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Por Alejandro Rocha

Foto: Reuters

El plan para convertir la Saudi Pro League en una de las mejores ligas del mundo más que una realidad parece ser una amenaza para el fútbol europeo y los intereses de la nación. El país de Medio Oriente está realizando un desembolso exorbitante en su competición que emprendió marcha a inicios de mes, sembrando un interés y una atracción deportiva jamás antes vista en este continente. Sin embargo, ¿por qué Arabia Saudí está gastando una fortuna en el deporte?

Con un mercado de fichajes ilimitado desde la contratación de Cristiano Ronaldo al Al Nassr. La liga Saudí ha superado los mil millones de euros en este mercado, recibiendo una cantidad inmoderada de jugadores de talla mundial como Neymar, Benzema, Sadio Mané, entre otros, instalando a esta competencia en el radar del fútbol mundial.

Génesis del balompié Saudí

El Mundial de Estados Unidos 94, en el que Arabia gozó de su debut y mejor participación en la historia, representó la primera chispa de descubrimiento de la magnitud y gran lucro del fútbol a nivel global. De esa década a la actualidad, el crecimiento de la economía del país ha sido inmenso gracias a los pozos petroleros generando dependencia de este.

Los movimientos de la Pro League son parte del Proyecto Visión 2030 en cabeza del príncipe heredero del país Muhammad bin Salman. El principal objetivo de este plan es diversificar la economía del país, transformando la percepción que rodea a este reino. Esto explica sus posibles candidaturas a futuros Mundiales de Fútbol y Juegos Olímpicos.

Estas intervenciones por parte del Estado a los cuatro grandes de esta región: Al Nassr, Al Hilal, Al Ahli y Al Itthad, solo representan una pequeña parte de la inversión para hacer la liga más competitiva. La intrusión no solo ha tenido incidencia local, sino que también ha amenazado a la Premier League en clubes como Newcastle y Chelsea. Incluso el técnico catalán Pep Guardiola ha centrado su atención en esta intervención económica.

“No sé cuánto más podrán sostener estos fichajes, pero la sensación es que han llegado para quedarse. Los jugadores quieren experimentar el jugar en Arabia Saudí y pueden hacerlo”

Pep Guardiola.
Fanáticos del Al Nassr / Associated Press Images

Más allá de los Intereses Geopolíticos

La más reciente Copa del Mundo realizada en Qatar significó un golpe agudo en el ego saudí. La constante enemistad y tensión política de ambos países se vio intensificada con el anuncio de que este país, mucho más pequeño que Arabia, lograra organizar un mundial antes que ellos. Un mundial en el que el negoció pasó por encima de todo, habiendo más muertes por causas laborales que minutos disputado.

Arabia Saudí puede afrontar las complicaciones que sufrió el experimento en China. Un fracaso multimillonario que tuvo como finalidad convertir al fútbol de este país en una superpotencia mundial. Sin embargo, son casos muy distintos. En este caso el respaldo del Estado a la liga suplirá lo que impidió el proyecto chino, que pasó del despilfarro de dinero a la bancarrota.

¿Qué nos depara el futuro?

Actualmente, la Saudi Pro League sigue con su plan de convertirse en una de las mejores y más competitivas ligas del mundo. No sabremos si el trasfondo de este plan va dirigido para diversificar su economía o de una operación de restaurar su imagen antes los países de occidente. Pero lo que si es una realidad es que la entrada de Arabia Saudí en el deporte promete tener un profundo impacto en el mundo.

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