Escrito por: Nellvis Acevedo Orejarena
El amor ¿alguna vez han experimentado algo tan fuerte como el amor? Ese tipo de emoción que te deja sin palabras para expresar lo que sientes por una persona, porque crees que no son suficientes para representar tus sentimientos. Iniciamos este mes de septiembre, el mes del amor, con una recomendación cinematográfica para que veas con esa persona especial, quien sabe, capaz y podrías demostrarle a esa persona que podrías ir hasta Marte por ellos si es necesario.
La película estadounidense “El espacio entre nosotros” o como se le conoce en su idioma original “The space between us” dirigida por Peter Chelsom nos cae como anillo al dedo para comenzar este mes del amor y la amistad. Sin importar si eres un verdadero conocedor de lo que es el amor o un simple principiante sin experiencia, esta cinta es para ti.
La historia comienza con Nathaniel Shepard, quien es el CEO de Genesis, una empresa que está a punto de lanzar su primera misión para civilizar Marte. ¿el problema? La astronauta principal, Sarah Elliot se entera que esta embarazada durante el viaje y muere dando a luz a su hijo, Gardner Elliot, convirtiéndolo en el único ser humano nacido en Marte.
16 años después, Gardner crece con una educación un poco peculiar, pero sin detenerlo de ser un niño soñador y muy inteligente, por lo mismo decide emprender una misión hacia la tierra para conocer quién es su padre biológico.
Hasta ahora, la película nos muestra un aestethic bastante espacial, los efectos especiales de una vida en marte y las capsulas en las que viven los astronautas es una imagen poco convencional a la que se suele ver en el cine. Tiene una iluminación tan clara y seca que nos deja tan claro como se siente Gardner con el espacio, se siente solo.
La astronauta, Kendra Wyndham, es la única figura materna con la que Gardner cuenta. Ella se comunica con Nathaniel para ayudar al chico a conocer y regresar a la tierra sin saber cuáles son sus verdaderas intenciones. La NASA emprende una misión para traer a Gardner a la tierra.
Pero, hasta ahora ¿Dónde está el romance en la película? Aquí es donde entra Tulsa. Ella es una chica de Colorado que se la ha pasado siempre en lugares de acogida y conoce a Gardner a través de un grupo en línea. Ellos nunca se han visto en persona, porque Gardner le dice que vive encerrado en su sótano debido a una enfermedad en sus huesos.
En esta parte de la cinta es donde verdaderamente vemos la influencia de los colores. Nos muestran una tierra llena de vida, naturaleza y colores por todos lados, lo contrario a lo que se puede ver con la vida de Gardner en Marte. Además del aumento del volumen, en Marte todo es más silencioso, pulcro y elegante, en cambio en la tierra todo es más ruidoso y desordenado.
Gardner llega a la tierra y tiene que someterse a muchos tratamientos y cirugías para poder adaptarse al aire de la tierra, por lo que queda en cuarentena en la NASA, pero al enterarse que sin importar que hagan, su cuerpo no es apto para vivir en la tierra, decide escaparse para buscar a Tulsa y que lo ayude a buscar a su papá.
Aquí es donde empieza mi parte favorita. Vemos la personalidad de nuestros protagonistas desenvolviéndose en ambientes totalmente desconocidos para ellos y a desarrollar sentimientos tan fuertes que no llegan a ver qué es, pero al fin y al cabo son niños, todo es parte de la experiencia.
A medida que Gardner y Tulsa escapan de los agentes especiales de la NASA que intentan atrapar al chico, es inevitable la cantidad de aventuras ilógicas por las que tendrán que pasar ¿Cómo alguien que nunca se ha sentido amada va a mostrarle el mundo al chico más extraño que ha visto en su vida? Puede que ambos encuentren respuestas a cosas de las que ni siquiera tenían preguntas.
A medida que la película va avanzando se demuestra constantemente como el ambiente cinematográfico se adapta a los sentimientos y experiencias de Gardner en la tierra, vemos colores cada vez más vivos y coloridos al igual que la felicidad que Gardner siente de conocer la tierra, sin perder los movimientos rápidos de cámara mostrando la adrenalina que siente él al vivir esta nueva vida en la tierra.
El soundtrack de la película tampoco se queda atrás. Canciones como “Fire and The Flood” de Vance Joy y “Let It Go” de Jamey Bay son las que nos permiten conectar por completo con las emociones de los personajes hasta el punto de sentir de que alguien nos puede llegar a sacudir nuestro mundo como lo han hecho Gardner y Tulsa.
Definitivamente, esta película es algo totalmente fuera de la rutina de lo que hemos visto en los clichés románticos. Probablemente nunca pensamos que veríamos a un chico de 16 años nacido en Marte, enamorarse de una chica de la tierra, todo antes de que su estancia en este planeta llegue a su fin. Espero que, si tienen la oportunidad, la vean con las personas que aprecian en su vida y quien sabe, tal vez alguien también sea capaz de atravesar un mundo entero para enamorarte.
