Por. Karina Rivera
El pasado lunes 18 de marzo, a las 4:30 de la tarde se llevó a cabo el conversatorio de avances y retrocesos de las agendas de género y diversidad sexual, en casos de Alemania y Colombia.
Antes de la hora de inicio del conversatorio, pocos asistentes en una fila desarmada eran los que estaban a la espera, la mayoría eran jóvenes cuyas edades oscilaban entre los 17 y 25 años. Los cuatro panelistas expertos en materia de género y LGBTI+, llegaron minutos antes acordando de cómo se iba a desarrollar el tema, y presentándose entre ellos, tres colombianos: Wilson Castañeda, Diana Cubillos y Hunza Vargas, y en representación alemana, Anika Oettler.
Puntualmente todos entraron a la sala magistral, de manera que se esperó unos minutos que se terminara de llenar la sala. Pasado el tiempo, ya no había asientos en el recinto e incluso personas quedaron de pie entre pasillos, aprovechando cualquier oportunidad de que alguien saliera para sentarse.
En la apertura habla la representante de Fescol (Friedrich–Ebert–Stiftung en Colombia) que junto a la Universidad del Norte, se encargaron de hacer posible el espacio. Al pasar los panelistas al frente, cada quien tenía el reto de contestar tres preguntas. Entre ellos el moderador, Saruy Tolosa, manteniendo un orden en el desarrollo del conversatorio.
Los panelistas enmarcaron, desde cada perspectiva, el panorama de la reivindicación y luchas políticas de mujeres y colectivo LGBTI+ en Colombia, así como el contraste en relación a Alemania. Los panelistas colombianos plantearon desde el escenario del postconflicto su efecto en las agendas, la intensificación de la violencia y el papel de la JEP (jurisdicción especial para la paz).
Por su parte, Anika Oettler afirmó que en Alemania claramente se vive otra situación, pero hace referencia a cómo fue después de la Segunda Guerra Mundial, y que a partir de la reivindicación de las mujeres, otros colectivos empezaron a unirse, y el gran peso que tiene la ciudadanía en estos cambios. Ella con un poco de dificultad al expresarse por la barrera del idioma pero su mensaje fue claro, y sostenía un libro de guía donde estaban todas sus anotaciones.
El público durante casi dos horas en la duración del conversatorio, mantuvo una gran atención, unos apuntaban, otros no despegaban su mirada de al frente y un asistente en particular dibujó en forma de historieta todo lo que se desarrolló, caricaturas de cada panelista. Una forma para el de conmemorar las palabras dichas en dibujos, que al finalizar fue uno de los últimos en salir para mostrar las caricaturas.
Para finalizar el evento, dieron respuestas a cuestionamientos de la audiencia, la mayoría de las preguntas con una temática central, plantear soluciones a los retrocesos en las agendas de mujeres y LGTBI+ en Colombia. Sobre esto, los panelista aseguraron que todo empieza desde la transformación de la ciudadanía y la inclusión de las personas.
Aseguraron la importancia de estos espacios, sobre todo para que los jóvenes se integren con estos temas. Fascinados los panelistas de la grata asistencia. De manera rápida al culminar el evento la audiencia salió satisfecha, y dialogando respecto al tema tratado. Entre esos diálogos finales “estos espacios deberían darse más a menudo”.