Por: Andrea Rumié.
Era un domingo, 19 de febrero, a las 11:30 de la mañana. El mismo fin de semana de la guacherna, el gran evento en Santo Tomás y la comparsa del Country Club. Ni un carro o ruido se escuchaba en las calles del norte de la ciudad, pues había sido un fin de semana pesado para quienes gozan de las fiestas del Carnaval. Llegué a una casa blanca forrada de grandes cayenas de distintos colores, que cubrían las esquinas de las paredes junto a máscaras de torito. Había llegado a la casa de los García Caballero.
Al abrirse la puerta me recibió un amistoso “Aja, mi amor”, con tono grueso y ronco, proveniente da una trajinada Marcela García. Aunque difícil de creer, el interior de la casa tiene muchas más decoraciones carnavaleras que la fachada. Al entrar, lo primero que noté fue una pequeña pintura de Marcela cuando se disfrazó de la “Loca tira piedra”, el año pasado. A su alrededor tres mariposas amarillas, dos ejemplares de “Carnaval de Barranquilla”, por Samuel Tcherassi y un jarrón con dos cayenas artificiales, una amarilla y otra azul. Ni siquiera había caminado tres pasos dentro de la casa, se imaginarán el resto. Sin duda el Carnaval, es la navidad de esta familia.
Mientras la sigo a ella e intento no perderme en ese ambiente, Marcela se mueve de un lado para otro recogiendo cosas y disculpándose conmigo por su desorden. Me lleva a su cuarto, blanco, pequeño y sencillo, pero con una característica inconfundible: las mariposas amarillas de Gabriel García Márquez. Estas son plasmadas de distintas maneras. 18 pequeñas doradas de metal pegadas en una pared, tres amarillas en su escritorio y una que parece ser una obra de arte.
Me dice de la manera más informal y amigable que me acueste en su cama mientras se termina de maquillar. Mientras tanto me va contando como no ha dormido por tanto evento que ha tenido. Se acuesta en la cama después de cinco minutos y me dice, “De una!”
¿Qué te llevó a crear tu canal de YouTube, “La joya de la corona”?, ¿Por qué ese nombre?
“Desde que terminé el Carnaval, a mí Marco Schwartz, el director de El Heraldo, me llamó a ofrecerme la gran oportunidad de ser columnista. Comencé en tendencias, hoy en día hago parte de la columna de opinión de los sábados con una columna que se llama, ´Codeándose con Marcela´, y quería ampliarlo.
Quería llegarle a diferentes audiencias, porque obviamente hay un público que se interesa por la prensa, por la opinión escrita, pero hay otro nicho más joven que, debido a un asunto generacional, prefiere las cosas más masticadas. “Yo lo que hice fue darle tres cucharadas de humor, hablarle muy directo a la gente y creo que eso nació como algo espontáneo. Después, ´La joya de la corona Express´, en mi Instagram, fue algo que nació porque a mí siempre me ha gustado mucho el humor, poderme conectar con la gente y fue una manera como de seguir alimentando las redes sociales de cosas que a mí me parecen chéveres y que además amarra un público a la ´Joya de la corona ‘de YouTube, que finalmente quiero que sea el que más conozcan porque hay un mensaje detrás de todo. La idea es que la gente no tenga que quedarse en lo ´light´ sí no tratar de poner, de manera espontánea, temas que para la mayor parte de la sociedad son hartos de escuchar”.
Hablando de eso, ¿cuál es tu opinión acerca de lo que está pasando en el país en general?
“Yo, como casi todo el mundo en esta generación, no me considero de ningún partido político eso se perdió hace muchos años porque si no estás dentro de la política, por lo general no tienes por qué tener un partido político. La juventud no se amarra a un partido si no a una persona. No solamente la juventud si no realmente yo creo que casi todo el pueblo colombiano. Sin embargo, soy una persona de mente muy liberal, muy abierta y siempre he creído que vivimos en un país demasiado conservador, intolerante, corrupto y sobretodo un país que no permite diferencias”.
