Por: Mariangel Bula Vélez
En el laboratorio de mercadeo de la Universidad del Norte se llevó a cabo una conferencia dictada por la periodista Daniela Hirschfeld. La expectativa provocada por su visita fue directamente proporcional a la paciencia y devoción del público que la ha seguido a lo largo de su prodigiosa carrera, en la rama del periodismo científico.
Los asistentes llegaron al laboratorio desde muy temprano para asegurarse un lugar en el evento, sin importar fila ni tráfico de personas en ese instante. Cualquier esfuerzo valía la pena con tal de disfrutar en vivo las palabras de esta periodista, expresando su máximo agrado hacia el periodismo científico, tema que la conmueve mucho.
Las puertas del laboratorio se abrieron quince minutos antes de las diez de la mañana y antes de las once ya no cabía ni un alma. Por el sitio desfilaba un caudal de seres humanos inquietos por encontrar un lugar dónde colocarse y disfrutar lo que podría ser la versión de un viaje periodístico hacia la comunicación institucional.
Pasadas las diez, cuando se dio la primera llamada, el enjambre de murmullos no cesaba pero era estable. A un cuarto de las once, presentaron un novedoso video que dejó mucho de qué hablar en el público. De inmediato, la periodista desenfundó la espada y como el mejor de los antiguos samuráis siguió su charla.
Con la pregunta “¿por qué hablar de algo que no sea periodismo científico?”, Daniela se empezaba alejar un poco de su marco de comunicación institucional, e inició hablando de la pasión que sentía por la ciencia y su relación con la comunicación.
Para ella el SER y el HACER van de la mano, comentando que “si sabes quién eres, puedes hacer lo que eres”. Al mencionar la frase, ocasionó gran impacto en todos los espectadores, pues empezaron a participar y opinar acerca de esta.
Minutos más tarde, Daniela finalizó su conferencia magistral repartiendo sabios consejos que, de ser aplicados al pie de la letra, podrían influir en la estabilidad emocional, física y espiritual de sus oyentes.
“Hay que cambiar y deshacernos del “Yo” que la familia y la sociedad nos ha creado”, dijo. “Hay que enfrentar nuestros miedos. Ahí está guardado todo. Pero no luches con ellos. Deja que ellos te venzan. Acéptalos. Cuando los aceptas ellos bailan alrededor tuyo y se convierten en tus aliados. Tú mismo te convertirás en uno de esos aliados”.
La conferencia llegó a su fin con dos frases que bien pueden enlazarse en una sola: “pocos pelos pero bien peinados. La infancia es destino”, sentenció la periodista.