Texto y foto por: Sara Correa Banquez.
Impulsados por una gran pasión Gunter Strigl y William Escaf finalmente abren su bar. Hoy Gunter nos cuenta el éxito que ha tenido Oveja negra en la industria cervecera.
Sonriente nos abre la puerta de su bar. Se trata de Gunter Strigl, el propietario de Oveja Negra, quien nos cuenta que el deseo de producir cervezas artesanales viene de la pasión que tiene por esta bebida tanto él como su socio, William Escaf. Inicialmente su socio compró un libro de recetas de cervezas y empezó a experimentar en su casa. Su socio las preparaba y él las probaba e iban mejorando la fórmula.
Las cervezas de Oveja Negra empezaron a elaborarse en marzo de 2017 en una fábrica de producción de la capital del Atlántico. En sus inicios se comercializaban en bares y restaurantes de Barranquilla y tanto fue el éxito que alcanzaron a llegar a otras ciudades de la Región Caribe. A raíz de la pandemia y el descenso en las ventas, Oveja Negra tuvo que cerrar su planta de producción.
Oveja Negra es el nombre que lleva el pub que abrió sus puertas en noviembre de 2019 en Villa Campestre, a las afueras de Barranquilla. Aunque en la ciudad hay alrededor de seis cervecerías artesanales, la propuesta de Strigl y Escaf siempre ha buscado ser diferente en todos los aspectos buscando ofrecer a sus clientes una experiencia con una inmersión total en los bares de Estados Unidos.Gunter resalta que es un bar distinto porque no suena música local. Por lo general colocan todo tipo de rock, para que las personas puedan sentir y vivir la experiencia completa de un bar extranjero.
El confinamiento durante la pandemia del Covid-19 significó un cambio en la dinámica del bar y la producción de las cervezas. Gunter y su equipo recurrieron, como muchos negocios, a la venta a domicilio para “sobrellevar la crisis” con la esperanza de que la situación fuera mejorando paulatinamente.
Gunter Stringl y su socio William Escaf.
Cayena cerveza insignia de Oveja Negra.
Etiqueta de Cayena.
Actualmente las cervezas son producidas por otra empresa para ellos. En el bar se ofrecen tres cervezas artesanales propias (Cayena, AI PI EI y Rote Baron) y tres cervezas invitadas de otros bares de Colombia. En cuanto al proceso de creación de las bebidas, Gunter nos dice que “todas llevan prácticamente los mismos ingredientes, pero de distinta forma y de distintos tipos (…) hay diferentes lúpulos, cebadas y maltas. Más o menos así es como se van creando los distintos sabores”.
Cayena es el nombre que recibe la cerveza insignia de Oveja Negra, hace alusión a la flor símbolo del Carnaval de Barranquilla. Es una cerveza rubia, estilo Blonde Ale, con unas notas cítricas y un poco de jengibre, un sabor tropical, que representa la diversidad de la capital del Atlántico. “AI PI EI” un estilo India Pale Ale, bastante lupulada, con un sabor amargo, pero aroma cítrico y frutal, tiene cuatro tipos de malta y lúpulos bien balanceados. “Rote Baron” es una cerveza vice beer alemana, hecha a base de malta de trigo con un toque de clavos de olor y un poco de chicle.
Mientras se acomoda en la silla, Strigl reconoce que lo más difícil de emprender en la industria cervecera es vender y saber llegarle a la gente. “Producir y montar como tal el emprendimiento es difícil, pero no imposible. Puede que tu tengas un producto excelente, pero si no sabes llegarle a la gente, no vendes.” También destaca que para llegar a la gente, él hace uso de las redes sociales para darse a conocer.
Como todo buen emprendedor optimista, después de la pandemia espera la recuperación del negocio para volver a abrir la planta, capitalizar la marca y expandir sus cervezas por toda Colombia.
