Muchos son los objetos utilizados como amuletos de buena suerte o protección. Uno de ellos son las manillas que representan una aseguranza, y son puestas a los niños recién nacidos para protegerlos de las malas energías o “mal de ojo”, como suelen decir algunos padres de familia.
Las aseguranzas, más que todo, son creencias indígenas que simbolizan un tipo de protección divina contra fuerzas del mal. Muchas personas que visitan lugares habitados por tribus indígenas, quienes consideran que no pueden regresar a casa sin antes llevar consigo una aseguranza realizada por manos de indígenas y bendecidas por el mismo.
Personajes como el expresidente Álvaro Uribe, Andrés Pastrana, Bill Clinton, Carlos Vives, el Pibe Valderrama, y muchos más hacen parte de la extensa lista de personas que lucen en la muñeca o tobillo una aseguranza.
Sin embargo hay personas que no creen en este tipo de protección o creen que es una mala práctica. “Cuando mi hijo nació, la abuela le obsequió una manilla de aseguranza, pero no estuve de acuerdo en ponérsela”. Particularmente Melisa Pérez piensa que las aseguranzas son ataduras las cuales, en vez de brindarle protección a la personam aprisionan el espíritu, y no los deja ser libres. “Solo confío en dios, él es el único que puede proteger a mi hijo de cualquier mal de este mundo”, expresó Melisa.
También hay personas que con el pasar del tiempo pueden cambiar de opinión respecto de las aseguranzas, como le sucedió a Neber de la Rosa, quien creía que las aseguranzas eran algo bueno; de hecho, a él cuando niño le pusieron una. “Era muy bonita, roja con negra, me acuerdo, pero cuando crecí me la quité. Mi mamá me decía que yo era muy enfermizo, y casi me muero por un mal de ojo, por eso decidió ponerme una manilita para protegerme”.
Aunque Neber sabe que efectivamente si puede haber cierto tipo de energía en las aseguranzas que sirvan de protección, luego de enterarse que un familiar lejano estaba en agonía y no podía morir por el hecho de estar asegurado con una manilla que tenía un poderoso rezo, y que solo se podía romper con una oración secreta dicha al revés, por lo cual pensó que una protección de ese tipo no podía ser buena. Después de tanto tiempo reflexionó sobre el día en que le toque partir de este mundo y dijo: “ será que cuando me muera agonizaré por haberme puesto una aseguranza”.