“Creo que mis espacios siempre han sido en pro de hablar acerca de cómo podemos cambiar el lenguaje, como podemos demostrar lo que pensamos o como tenemos una voz más fuerte los que creemos que hay que respetar los derechos humanos, es decir, tus derechos terminan cuando estás invadiendo o violando los derechos del que tenemos al lado. Creo que eso es algo muy importante que nuestra generación, la cual es el futuro de Colombia, tiene que tener claro porque definitivamente no podemos seguir viviendo en un país donde nos estamos acabando porque, no es por ser pesimista, pero lo que pasa es que en general cada día vemos un país que está más pobre a nivel internacional con el dólar más caro, el IVA, el salario mínimo no subió lo suficiente, el problema tan grande de corrupción que lo que pasa es que hay un hueco que hay que llenar y ese hueco se está llenando con la plata del ciudadano común y corriente que se siente estafado“.
“Lo que yo digo es, a uno le daría mucha alegría pagar impuestos si uno viera que las cosas se hacen. En Barranquilla, por ejemplo, que es una ciudad en donde se ve que las cosas si se hacen, yo no digo que todo sea perfecto, pero si es una ciudad, a diferencia del resto del país, que se ve que hay progreso, la gente no le molesta incomodarse con tráfico si es porque se están cambiando las calles para que no existan los arroyos. Yo creo que eso lo hay que destacar, que buenas administraciones si hacen que un país sea diferente y que se ha saneado y creo que depende de nosotros poderlo hacer”.
¿Siempre te gustó escribir?
Toda la vida. Yo hice parte en mi colegio del club de prensa. Mis materias favoritas fueron español e inglés, donde me permitieron expandir literatura, donde podía leer y escribir lo que yo quisiera en los dos idiomas, pero por supuesto el idioma en el que más me gusta escribir es el español, o sea es donde más me inspiro.
Mi lengua materna es de las lenguas más espectaculares que hay en el mundo, te lo dice todo el mundo y creo yo que eso ha sido una de mis pasiones, pero más que todo me encanta escribir acerca de la costa, con acento de nosotros, me encanta escribir mucho más relajado, no tan aparatoso y me encanta contar historias.
Eso realmente creo que es de las cosas que me podría dedicar el resto de mi vida; a leer, a escribir historias que hay demasiadas para contar acerca de nuestra gente, de nuestro pueblo. Me encanta escribir sobre realidades, no, por ende, reportajes de periodismo, no. Más que eso me encantan las crónicas, me encanta poder tomar esas realidades y poderlas transformar un poco.
¿Qué cambio o impacto pretendes dejar a todos los que te siguen?
Mi discurso siempre ha sido primero, en pro de la mujer. Mostrarnos como lo que somos, mujeres fuertes, berracas, mujeres que realmente necesitamos más valor de lo que nos da la sociedad y de lo que a veces nos damos a nosotras mismas. Mi mensaje siempre es poder mostrar que no hay que tenerle miedo a ser diferente, que no hay que tenerle miedo a salirse del molde.
No lo digo por mi reinado solamente, pero porque así he sido yo toda la vida. Una persona que cree que en las diferencias están las cosas más lindas, en las diversidades encuentras la genialidad y por eso creo que el mensaje que yo quiero decir es, quererse como son, valorarse, darse el valor que tal vez no se dan, no solo mujeres, hombres también pero por supuesto, por lo que soy mujer y porque realmente si somos un género considerado débil todavía en una sociedad muy machista y tan conservadora, como la colombiana.
Entonces yo lo que quiero es que cuando entren a mi canal, Instagram, YouTube, Facebook, a lo que sea que están viendo en mis redes sociales, vean exactamente lo que soy, sin filtro. Porque creo que estamos en una sociedad en la cual determinamos a la gente por si es linda, por si es fea y yo creo que se están olvidando de la esencia de la gente que pienso que por eso me gustan tanto los videos porque las fotos a veces tú no puedes expresar todo lo que eres, en el video te puedes mostrar un poco más. Es tratar de demostrarle a la gente que ser diferente si es más bacana y sobretodo es más fácil porque no tienes que aparentar nada.
¿Cómo repartes los temas entre los que escribirás en tu columna y a los que les crearás un video?
