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Por Natalia Medina Contreras – Foto de cabecera: El Tiempo 

¿Todas sus ponencias se han llevado a la corte y ha contado con el apoyo para que se lleven a buen término?

No, en estos trabajos uno entiende que muchas veces sus proyectos o sus opiniones son acogidos y en otros no. Cuando uno entiende que no tiene la razón en la decisión mayoritaria, hace lo que llamamos un “salvamento de voto”. Se aparta la decisión y se explica por qué se está apartando. Es otra manera de trabajar muy interesante porque implica ceder. Aprender a ceder en cada momento y aprender a imponer su criterio cuando es necesario. Es un juego interesante en ese sentido.

Todo es compañerismo de otra manera. Saber entender.

Sí, claro, pero compañerismo entre siete personas con diferentes criterios, diferentes ideologías, diferentes puntos de vista, muchos con egos y todo eso implica un trabajo personal para poder llevar a cabo las reuniones y las decisiones que son discusiones de un día completo o más de un día en lo que llamamos nosotros “La Sala de Decisión”. Nos reunimos y nos encerramos a trabajar todo el día, a tomar las decisiones.

Toma bastante tiempo

Si claro, claro.

¿Cuál es el área de la jurisprudencia que más le interesa?

Yo trabajo en el campo civil. Mi especialidad es conocida como “Civil, Comercial y Familia” que son las áreas manejadas por la Sala Civil de la Corte Suprema. Todo lo relacionado con los problemas de familia, los problemas patrimoniales entre las partes, los problemas económicos. Todo lo que tiene que ver con las relaciones comerciales y trabajamos también el tema agrario, el tema de tierras.

Veo que le interesa muchísimo el tema de familia. Tengo entendido que uno de sus reconocimientos está relacionado con esto.

Sí, claro. De hecho, trabajamos en la elaboración del Código del Menor y después trabajamos en la elaboración del actual Código de la Infancia y la Adolescencia. Trabajamos mucho en la preparación de las normas que sirven de regulación para los conflictos familiares.

 

Margarita Cabello. Foto: Zona Cero.

 

Con la gran responsabilidad inherente a su cargo, ¿cómo compensa y maneja la carga de estrés que generan algunos sucesos de la vida nacional?

Esa es la parte más difícil de todo este trabajo: el manejo del estrés por estar vinculados en todos los temas políticos, no de politiquería del país. El año pasado , por ejemplo, nos tocó trabajar mucho todo lo relativo al proceso de paz, emitir nuestras opiniones y manifestar en qué estábamos de acuerdo y en qué no y eso implica enfrentarnos a posiciones del ejecutivo, del legislativo en las que muchas veces no estamos de acuerdo. Pero, como Rama Judicial, nos toca dar la voz de equilibrio y de respeto a la institucionalidad.

¿Cómo ve el proceso de paz a futuro?

Ya lo hicimos, ya se hizo la primera parte. Nosotros no estuvimos muy de acuerdo con muchos de los procedimientos acordados, por eso no estuvimos. Como presidenta no estuve en Cartagena cuando se hizo el proceso de firma del Proceso de Paz, tampoco estuvimos en el teatro en Bogotá cuando se volvió a firmar, porque no estamos de acuerdo con su trámite, pero consideramos que hay que seguir adelante y debemos estar muy atentos a tomar las decisiones siempre bajo el criterio del respeto a la institucionalidad y el respeto a la Constitución.

 

¿Cuáles son las causas o los derechos individuales a los que ha dedicado más tiempo y que más le apasionan? 

Lo esencial es tener claro el concepto de familia, mientras tú tienes claro el concepto de familia puedes manejar las relaciones familiares propias de una manera adecuada, afable y armónica, el resto de las funciones o el ejercicio de las funciones que tengas que realizar se podría hacer bien. Si hay una desestabilidad en el núcleo familiar, en la esencia de la familia, hacia afuera todo no funciona bien. Entonces para mí, eso es el punto más importante. El otro, es el respeto por los valores. Si desde pequeño manejas respeto por los valores todo debe salir bien y debe fluir sin ningún problema.

¿Usted cómo se define personal y profesionalmente? 

