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Por: Hernán Onorato

 Marco Schwartz, director del periódico El Heraldo durante 7 años, regresará a España, país donde ejerció la mayor parte de su carrera como periodista. Un diálogo con él, que refresca los tiempos de cuarentena.

Marco Schwartz ha escrito poemas, columnas para revistas y novelas como Vulgata del caribe  y El Salmo de Kaplan. Esta última, ganadora del Premio Iberoamericano La Otra Orilla, cuenta la historia de un nazi que se va a vivir a Puerto Colombia luego de la Segunda Guerra Mundial, y es perseguido por un inmigrante judío-polaco (Jacobo Kaplan) que busca capturarlo y  llevarlo a Israel, y así contribuir a recuperar el orgullo y la dignidad de la comunidad judía. Ambas novelas fueron traducidas al alemán.

La entrevista quedó pactada para el lunes 17 de febrero a las 10 de la mañana en la sede del El Heraldo. Mientras Schwartz terminaba sus labores pendientes, era imposible no asombrarse ante tanta historia y hechos por los cuales este periódico ha pasado, tantos periodistas importantes que han dejado su huella con noticias que han marcado épocas en la ciudad y el país.

La hora llegó, la muy refinada y coqueta secretaria dio luz verde para subir al segundo piso de la sede donde se encuentra la oficina de Marco Schwartz. Estaba sentado junto a su escritorio hecho de vidrio, vestido con camisa vino tinto y pantalón gris, con un estilo de moda muy retro y formal. Inmediatamente se puso de pie y dio una calurosa bienvenida disponiéndose así a dar inicio a la charla.

Era una oficina muy sencilla, con cortinas blancas y el nombre de El Heraldo estampado en ellas. En la mitad del escritorio había un periódico y al lado una taza café, dando a entender que leía el periódico momentos antes de la entrevista.

Muy sonriente e inquieto con sus manos, Marco demostraba que haber escogido el periodismo sobre la ingeniería civil fue la mejor decisión que había tomado en su vida. “Lo único que tenía claro era que a mí me gustaba leer y escribir, me interesó la ingeniería también, pero nunca abandoné ese amor por estar leyendo y escribiendo, fue esa la razón que me empezó a aproximar al periodismo”, contaba él muy orgullosamente haciendo chistes refiriéndose a si hubiera ejercido como ingeniero. “No llegué a ejercer como ingeniero, menos mal para la salud de los edificios de Barranquilla, el virus del periodismo se me inoculó y ya son más de 40 años que llevo ejerciendo como periodista y la verdad he sido feliz en ello”.

Marco tiene una carrera extensa con muchas experiencias en el ámbito periodístico. Comenzó a trabajar en El Heraldo, en 1982, como reportero, en el año 1984 se desempeñó como corresponsal del periódico en la ciudad de Nueva York, retornando más adelante a Barranquilla hasta el año 1986 donde se le presentó la oportunidad de ejercer como periodista en España.

“No llegué a ejercer como ingeniero, menos mal para la salud de los edificios de Barranquilla, el virus del periodismo se me inoculó y ya son más de 40 años que llevo ejerciendo como periodista y la verdad he sido feliz en ello”.

Schwartz integró el famoso Kínder de Olguita junto a reconocidos periodistas en Colombia como Mauricio Vargas, Roberto Pombo, Ernesto McCausland ,entre otros, y afirmó haber tenido muchas personas importantes que lo influenciaron en su carrera como periodista. “Han sido muchos los que me han influenciado, yo empecé a ser periodista en el diario La Libertad donde estaba un grupo de periodistas que yo respetaba muchísimo, estaban Carlos J. Maria, Antonio Caballero Villa, Campo Elías Romero Fuenmayor, Gómez Sure y Ramon Baca, yo les llevaba poemas y cuentos para ver qué opinaban, ellos eran para mí mis ídolos”.

La entrevista transcurría con naturalidad, Marco apasionadamente contaba sus experiencias cuando empezó a ejercer como periodista y le tocó ir a Sitio Nuevo (Magdalena) con tan solo 23 años a hacer un trabajo de reportería sin ningún tipo de experiencia. Él relataba acerca de sus poemas, cuentos y qué significan ellos para él, también contaba lo que fue haber trabajado junto a personajes muy importantes en la historia de El Heraldo como Juan B. Renowitzky (en ese momento director del periódico), Olga Emiliani, subdirectora en ese entonces del periódico, y el gran Germán Vargas amigo íntimo de Gabriel García Márquez.

Marco Schwartz contó sobre sus tiempos en la prensa española y su cubrimiento en los preparativos de la guerra de Irak.