Súper complicado porque a veces van muy de la mano ya que yo voy mucho por la coyuntura del país. Si estamos hablando de la reforma tributaria entonces por lo general en la columna de opinión también debería estar hablando de la reforma. Pero igual yo creo que son públicos distintos la verdad. El que me lee no necesariamente me ve, el que me ve no necesariamente me lee.
Además tu puedes decir exactamente lo mismo pero ponerlo distinto porque aunque escribo relajado obviamente hablo más relajado, mucho más costeño, mucho más fluido. Cuando escribo digamos que por lo menos tengo una estructura y una forma. Por eso es que me gusta tanto escribir porque también me organiza más.
¿El haber sido reina del Carnaval, de alguna manera, te ha ayudado en cuanto a tu carrera o vida personal?
Yo era antes y una después, en todo sentido de la palabra. No solamente porque yo a través de mi Carnaval pude mostrarme como soy, digamos que a mí no me quedó nada por hacer, no me arrepiento de nada y quedo claro, lo que yo siempre decía, que a mucha gente le va a gustar, a mucha gente no, pero yo pretendo hacer, más que un Carnaval más auténtico, quería mostrarme a mí. Siento que de alguna forma lo logre y eso en mi forma de ser, en la seguridad que uno tiene, en la coraza que uno se crea, me cambio completamente.
Hoy en día para que algo a mí me duela, se necesita. Fue un proceso de aprendizaje, de reflexión, de amor propio que definitivamente más allá de los seguidores en Instagram, que el Carnaval me dio un escenario, pues a todas no los da pero yo siento que a mí me formo como persona. Acercarme, también, tanto a la gente, me hizo ver que a mí eso me encanta y pude disfrutarlo que creo que en este mundo estamos tan acostumbrados a etiquetar a la gente que lo que más me gusto de mi Carnaval fue sentir que eso no existía y yo hoy en día pienso y hago todo como si todavía estuviera así porque esa es la esencia del Carnaval de Barranquilla, que es un Carnaval para todo el mundo. Un Carnaval que definitivamente te acerca al verdadero barranquillero, al verdadero costeño, a las personas que sienten, que vibran, que se emocionan, que sufren.
Yo siento que me conecte tanto con la gente que a mí me cambió como persona. A mí lo que más me gusto fue la gente y la gente fue la que me pulió a mí, que me saco la Marcela que sabía que siempre estaba pero que no había tenido un escenario para mostrarlo y no tiene nada que ver con baile ni con disfraces, si no con la experiencias como tal.
¿Cuál ha sido el tema o artículo que más te gusto abordar o el más importante en tu criterio?
Digamos que yo siempre he creído que las cosas no se pueden quedar solas hablando y luego de lo que paso con Yuliana Samboní Muñoz, que fue lo de la niña de siete años que fue violada y asesinada por un hombre que pertenecía al sector educado, por decirlo así, de la alta alcurnia, demuestra exactamente el país donde estamos. ¿A mí que me toco tanto? Sentir que yo era también parte del problema. Yo hasta ese momento nunca en mi vida había hablado de cadena perpetua, nunca para violadores, asesinos y secuestradores de niños. Toco que una niña se muriera para uno despertar cuando al día pasan 120 casos sobre esto, por lo general entre los mismos familiares.
Mientras nos concentramos en unas bobadas o nos metemos en la ola mediática, en lo que dicen las redes sociales, se nos olvida lo verdaderamente importante, a veces dejamos pasar las cosas y yo creo que ese es mi video más importante. Que disfrute escribir no, disfrutar no era la palabra porque me sentí triste haciéndolo pero es lo que yo sentía que más impacto en mi iba a causar y que esperaba que el resto de la gente firmaran. Necesitamos 1.700.000 firmas y vamos por más de la mitad con ayuda de Servientrega que lo entrega gratuito, recogiendo firmas para lograr hacer un cambio así sea pequeño.
