[wpdts-date-time]  

Por: Isaac Rivera Bedoya/@IsaacRivera29 

Dicen que el teatro es un reflejo de Barranquilla, y lo que aparentemente puede sonar un poco desacertado o incongruente, nos reta a analizar cómo se encuentran los recintos culturales o las formaciones artísticas en la emblemática Puerta de Oro de Colombia.

Convertirse en un destacado actor o actriz en Barranquilla no resulta una tarea fácil y sencilla, sino que amerita de mucho esfuerzo, dedicación y paciencia porque desafortunadamente “a la cultura no se le da el valor que tiene realmente”, así lo manifiesta la actriz y directora Mabel Pizarro, una mujer que ha dedicado gran parte de su vida en impulsar la cultura teatral en la ciudad.

Oriunda de Bogotá, pero costeña de corazón, Mabel ha demostrado su pasión por las tablas y por el arte callejero, ese que podemos encontrar en cualquier calle, plaza o barrio de la capital del Atlántico.  El talento que recorre sus venas no solo es prueba de ello, sino también de la disciplina y la ética con la que trabaja. Esa misma disciplina y ética que trata de inculcar en cada uno de sus estudiantes en el programa de Arte Dramático de la Universidad del Atlántico.

Mabel Pizarro durante una presentación de teatro callejero.

Mabel es profesora, y desde los 18 años que lleva ejerciendo su profesión ha expresado con palabras y con hechos la necesidad de hacer teatro en Barranquilla, un teatro con ánimos de seguir adelante, pero que no encuentra suficiente apoyo por parte del estado.  “En Barranquilla es difícil hacer teatro y sobrevivir de ello porque no existe respaldo de entidades gubernamentales”, dice con seguridad y con aire de preocupación en medio del silencio agradable que circula por la comodidad de su apartamento. Y como consecuencia de esa falta de apoyo se torna más difícil conservar los pocos grupos que existen porque no hay garantías laborales.

Esta mujer que ha participado en películas como Ruido Rosa, y por la cual fue merecedora de un premio Colón de Plata a la Mejor Actriz en el 40 Festival de Cine Iberoamericano de Huelva, España, es un ejemplo de sacrifico y amor por lo que se hace. Llegó a Barranquilla en 1997 y cinco años después junto con Darío Moreu, también director de teatro, tuvieron la iniciativa de fomentar las artes escénicas en esta capital.  Fruto de ello nace lo que conocemos hoy en día como la carnavalada, un evento cultural alterno que se realiza en el marco del Carnaval de Barranquilla, y en donde se mezcla teatro, danzas, músicas y demás expresiones artísticas. Sin embargo, mientras avanza nuestra conversación bajo una tarde soleada, me confiesa que no ha sido tarea fácil conservar dicha festividad, recalcando una vez más que el mayor inconveniente radica en el poco respaldo financiero del estado. “No ha habido un programa que garantice presentaciones pagas a los grupos”, enfatiza. En efecto, muchos actores se han visto obligados a abandonar no solo el gremio teatral barranquillero, sino también radicarse en otras ciudades como Bogotá para poder sobrevivir.

“En Barranquilla es difícil hacer teatro y sobrevivir de ello porque no existe respaldo de entidades gubernamentales”

Pero con el transcurso del tiempo las cosas van evolucionando y es lo que está pasando actualmente con el teatro barranquillero. Vivimos inmersos en un mundo dominado por las tendencias comerciales y en nuestros días ha tomado mucho auge la denominada economía naranja, aquella que está basada en la generación de riquezas por medio de talentos y tradiciones culturales. Todo esto conlleva a que las visiones del teatro se movilicen, y pasemos de una actividad meramente artística, a una cuyo objetivo es lucrase económicamente y generar ingresos. “Ya no se tiene la misma libertad de antes porque hoy en día se agiliza todo por la economía”, me cuenta Mabel luego de compararme los procesos de creación de personaje y de montaje teatral de hace algunos años, y la manera como se han visto obligados a adaptarse a los retos que le imponen hoy por hoy la sociedad capitalista. Ella considera que el trabajo efectivo de un actor se refleja en el teatro, pero es consiente al asegurar que la televisión y el cine, debido a la irrupción de la globalización, generan mayor ganancia.

[embedyt] https://www.youtube.com/watch?v=nQN2fqtvF7k[/embedyt]

Ser actor en medio de una Barranquilla que se muestra progresistas puede generar bastante ilusión. Consolidar una carrera artística es el sueño de muchos niños, jóvenes y adultos barranquilleros, pero el panorama de nuestra realidad nos enseña que nos falta mayor trabajo para alimentar las actividades culturales. “Evidentemente estamos dando los primero pininos. Aún estamos formando a las personas” me dice Mabel, quien menciona espacios como la Escuela Distrital de Artes (EDA), la Facultad de Bellas Artes y los portafolios de estímulos de la alcaldía para ejemplificar que en Barranquilla se está impulsando la actuación con el objetivo de priorizarla, y otórgale la suficiente importancia que tiene tanto para el público como para el actor.

Aunque la arenosa no la vio nacer, la humilde e introvertida Mabel Pizarro se comporta como una auténtica costeña. Y no lo digo por su acento, sino por todo el amor que le ha impartido al teatro. Todos sus conocimientos los aplica en Barranquilla y se ha preocupado por convertir el teatro en un atractivo turístico tanto para locales como visitantes. “Los muchachos se están dando cuenta que de esto se puede sobrevivir”. Asegura Mabel, con ese positivismo agradable en ella, ese positivismo que nos hace pensar que en Barranquilla sí tenemos futuro con la actuación, pero que todo se trata de paciencia y esfuerzo, y, sobre todo: creer en lo que uno hace.

 

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

elpunto@uninorte.edu.co