Por: Clara Machacon Rodelo / claramachacon@ailinpinto
“Los cínicos no sirven para este oficio” es un libro publicado en 2013 que recoge 3 entrevistas con el famoso periodista Ryszard Kapuscinski. A través de estos encuentros se nos brindan diferentes consejos y lecciones acerca del mundo actual y el papel que cumple dentro de este el oficio periodístico.
El aprendizaje principal que me llevo de este libro, como su título nos indica, es que los cínicos no sirven para este oficio, pues es una profesión social y el cinismo nos aparta de los seres humanos. Kapuscinski nos enseña qué debemos salir, ensuciarnos los pies y descubrir con nuestros ojos la realidad que queremos cubrir. El libro resalta la transformación de los medios a medida que el interés principal de los dirigentes es hacer dinero en lugar de informar de la realidad. Sobre este último punto, Kapuscinski es certero en afirmar que con la entrada del dinero aquello que cubren los medios de comunicación es lo que atrae audiencias, mientras que otras realidades, igual de importantes, quedan relegadas a segundo plano. La inmediatez del periodismo actual es para ganarle a los otros medios y en esa dinámica muchos sucesos son mal informados.
Esto me recuerda a un libro escrito por un periodista colombiano, Albeiro Echavarría. Su obra “Conspiración en Madagasthur” nos cuenta la historia de la desaparición y supuesto asesinato de un gran acaudalado y cómo el suceso es cubierto de dos maneras completamente diferente por dos periodistas. El primero estaba interesado en darle a su medio la primicia, presionado por su director y obsesionado por el reconocimiento, todas cosas que no recomienda Kapuscinski. El resultado es una versión completamente errónea de los hechos que todo el mundo cree, pero termina desinformando y afectando la vida de personas completamente inocentes, esta versión fue fomentada por una fuente relacionada con el.
oder, que, por el afán, el primer periodista no se molesta en rectificar la información que le brinda. El segundo periodista hace una investigación más completa de los hechos, no se queda con lo que está en la superficie y va más allá. El resultado es que termina destapando un caso de corrupción que tiene gran repercusión en la sociedad y termina salvando a los ciudadanos de un tirano. Este periodista tenía menos ventajas, pertenecía a un medio pequeño y a pesar de la presión de su jefe logró sacar la investigación adelante. Este punto es relacionable a la independencia periodística menciona por Kapuscinski. Él es consciente de la presión de los directivos, dice que a pesar de que el ideal periodístico es ser completamente independiente, reconoce que esos ideales no siempre se cumplen. Pero agrega que “la conquista de cada pedacito de nuestra independencia requiere una lucha”. El periodista de la obra de Echavarría había logrado conquistar la independencia que le permitió hacer un mejor cubrimiento.
El papel del segundo periodista presentado en el libro contrasta con la realidad de los medios colombianos actuales. En nuestra sociedad se presentan casos en los que los intereses particulares de los dueños de los medios afectan el ejercicio del buen periodismo y dan lugar a la polarización. Sobre lo anterior, Kapuscinski explica el papel tan importante que los medios de comunicación juegan en la sociedad actual: muestran la realidad que las personas creen y, muchas veces, con la única que se quedan. Con el gobierno actual, los medios colombianos han expandido una crítica constante, que, si bien se puede entender dentro del papel de perro guardián del periodismo, creo que también se relaciona con la defensa de los intereses de los grandes dueños. El libro me ayudó a entender esta realidad y muchas otras sobre el oficio y me hizo reflexionar sobre mi tarea y lo que significa ser una buena periodista. Sin duda, “Los cínicos no sirven para este oficio” es una lectura recomendada.
El papel del segundo periodista presentado en el libro contrasta con la realidad de los medios colombianos actuales. En nuestra sociedad se presentan casos en los que los intereses particulares de los dueños de los medios afectan el ejercicio del buen periodismo y dan lugar a la polarización. Sobre lo anterior, Kapuscinski explica el papel tan importante que los medios de comunicación juegan en la sociedad actual: muestran la realidad que las personas creen y, muchas veces, con la única que se quedan. Con el gobierno actual, los medios colombianos han expandido una crítica constante, que, si bien se puede entender dentro del papel de perro guardián del periodismo, creo que también se relaciona con la defensa de los intereses de los grandes dueños. El libro me ayudó a entender esta realidad y muchas otras sobre el oficio y me hizo reflexionar sobre mi tarea y lo que significa ser una buena periodista. Sin duda, “Los cínicos no sirven para este oficio” es una lectura recomendada.