Yo sé que no es que pararía a la gente de inmediato pero así como las multas de tránsito, obviamente lo estoy comparando con algo súper banal, han hecho que hoy en día los pelaos ya no salgan en carro, como antes se solía hacerlo, creo que el hecho de que haya una pena tan grande, es que los dejan en casa por cárcel, que el violador, secuestrador y asesino de niños, por lo menos lo pensaría dos veces. Aquí en cambio el nivel de impunidad con el tema es demasiado grande, a mi eso me afecto pero de una manera tremenda. Yo me erizaba de saber lo que ella pudo haber sentido pero más allá cuando yo me senté con la hija de la ex senadora Hilda Jiménez, quien se murió luchando por los niños, de caso tras caso de niños que lo han perdido todo, su dignidad, sus derechos humanos.
Si uno tiene un escenario como el que yo tuve, una posibilidad de tener una voz, uno esa voz también la debería utilizar, no solamente para las cosas que a uno o a la gente le guste, si no las cosas que tienen que ser tocadas como esto.
¿Algunas inspiraciones para escribir? ¿A quién admiras?
“Soy full buena escribiendo de noche, a full gente le pasa eso. Escribiendo bajo presión me encanta o sea me inspiro más. Cuando llega, llega. Yo sé que suena cliché pero Gabriel García Márquez a mí me cambió mucho en todo sentido. Yo hice toda mi tesis de grado demostrando que Macondo existe como un imaginario en el colectivo de la gente, en la cultura caribeña y yo lo viví.
Cuando yo me leí por primera vez, en el colegio, Cien años de soledad y pues antes ya había leído otros libros de García Márquez y mucho después seguí leyendo todas sus obras, me di cuenta que eso pasaba en mi casa. Yo vivía ese realismo mágico día tras día y por eso es que yo me obsesione con Macondo. Me obsesione al punto de que yo escribí mi coronación sobre eso y que todo el que me conocía de verdad, sabía que yo iba a tener un disfraz de mariposas amarillas en mi coronación porque yo toda mi vida he admirado esa esencia que tenemos en el Caribe, esas historias que hay por contar donde tocamos distintos temas.
Yo en mi tesis de grado pase por la importancia de las mujeres, la cultura machista, la brujería, como nos marcó la violencia y como nos marcaron también las obras de Gabriel García Márquez, lo cual también mostré en mi coronación. Por eso es que yo a él lo quiero y lo admiro muchísimo. A Alberto Salcedo Ramos también, que también cuenta la historia del caribe, Ernesto McCausland, tantos autores caribeños que le han dado una ventana a nuestra cultura. Ni siquiera la colombiana, estamos hablando de la cultura Caribe que finalmente es nuestra esencia y por eso es que a mí me encanta.
De su vida me la se toda, pues me faltó conocerlo. Con Jaime Abello, el director de La Fundación del Nuevo Periodismo, la cual fundó García Márquez en Cartagena, cuando vio mi coronación se me acercó y me dijo, ´No dejaste nada por fuera´, y yo decía en mi cabeza, mucha gente de pronto no lo vio porque hay mucha gente que no ha leído, pero por lo menos vio el Caribe. Vio la gallera, la masacre de las bananeras, la lucha entre los liberadores y conservadores entre gallos, la importancia del ferrocarril, la importancia del Río Magdalena, la llegada del circo, la invención del hielo, tantas cosas que yo quise transmitir que ahí estaba Macondo.
Cuando dices que veías el realismo mágico en tu casa, ¿A qué te refieres?, ¿Cuál es un ejemplo?
Para que tú te hagas una idea. Mi familia materna es del Piñón, Magdalena, y allá se casaron primos hermanos entre primos. Yo tengo un primo, que obviamente después en la familia uno sabe por la experiencia médica, que por carencia de ácido fólico tuvo un problema de desarrollo en su columna vertebral, que aparenta tener una cola de puerco, la misma que sale en la obra de García Márquez, a ese nivel. El incesto, la figura de Úrsula Iguarán, que está encarnada en mi abuela, Berta Pérez de Caro, la que todo lo puede, la que todo lo sabe, la que tiene un pacto con el diablo y con Dios más que todo. Ella es una mujer que mantuvo el control toda la vida de esa casa, se casó con un hombre muy bueno. Mi abuelo era una persona de un temperamento fácil, ella la del temperamento fuerte y ella era la que mandaba en la casa.