El ser funcionario de la rama judicial implica ser una persona con un estilo de vida distinto. Los funcionarios de la rama judicial no son sólo empleados, sino que tienen que llevar un estilo de vida totalmente diferente, implica no solo ser sino parecer. Implica ser muy cuidadosos en el comportamiento tanto laboral como fuera de su área de trabajo e implica ser modelos y ejemplo hacia la sociedad para que haya tranquilidad en toda la comunidad. Se crea en la columna vertebral de una democracia dentro de un estado social de derecho como lo es la justicia. Entonces, hay que ser muy sencillos, muy respetuoso del otro, muy humilde en el andar y muy profundo en el vivir. Hay que leer mucho, estar muy pendiente de lo que es la vida y ser tranquilo, muy sereno y muy tranquilo para poder mirar y observar con la tranquilidad que se necesita para resolver de la mejor manera los conflictos sociales.

Saber manejar las injusticias…

Claro, el acceso a la justicia en un país pobre como el nuestro, el tema de las mujeres, el tema de los juegos minoritarios, todo eso hay que tenerlo pendiente y ser muy sensible ante eso para poder aplicar una verdadera justicia.

¿Cómo hace para encontrar un equilibrio de vida entre su trabajo y la vida personal y familiar?

El secreto es, cuando estés demasiado estresado, deja todo y vete con la familia. Con eso ya te recuperas un momentico y puedes volver al mundo de estrés permanente en que andas en este tipo de trabajos. Pero ese es el secreto, no hay necesidad de tanta bulla afuera sino simplemente el trabajo, que de por si es bastante fuerte, pero se escapa uno, se reúne con su familia, con su grupo y recupera energías. Para mí, pues lógicamente en una ida para barranquilla y una bañada en el mar es suficiente para recargarme y regresar a Bogotá a seguir con el trabajo.

Viene muy seguido a Barranquilla

Todas las veces que puedo.

Toda su familia está acá

Sí, claro que sí. Yo todas las veces que pueda estoy allá: un bañito de mar, un poquito de sol y llega uno recargado para regresarse a Bogotá. Todo se quita enseguida con un bañito de mar.

Margarita Valencia Cabello. Foto: El Heraldo.

 

 ¿Qué hobbies tiene? ¿Qué disfruta hacer en su tiempo libre?

Ya uno se vuelve tan tranquilo que lo que hace es cambiar de libro. Cambiar los libros de derecho a otra naturaleza te saque de contexto. Un funcionario de la Rama Judicial se obsesiona por la lectura.

¿Qué es lo que más le interesa leer?

Todo lo que no sea de derecho mientras estoy en descanso. Poesía, libros de actualidad, un poquito de filosofía, un poquito de libros livianos. Lo ayudan mucho a desesterarse un poco y a relajarse internamente.

De casualidad por tanta poesía que lee, ¿ha decidido escribirla?

Un funcionario judicial es escritor por naturaleza. Lo que pasa es que nunca muestra lo que hace, pero por ahí siempre tiene sus cosas escondidas.

¿Considera usted que tendríamos que agregar o aclarar algo en esta entrevista?

No, mira que un comunicador social tiene algo también de funcionario judicial. Entre más leen, entre más miren, entre más observen seguramente mejor les irá. El consejo es, nunca suelten un libro y si lo sueltan es para coger otro y seguro les irá bien.

Un comunicador social tiene mucha responsabilidad en sus manos. 

Si claro, un amigo decía que los medios de comunicación eran el cuarto poder yo lo corregí y le dije: estas equivocado, es el primer poder. Peligrosísima la responsabilidad ética que tienen en sus manos que no están cumpliendo a cabalidad hoy día. Es una de las grandes discusiones que tenemos con los medios de comunicación y que estoy liderando hace dos años. La responsabilidad de los medios de comunicación con la Rama Judicial es muy importante. Estamos en la famosa sociedad de conocimiento, donde todo se mueve por las redes y una mala noticia, una noticia equivocada puede des-institucionalizar un país, y es lo que está pasando hoy en día con los medios de comunicación y la justicia. Los medios de comunicación deben ser muy responsables y en ese sentido saber manejar y mostrar la noticia, porque de pronto se va la noticia para otro lado y lo que quieren hacer como un bien están haciéndolo como un mal, yéndose a los extremos. Es muy delicado.

En esto también entra el tema de la imparcialidad. 

Sí, deben ser imparciales, objetivos y cuidadosos porque a veces decir la verdad en un momento determinado no es lo adecuado por el impacto que cae o que acciona en la sociedad. Hasta eso hay que saber decir. Por eso, los medios de comunicación tienen que tener muchísimo cuidado porque la responsabilidad que tienen sobre el país es muy grande.

 

 

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