante esta crisis sanitaria, cada quién vive su propio drama.

Por otra parte, están las personas que viven del día a día, como es el caso de Juvenal Jaramillo, reparador de calzado del municipio de Sabanagrande y que tiene su puesto de trabajo en el centro de Barranquilla.  Según él mismo narra, las ayudas del gobierno no han sido suficientes. Además, de su actividad como reparador de calzado, tiene un negocio de alquiler de lavadoras, en su lugar de residencia. Sin embargo, al vivir en un barrio que antiguamente era de invasión, este tampoco marcha muy bien.

Este es un barrio donde la mayoría de gente vive del día a día, por lo que no se ponen a alquilar lavadora en estos momentos.” En su rostro se refleja la preocupación, pues es el único sustento de una familia de cinco miembros. A pesar, de que ha recibido ayudas, por parte de familiares que están en mejor situación económica que él, cada día que se extiende la cuarentena para Juvenal y su familia resulta más complicado que el anterior, pues aún no se sabe cuándo esta situación pueda mejorar.

 Incluso hay momentos en los que siente que quisiera volver a trabajar, pero no es posible debido a que en el sector donde tiene su lugar de trabajo, al estar rodeado de juzgados y con el sistema penal paralizado por esta situación el sector está “muerto” como él mismo lo describe, por lo que asegura “si me voy para el centro, solo iría a gastar pasajes.

Aunque su desesperación por la difícil situación es notoria, sigue las indicaciones porque sabe que al ser paciente de hipertensión arterial, el riesgo de contraer el covid-19 es más alto. Por eso desde su casa, solo espera que haya una pronta solución a esta crisis y poder retomar su rutina habitual, pues, aunque nadie de su familia ha contraído la enfermedad, vive su propio drama junto a su familia, porque como declara “si no nos mata el coronavirus nos irá a matar el hambre.”

De esta forma queda en evidencia que esta pandemia tiene más caras de las que pueden verse a simple vista. Porque todos han sido afectados de las formas menos pensadas y que finalmente como lo han expresado en muchas ocasiones, con el tiempo será necesario aprender a convivir con el virus, pues el mundo no se puede paralizar eternamente, la vida continuará pase lo que pase.

Asimismo, todo esto ha acontecido porque el mundo no estaba preparado para un suceso de esta clase. Por eso tras superar esta crisis, será necesario preguntarse si hace falta empezar a vivir con la filosofía de ese proverbio inglés “espera lo mejor, prepárate para lo peor y acepta lo que venga”.

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