En mi casa, las empleadas de servicio, por ejemplo, son un par de gemelas que han trabajado toda la vida con mi abuela, nunca se casaron y dicen que mi abuela les puso un brujo para que nunca se casaran. A donde mi abuela llegaba todo el mundo a pedirle un consejo. El chofer de mi abuela dejó embarazada a todo un edificio, tiene como sus ocho hijos regados. Digamos que todo el mundo en mi casa tiene una historia por contar. Historia con la violencia, somos dueños de fincas en Piñón, por ende pasamos todos los momentos críticos de la violencia en Colombia.
Tuve un tío que fue secuestrado. Mi abuela no dejaba que mi mama se bañara en una piscina como por miedo al agua o sea son unas vainas. Mira te digo que es impresionante lo que se ve en mi casa, esto es muy macondiano. Todas estas historias las tengo escritas. La prima hermana de mi abuela, Toñita, vivía con la puerta abierta, todavía, se metían los rateros y ella los terminaba regañando, amarrándolos a una silla, terminaban pidiendo perdón. Llegaban locos a la casa. Había una que se llamaba la loca Luz que llegaba al final del día, se desnudaba y se echaba polvo Mexana. Ella dejaba que entrara y saliera y nunca le hacían nada.
Eso lo llamo la belleza de la locura y por eso también fue que me disfrace de loca porque yo decía, a veces los locos no están tan locos y esa era una de las premisas de García Márquez. Que los locos de pronto si tienen la verdad como por ejemplo José Arcadio, el esposo de Úrsula Iguarán, que era el loco que estuvo amarrado a un árbol, supuestamente sabía el futuro y lo tenía todo claro. Son figuras que también se transmitían en mi familia, que yo crecí viendo.
Todos mis tíos perdieron su virginidad con una misma mujer, muy a lo matrona, eso era así. Esas son cosas que pasan que son muy de la costa, que la gente no se imagina. A mí me parece que todo es un nivel de detalle, que me parece importante resaltar.
¿Qué tipo de literatura te gusta leer?
Tengo de todo. A mí me gusta la novela. A mí me gusta la ficción que parezca realidad o inclusive, realidad que parezca ficción. Me gustan autores como Mario Vargas Llosa, me gusta leer también la obra periodística de periodistas reconocidos porque me transporta a la diferente época de Colombia.
Quisiera tener más tiempo para leer. Por ejemplo ahora mismo me estoy releyendo La ciudad de los perros de Vargas Llosa. Yo soy muy romántica también. Fui amante de historias como Paraíso travel, me encanto. De mis libros favoritos y no sé porque en verdad, Travesuras de una niña mala de Vargas Llosa. Es una gran historia porque muestran la complejidad de la mujer, entre muchas otras cosas.
La fiesta del chivo, por ejemplo, es un librazo! Es una vaina fantástica porque eso me fascina también, historias que son basadas en la vida real porque también aprendes a enamorarte o a odiar a los personajes que hay que amar y que hay que odiar en la historia del mundo.
¿Hasta dónde quisieras llegar con esto? ¿Cuáles son tus sueños, metas?
Yo quiero seguir haciéndolo, en este camino que realmente creo yo que es lo mío. Tengo un day job, que paga las cuentas, obvio, pero lo mío definitivamente es mostrar lo que soy pero más allá de eso, tener contenido para mostrar. Complicado porque toca hacer una investigación completa, pero en el futuro me gustaría vivir de eso. Como yo le digo a mi papá, yo siempre he querido ser escritora. Tal vez alguna día en mi vida escribiré un libro o no sé qué tendrá la vida para mí.
¿Cuál es tu day job?
Soy directora de imagen y mercadeo de Los juegos centroamericanos del caribe 2018. Me encanta el deporte también. Yo siempre fui tenista profesional hasta los 14 años. Cuando era chiquita si me preguntabas que quería hacer el resto de mi vida era jugar tenis y bailar. Las cosas de la vida pasan entonces, empiezas a querer salir, que la comparsa, me volví capitana, se te meten en la mitad cosas que por inmadurez o por falta de pasión te desvias.