[wpdts-date-time]  

Por Marialexandra Arango, María Camila Arango, María José Correa, Gabriela Daza, Kerolayn Hernández y Adriana Liñán 

La vulneración de derechos en las invasiones de Puerto Colombia ha servido como fachada para ocultar el panorama de líos de tierras.

En la plaza de Puerto Colombia se respira un aire nuevo con la renovación de su muelle y las exhibiciones constantes en la Casa de la Cultura. Esta plaza de colores embellece el municipio y acoge a turistas, pero al otro lado hay un panorama totalmente diferente.

Desde la loma de Puerto Colombia se pueden divisar los interminables cerros acechados por el fantasma de la pobreza y la escasez. Partiendo de la Alcaldía, por toda la Carrera 5a, a 19 minutos caminando y luego de atravesar una trocha; se encuentra el cerro Cupino, lugar de invasiones y hogar de muchas familias. 

El único acceso es un camino de barro, empinado y resbaloso. Los techos de las casas están hechos de bolsas y materiales rescatados de las basuras. Las mejores casas están construidas con tablas. La escasez es evidente. Las personas no cuentan con agua, tienen que bajar al municipio a buscarla o esperar a que puedan comprarla, no tienen energía eléctrica, no tienen acceso a la educación, hay desempleo, no cuentan con una vivienda digna y, cuando llueve, quedan totalmente incomunicados, sin poder salir a buscar sustento. 

“Es mala la situación en la que vivimos, nos tienen en el olvido. Nosotros mismos, como personas guerreras que somos, buscamos la forma y la manera de subsistir”, manifestó Alexandra Lourdes, habitante de las invasiones.

Foto tomada de El Heraldo

Luego de un año de haber desalojado las invasiones, estas volvieron a ser ocupadas. Los habitantes de Puerto Colombia afirmaron que estas son recientes; sin embargo, han avanzado con celeridad, al punto que ya se han construido varias viviendas en un sector considerado de interés público y que se encuentra en jurisdicción de la Dimar. Actualmente, hay 33 investigaciones abiertas por invasiones de bienes de uso público en el departamento del Atlántico. 

“Este tipo de prácticas deshonestas perjudican el desarrollo y crecimiento de la ciudad y el departamento, lo que podría afectar en gran medida, si esto sigue en la impunidad, la construcción de urbanizaciones y, por ende, la calidad de vida de los ciudadanos que esperan en el corto plazo, más proyectos urbanísticos donde invertir”, aseguraron agentes de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol) Atlántico, en una entrevista realizada por el periódico El Heraldo. 

De la misma manera, las invasiones de Puerto Colombia han servido como fachada para ocultar el creciente panorama de líos de tierras en el municipio. Este fenómeno es atribuido a diferentes grupos armados como el Clan del Golfo e incluso se han visto involucrados funcionarios públicos. 

“Hay bandas criminales que como lo decía la Fiscalía, inclusive el ‘Clan del Golfo’ estaba tratando de apoderarse de unas tierras”, aseguró Jaime Pumarejo, alcalde de Barranquilla, el 11 de noviembre de 2021 en una reunión entre altos gobernantes locales y funcionarios de orden nacional. También dijo que las mafias operan tanto dentro como fuera del Estado y sus objetivos son la extorsión y las construcciones ilegales. 

Puerto Colombia es uno de los principales municipios del Atlántico que más reportan casos de despojo ilegal de tierras, según un informe de Infobae. En el último periodo del año 2021, se conoció que el Clan del Golfo estaría detrás de esta problemática. 

Dicha información fue expuesta por la Fiscalía en medio de las audiencias preliminares en contra de integrantes de este grupo armado. Posteriormente, la organización criminal también fue acusada por parte de la Fiscalía de ser la principal responsable de las amenazas que obligaron la renuncia del ex secretario de Gobierno de Puerto Colombia, Leonel Morrón, el 4 de octubre de 2021. 

La Policía Metropolitana de Barranquilla capturó el 16 de noviembre de 2021 a 10 integrantes del Clan del Golfo, los cuales estaban detrás del despojo de tierras y actividades delictivas en la zona de Puerto Colombia. 

Foto tomada de El Heraldo

En todo este panorama, se han visto afectados tanto colombianos como venezolanos. En el cerro Cupino se encuentra Bellavista, uno de los lugares de Puerto Colombia que ha sido hogar para muchos venezolanos, quienes han construido viviendas y una comunidad en cierto modo sólida a lo largo de los años. Desde 2019 hay 6.297 venezolanos en Puerto Colombia, a causa de las circunstancias derivadas de la pandemia y la constante problemática en su país. 

Esta situación ha causado un fenómeno de pobreza extrema, dejando ver la verdadera cara de la moneda; donde colombianos y venezolanos han tenido que enfrentar los demonios del hambre, la escasez, la falta de oportunidades laborales y la privación de la educación. 

Del sin fin de denuncias que surgen a causa de las invasiones, el 12 de noviembre de 2021, 25 ciudadanos de distintos municipios del Atlántico lograron exponer su inconformidad y fueron escuchados por la Jefe del Ministerio Público. 

“A la ciudadanía hay que protegerla y esa impotencia que me han demostrado hoy frente a las instituciones, hay que solucionarlas”, afirmó la procuradora Margarita Cabello Blanco. 

Entre los habitantes de Puerto Colombia el sentimiento es unificado, todos esperan que las palabras no se las lleve el viento que corre por la plaza. 

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

elpunto@uninorte.edu.co