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Por Wendy Clavijo

Dicen que el presidente está humillando al país con el acuerdo de paz, pero la realidad es que no hay nada más humillante que la guerra.  Quienes han sufrido en carne propia la muerte de un padre o una madre, el despoje de sus casas o el reclutamiento de un familiar están dispuestos a perdonar e iniciar la lucha por un nuevo país ¿Por qué tú, que no has sufrido en carne propia lo que realmente ha sido esta guerra, te empeñas en vengar lo que no te ha pasado?

Colombia ha vivido más de 50 años en conflicto, 50 años en que miles de familias han sido afectadas de múltiples maneras; 50 años que llevamos dándonos plomo con esa gente y no ha servido de nada. Somos el país latinoamericano con el conflicto interno más largo de la historia, el segundo país con mayor número de desplazados a causa de la guerra después de Siria ¿cómo es posible que aún hay quienes prevean la posibilidad de que seguir la guerra es la solución?

Por estos días decidí cambiar mi perspectiva del conflicto, dejar de verlo tan ajeno e involucrarme un poco. El instinto humano es sentir apatía con otro, quise conversar entonces con algunas víctimas directas y estudiar su posición frente al plebiscito. En la búsqueda de fuentes publiqué en mi perfil de Facebook y en varios grupos del país que buscaba quienes me pudieran hablar del tema. Al principio solo para escribir un guion, luego para reforzar mi voto y por último tal vez para escribir algo como esto. Para mi sorpresa los mensajes empezaron a llegar y las voces que han silenciado tanto aclamaban ser escuchadas, el tema del conflicto terminó siendo más difícil de tratar para mí que para ellos, lo cual de una u otra manera me hizo sentir orgullosa de cuan fuerte puede llegar a ser una persona.

En total fueron 20 personas quienes sin yo hablarles directamente, me escribían o llamaban para contarme su historia. Algunas entrevistas fueron en persona y otras por teléfono, pero cada palabra que escuchaba o leía proveniente de las víctimas me daban más motivos para querer parar esta guerra.  De las 20 víctimas entrevistadas 19 dicen que votaran por el Si este 2 de octubre alegando que prefieren la tranquilidad que la venganza y mencionando que ya sus muertos no pueden ser revividos, pero si podemos evitar más asesinatos.

Hijos que vieron morir a sus padres, niños que a los tres años tuvieron armas apuntado su cabeza, víctimas que mencionaban apagones que sucedían en su pueblo y cuando la luz regresaba ya se habían llevado a varios jóvenes para el monte, abuelos que recuerdan las fincas que les arrebataron, personas que aprendieron a ver los asesinatos como parte de su diario vivir, mencionan que incluso teniendo a su victimario enfrente lo perdonarían y que para remediar todo lo que ya se hizo solo basta con que nadie más sufra lo que ellos han sufrido y sentirán que hasta valió la pena.

Creo que el voto por el NO es la muestra de que el país está acostumbrado a odiar, todos hablan de la impunidad y todas esas ideas que la oposición se ha encargado de resaltar para argumentar su punto, pero no se dan cuenta de que esos argumentos están alimentados de odios y sed de venganza como decía una de las víctimas entrevistadas “ojo por ojo y la humanidad terminara ciega” alguien debe parar esta cadena de odio y está en nuestras manos hacerlo.

Para equilibrar un poco la balanza quise hablar también con personas que como yo lo que conocen del conflicto es lo que los medios han mostrado. Paradójicamente en este grupo de entrevistas me encontré a más personas en contra del plebiscito repitiendo el mismo discurso que el Centro Democrático Alternativo y su “pedagogía por el NO” se han encargado de exponer. Mencionaban la impunidad y el tema del dinero.

No olvidemos que las FARC no se están entregando, esto es una negociación, un diálogo de paz donde ambas partes llegan a un acuerdo, y acudiendo al significado de “acuerdo” la RAE la define como “convenio entre dos o más partes”. Un convenio de 297 páginas que ya puedes descargar y leerlo.

Las FARC dejaran de existir como grupo y serán individuales que, como tú y como y, se formaran dejando atrás lo que se hizo y empezando una nueva vida.

Los colombianos a favor del NO exigen que todos los desmovilizados vayan a la cárcel y reciban el castigo que se “merecen”, lo coloco entre comillas porque vivimos en un país muy religioso en su mayoría, un país que realiza marchas cuando sienten que sus leyes divinas han sido violentadas pero que se olvidan que dentro de su credo el único que puede juzgar es Dios, parece que ahora todos somos jueces y que no hay nada más importante a que se paguen todos los pecados y delitos.

Es increíble e incluso aún no logro entender, como existe tanto odio en esas personas que solo han visto novelas de guerrilleros y que esos que crecieron entre las balas, sueñen con que este 2 de octubre gane el SI.

El plebiscito no va a medir quien tiene más poder, esta decisión no es un Santos Vs. Uribe y tampoco es una encuesta para ver que tales serán las elecciones en el 2018. Este 2 de octubre vamos a votar por la decisión más importante que como colombianos enfrentaremos y es vital entender que la decisión no puede depender del político al que se apoya, debe depender de lo que se crea mejor para el país y para saber eso, es necesario leerse las 297 páginas del acuerdo.

Antes de ir a votar recuerda que la única justicia no es la cárcel y pregúntate ¿Es más importante la venganza que la tranquilidad de una persona?

 

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