 

Schwartz trabajó como periodista durante 27 años en España. Mientras vivía en Madrid trabajó en el semanario Cambio 16 y en la revista El Siglo como jefe de internacional. Años más tarde ejerció como corresponsal diplomático del diario El Periódico de Catalunya siguiendo muy de cerca a los presidentes José María Aznar y José Luis Zapatero al ser él el responsable de la cobertura de la política exterior española. En 2008, Marco pasó a ser el subdirector de opinión  en el diario El Público hasta el año 2013 cuando volvió a Barranquilla para tomar las riendas de El Heraldo como el director del periódico.

Marco relató lo que habría sido la noticia de más impacto que escribió en toda su carrera periodística, la cual involucró el conflicto armado entre España y Marruecos por la Isla de Perejil que terminó en el cierre de sus fronteras entre estos dos países. “Me toco cubrir lo que habría sido la única guerra que ha tenido España en su historia, y todo por un pedazo de tierra donde solo habitaban cabras”, contó Marco con mucha emoción y entusiasmo.  Recuerda que dieron la noticia y no había pasado una hora cuando el mundo entero estaba hablando del conflicto, porque para aquella época estaba “caliente la relación entre Europa y el mundo islámico, a causa de los atentados del 911 (…) El periódico me mandó allá para ver qué pasaba. Llegaron periodistas de todas partes del mundoNew York TimesBBC, Liberación etc, a cubrir la tensión que había (…) Resulta que me fui a un barcito con mi fotógrafo, ya que las fronteras entre los dos países estaban cerradas y nadie podía entrar a Perejil, y ahí conocí a un guardia civil español el cual consiguió a un agente de frontera que nos dejó pasar al otro lado que nadie había podido pasar. Llegamos al pueblito de 20 habitantes que se encontraba a 50 metros de Perejil, hablamos con los habitantes y los soldados, tomamos fotos de lo que estaba pasando lo cual no era nada fuera de lo normal (…) Al día siguiente el periódico publica que estuvo en Perejil y vivió la situación del conflicto entre España y Marruecos mientras los demás periódicos del mundo solo publicaban que las fronteras estaban cerradas y que nadie podía pasar”, relataba Marco una de sus mejores experiencias a lo largo de su vida.

Schwartz siguió muy de cerca los movimientos del presidente José María Aznar que estuvo involucrado en uno de los sucesos más impactantes en la humanidad (La Guerra de Irak ocasionada después del famoso atentado a las torres gemelas). “Me tocó cubrir toda esa etapa de los preparativos para el conflicto armado. Estuve en ruedas de prensa y en charlas íntimas en Londres y Camp David con los presidentes Bush y Blair”.  Pero, en sus palabras, el momento más tensionante fue la experiencia de haber vivido la confirmación de la guerra por el presidente Bush. “Yo estuve en las Azores en la primera fila de la reunión, me acuerdo cuando los tres presidentes comparecieron y en su discurso Bush dice: ‘Mañana temblará el mundo’, de esos discursos que se te ponen los pelos de punta. Bush estaba cinco metros de donde yo me encontraba sentado”.

Todos estos sucesos a los periodistas en formación los ilusionan mucho, a quien no le gustaría cubrir una noticia de una gran magnitud en el mundo, pero Marco deja una enseñanza para todo aquel que ejercerá en el futuro esta profesión.“El buen periodismo se ve reflejado cuando tienes algo que contar, algo que cambiar. Yo creo que el buen periodismo es tener mucha curiosidad y mucha sensibilidad para oír en primer lugar y después para traducir eso en un relato”.

“El buen periodismo se ve reflejado cuando tienes algo que contar, algo que cambiar. Yo creo que el buen periodismo es tener mucha curiosidad y mucha sensibilidad para oír en primer lugar y después para traducir eso en un relato”

Marco deja su cargo como director del periódico después de 7 años al mando. Piensa retonar a España donde vivió gran parte de su vida, que lo siente como su verdadero hogar, “yo difícilmente dejaré de ser periodista porque a mí me apasiona este oficio, será muy difícil dejarlo siento mucha pasión por él”. Schwartz dejó abierta la posibilidad de nuevas novelas y obras literarias. “Quiero ordenarme, disciplinarme, que no me absorba para poder volver a otra faceta mía que es la literatura que la he tenido abandonada desde hace muchos años”. Todo indica que Marco Schwartz tiene mucho que mostrar.

De esta manera concluye la charla antes de la partida de Marco Schwartz al viejo continente. Él, muy confiado piensa que el periódico seguirá creciendo muchísimo más y que Erika Fontalvo hará una gran labor al frente del El Heraldo, periódico que hace 38 años acogió a un joven e inexperto periodista y que hoy lo despide como un gran líder, como un gran conocedor y como una gran persona.

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

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