Por: Katherine Londoño
En 23 pabellones se encuentra un “arro´con mago” de letras, autores, portadas, pendones y un ciento de editoriales reconocidas dentro y fuera del país, sin contar el ‘hormiguero’ de adultos y niños que vienen a disfrutar de la fiesta. Dentro de libros académicos, científicos y literatos, hay un stand maravilloso en el pabellón 17 de libros antiguos, como objetos artísticos de la feria, y que por supuesto se encuentran en venta.
“La FILBO destina un espacio porque considera que los libros antiguos son tan importantes como los libros nuevos“ con esta frase, José Fernando Cortes coordinador de la editorial Bibliófilo Car y encargado de libros antiguos, raros y curiosos, pone a disposición de los visitantes la obtención de libros leídos y usados que siguen siendo útiles para propiciar lectura y conocimiento.
Los precios oscilan desde cinco, diez y quince mil pesos ya que tienen un proceso de uso y “deterioro” por esta razón, son mucho más económicos. En el stand hay una colección de las primeras ediciones de Gabriel García Márquez, las cuales no tienen los precios anteriormente dichos, sino que adquieren otro, si es más antiguo y más escaso es más valioso. “La primera edición de La Hojarasca en la editorial tiene un costo de dos millones de pesos y si está firmado puede tener un costo de cuatro a cinco millones de pesos” afirma Cortes.
Según Cortes, el mundo digital es una nueva herramienta tecnológica con la que las personas tienen acceso a textos antiguos y trascendentales, que con el paso del tiempo y, por medio de la digitalización, no se adquieren en físico. Sin embargo, esta nueva herramienta no le da un ‘punto aparte’ a los libros debido a que poseen características valiosas que lo hacen objetos artístico y que nunca se verán online.
“Se valora la tipografía, la composición, la ilustración y la encuadernación que los destacan y los hacen originales por su concepto estético, convirtiéndolos en objetos artísticos” finalizo Cortes.