Por: Carlos Acosta/ Foto: Premios Oscar Página Oficial.
Para los fanáticos del séptimo arte y aquellos que tuvimos la oportunidad de ver la nonagésima primera celebración de los premios de La Academia, fue una noche donde sin dudas dejaron lo mejor para el final.
Solo basta con ver las apuestas que había por cada nominado para que más de uno se diera cuenta que al final, en este hermoso arte, no hay nada escrito.
Sin dudas los ganadores que dieron sorpresa como Green Book para Mejor Película o Rami Malek como Mejor Actor, fueron una bofetada para los que no apostaron un peso a estas producciones.
De hecho, Bohemian Rhapsody, la película en la que Rami Malek interpretó al fallecido cantante Freddie Mercury, fue la gran ganadora llevándose cuatro estatuillas, sólo un más que una de las favoritas de aquella noche, Roma.
Pero sobre las sorpresas, decepciones, descontentos, quejas o reclamos, habrá un artículo para eso, o al menos eso espero, porque lo amerita.
Previo a la entrega de premios, me gusta mucho ver los nominados en cada categoría. Lo hago una y otra vez como si fuera una manía. Veo qué otros premios han ganado, sus directores, el reparto y todo lo que tiene que ver con su producción.
Pero este año hubo cosas muy especiales que captaron mi completa atención.
Por ejemplo, es la primera vez que una mujer de ascendencia indígena es nominada a un premio en cuanto a actuación se refiere. A simple vista se puede decir que esto no es nuevo ya que las minorías han tenido un poco más de protagonismo estos últimos años.
Pero el público en general solo se ha fijado en la inclusión de los grupos afroamericanos y ha obviado a los grupos latinos y las etnias indígenas. Afortunadamente, Yalitza Aparicio fue la mujer que dio un gran paso para los grupos indígenas, que también merecen la atención de La Academia.
Además su talento natural no pasó desapercibido por los ojos de actrices como Glenn Close o como de la cantante Lady Gaga.
En su cuenta de Instagram Glenn Close subió una foto junto a Yalitza, en la descripción de la foto Close añade: “Yalitza y yo de blanco en la recepción de Hollywood Women in Film. Ella es innovadora, un tesoro nacional Mexicano.”
También México ha mostrado su calidad en cuanto a dirección. Iñárritu, Del Toro y Cuarón son los directores que han sacado la cara por Latinoamérica frente al mundo y, en un país como Estados Unidos, esto es un logro.
Estos tres directores han ganado como mejor director ante otros grandes de la industria como: Spike Lee, Christopher Nolan, Paul Thomas Anderson, Wes Anderson, entre otros. Sin duda un gran paso que permite a muchos más directores latinoamericanos abrirse paso como directores y guionistas en Hollywood.
Como dato curioso: Alfonso Cuarón es el primer director en ganar la estatuilla a Mejor Director por una película no hablada en inglés.
Dejando a un lado la parte “política”, la parte de producción también tiene puntos a destacar. Entre ellos está el hecho de que una película producida por una plataforma de streaming, en este caso Netflix, fue nominada a 10 premios y se llevó 3.
Algo completamente insólito, tanto así que, según The Hollywood Reporter, expertos europeos afirman que premiar películas de plataformas en línea es un desacierto que devalúa la credibilidad de la academia pues hay que saber diferenciar entre televisión y cine.
En mi opinión, un error por parte de los críticos, pues Roma también fue estrenada en salas de cine para así cumplir los requisitos y participar en la temporada de premios.
Así como estos, también podría resaltarse que: Black Panther es la primera película de superhéroes en ser nominada a Mejor Película. Algo que puede ser una gran puerta para el género de los héroes o simplemente un hecho que no se repetirá y muchos recordarán como un mal chiste. Sin duda una nominación polémica que se llevó lo que merecía: categorías técnicas.
Aunque muchos no lo vean de esta forma, la última entrega de los premios Oscar fue una puerta, una oportunidad para La Academia de reivindicar muchos errores, recuperar el prestigio y el rating que han ido perdiendo.
Es su oportunidad de incluir también a los latinoamericanos y no limitarlos a “Mejor Película Extranjera” pues la carga cultural de Latinoamérica amerita un reconocimiento mayor.
Y también, fue una muestra muy grande de cómo la tecnología y los gigantes del entretenimiento dicen “presente” ante el mundo y exigen su reconocimiento en el séptimo arte.
Sin duda, la belleza del cine radica en su misterio, en lo impredecible que es y en que tarde o temprano termina reconociendo el talento sin importar de dónde y de quién viene.
