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No se decide si condenar a hombre que mató a un oso de anteojos por necesidad o no

En enero de 2016, un campesino de 45 años de edad llamado Luis Miguel Gómez mató a un oso Andino cerca del municipio de Junín en Cundinamarca. Un año después de este hecho, Gómez se convirtió en el primer colombiano en recibir una condena por matar a una especie en peligro de extinción. Dos años después de presentarse este acontecimiento volvió a suceder con la misma especie, esta vez por U´wa, un cazador indígena en la vereda Playas de Bojabá. Sin embargo, el cazador sustenta que lo hizo para alimentarse él y su familia.

No pasó mucho tiempo de que este caso salió a la luz generando voces con opiniones por doquier, al igual que un debate donde se pregunta si este cazador debe ser castigado como al colombiano de hace un par de años o no debido a su raíces culturales al igual que sus necesidades básicas.

Las autoridades ambientales se mantienen firmes de que no dejaran que este caso quede impugne y que debe haber una sanción a U’wa. Julia Miranda, directora de Parques Nacionales Naturales de Colombia, expresa que “fue un crimen de mucha crueldad y sin razón de ser, el hombre tiene que ser castigado por su delito”

Aunque se esté pidiendo una sanción al indígena, él pertenece a un cabildo donde se rige bajo la leyes de su comunidad y ahí se definirá si habrá castigo o no. Sin embargo, desde la ONIC (Organización Nacional Indígena de Colombia) afirman que el pueblo y familia de U’wa han tenido que sobrevivir con las uñas, ya que no cuentan con políticas públicas por parte del Estado donde se les pueda garantizar su sostenimiento.

“Se muere un oso y todo mundo brinca, pero los indígenas están una crisis de desnutrición y eso no parece importar. No estoy excusando la muerte del oso, no debió pasar, pero hay que entender que el hombre señalado no lo hizo por gusto sino por necesidad” afirmó el consejero de territorio de la ONIC, Felipe Rangel.“Es falso que Parques Nacionales venga a decir que ha habido pedagogía cuando no es así. Él no tenía conocimiento de que es una especie protegida, ellos están incomunicados. Esto va más allá y no hay garantías”

Por otro lado, también está la opinión de Ricardo Lozano, ministro de Ambiente, quien agrega que el indígena cazador y responsable de la muerte del oso hizo alfo inadmisible y atroz. “Rechazo y elevo mi voz como autoridad ambiental ante el cruel delito cometido contra otro oso de anteojos en las inmediaciones de Saravena, Arauca, cuyo hábitat era el Parque Nacional El Cocuy”

Martha Plazas, la directora de Corporinoquía, afirma que “este es un delito de gran magnitud que va en contra de la armonía con los recursos naturales”. Al igual, la funcionaria exigió respeto, cuidado y conservación por la fauna silvestre.

El oso posee garras que le permiten trepar a los árboles y se encuentran desde los 250 hasta los 3750 metros sobre el nivel del mar, abarcando hábitats incluyendo páramos. En el país hay alrededor de 8000 ejemplares que transitan por áreas muy grandes. Esta especie se encuentra a lo largo de la cordillera de los Andes, desde Venezuela hasta Bolivia, pasando por Colombia, Ecuador y Perú.

Foto:  @ParquesColombia

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