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Por: Dido Polo Monterrosa

¿Es esta la paz estable y duradera que querías, Santrich? ¿tenías todo fríamente calculado? ¿te burlaste del proceso de paz? Y algo aún más importante, ¿le haces mofa a la esperanza de paz de todo un pueblo?

Tras el repentino abandono del esquema de seguridad de Seuxis Pausias Hernández, alias Jesús Santrich, el pasado 30 de junio en un espacio de reincorporación en Tierra Grata, en La Paz, César, todos los colombianos estamos a la expectativa del paradero del exjefe guerrillero y representante del Congreso por el sinsabor que le deja al proceso de paz.

Su desaparición ha provocado todo tipo de reclamos por aquellos 6,4 millones de colombianos que nunca estuvieron de acuerdo y votaron NO en el plebiscito del año 2016 a la pregunta “¿apoya usted el acuerdo final para la terminación del conflicto y la construcción de una paz estable y duradera?”. 

Aquella paz estable y duradera por la que trabajó arduamente el expresidente Juan Manuel Santos durante su mandato, hoy se ve afectada por la falta de compromiso de Jesús Santrich que se aprovechó de los privilegios que recibió por el acuerdo para fugarse de la justicia y así mismo poner en jaque a aquellos que hemos defendido el proceso de paz desde sus inicios.

Santrich ha traicionado a su propia gente. El mismo Rodrigo Londoño, ahora líder del partido Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, ha condenado las actitudes de su excompañero y le ha pedido que reaparezca y responda ante los asuntos judiciales que tiene pendiente con la justicia colombiana.

Es de entender el rechazo y preocupación de Londoño, más conocido como Timochenko, ya que “por justos pagan pecadores”, y aunque sean más los excombatientes que quieren la paz, el acto de Santrich se convierte en un justificante del gobierno en curso (enemigo del proceso de paz) para hacer creer que nada de lo que se ha venido haciendo en la JEP vale la pena, y es aceptable, por lo menos hasta que se conozca el paradero del exguerrillero. 

Por otro lado, el procurador general de la Nación, Fernando Carrillo, fue uno de los primeros en solicitar a la Corte Suprema de Justicia que se expida una orden de captura para el exguerrillero: “Jesús Santrich se ha burlado de la justicia, de las víctimas y de aquellos que han creído en la paz.

Por eso la Procuraduría General de la Nación solicitó de nuevo a la Sala de Instrucción la expedición de una orden de captura en su contra”.

Mediante un comunicado, la Sala de Instrucción ordenó la captura del exguerrillero para rendir indagatoria ante el caso de narcotráfico por el cual es procesado.

Esta orden será remitida a la oficina de Interpol en el país para que emita la circular roja de búsqueda, que permite la captura de Santrich en cualquier país donde funcione esta entidad.

Mientras tanto Jesús Santrich no se ha pronunciado. Sigue completamente desaparecido, se rumora que cruzó la frontera con Venezuela para así encontrarse con Iván Márquez y que podría estar buscando asilo político en ese país. Lo cierto es que estamos a la espera de que aparezca, aún con la esperanza de que se va a cumplir el acuerdo de paz que tanto soñamos. 

Tras haber faltado a una audiencia judicial este martes por la mañana, Seuxis Paucias, nombre de pila de Jesús Santrich, fue citado nuevamente el próximo 29 de julio ante la Jurisdicción Especial para la Paz.

De incumplir esa cita, puede perder los beneficios jurídicos del acuerdo que le garantiza a unos 13.000 exguerrilleros el tránsito a la vida civil. 

¿Es esta la paz estable y duradera que querías, Santrich? ¿tenías todo fríamente calculado? ¿te burlaste del proceso de paz? Y algo aún más importante, ¿le haces mofa a la esperanza de paz de todo un pueblo?

Si la respuesta es no, los colombianos te estamos esperando aún con fe porque seguimos creyendo en la paz de Colombia.

Si al contrario, la respuesta es sí, déjanos decirte que: ¡Nos decepcionaste, Santrich!

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Soy estudiante de 9º semestre de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Me apasiona el periodismo multimedia y los medios digitales porque me permiten contar historias desde cualquier formato: escrito, audiovisual y sonoro.

didop@uninorte.edu.co