Por: Ana Carolina Burgos Agámez
Ser consciente de que las curules, el estatus y el poder también se heredan lo sitúa como el que “va con toda por Montería”.
Marcos Daniel es heredero de una de las familias políticas con mayor antigüedad en Colombia: la familia Burgos. Su tatarabuelo, un general que hizo parte de la Guerra de los Mil Días, se destaca como jefe conservador en Ciénaga de Oro, Córdoba, a mediados del siglo XIX. Con el tiempo, los Burgos participan en distintos congresos y constituyentes, ganando así una resonancia en la política colombiana, un hecho que ya va por los 200 años.
Pero ahí no termina la herencia política. Marcos Daniel es hijo de Nora García Burgos, actual senadora de la República, quien cumplió un período en la Cámara de Representantes y dos en el Senado, con intenciones de retirarse para que su hijo tomara su lugar. Nora es hija de Amaury García Burgos, también senador, representante a la cámara, gobernador de Córdoba y exalcalde de Montería.
Marcos Daniel finalizó sus estudios en Administración de Empresas en la Universidad Sergio Arboleda en 2001, para luego cursar una especialización en Comunicación y Gestión Política en la Universidad Complutense de Madrid y un Máster en Acción Política y Participación Ciudadana en el Estado de Derecho de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid. Una formación que claramente buscaba prepararlo para continuar con la tradición familiar. Inició su trayectoria oficial como funcionario del ministerio de Interior durante la administración del expresidente Álvaro Uribe Vélez y tiempo después, se retiró para aspirar por primera vez a la alcaldía de Montería, en donde resultó ganador, dando inicio a la transformación de Montería gracias a su buena administración. En ese entonces, Uribe estuvo de su lado, posicionándose en el sabanal, corregimiento de Montería, en donde tiene una finca. Gracias a todas las inversiones ofrecidas por el expresidente y a la visión que tuvo Marcos de transformar la ciudad, fue reelegido como alcalde de Montería.
Durante sus campañas y mandatos, su mano derecha fue David Barguil. Tanto Marcos como su madre vieron mucho potencial en él, llevándolo así a la cámara de representantes. Tiempo después, Barguil se separa de Nora García e inicia un liderazgo propio para lanzarse al senado y así unirse a Carlos Ordosgoitia Sanin, actual alcalde de Montería. De igual forma, la candidatura de Barguil a la presidencia creó un fuerte interrogante entre las posibilidades de una reconciliación política.
Tras finalizada su segunda administración, Marcos Daniel fue capturado junto con Eduardo Correa Escaff ex consejero presidencial para las Regiones y exalcalde del municipio de Montería, y otros 6 funcionarios el 16 de junio de 2017. En un comunicado de prensa, la Fiscalía explicó que se encontraron irregularidades en los contratos para la remodelación del coliseo ‘Happy Lora’. A pesar de que fueron liberados ocho días después, también se investigó un convenio realizado el 25 de junio de 2012 entre el municipio de Montería y el Fondo Mixto para la Promoción del Deporte y la Gestión Social, por un valor de 12.500 millones de pesos, en donde se debía entregar el coliseo totalmente remodelado para realizar los juegos nacionales 2012, pero esto jamás sucedió. El escándalo no solo afectó la imagen del ex alcalde, sino también la de su madre, aún así, los expedientes del “happy lora” quedaron guardados y el caso quedó cerrado, por lo que Marcos siguió con su mandato de forma regular.
Para Marcos Daniel, el lanzarse al Senado es el siguiente paso para seguir manteniendo el nombre de su familia y de la trayectoria que han tenido por tantos años.
Perfil realizado como parte de la asignatura Periodismo II a cargo del Profesor Juan Pablo Ferro.
