Por: Lucía Arrázola
Saltarse la valla, caminar hasta el cementerio, cruzar la 51B. Estas son algunas de las técnicas que utilizan los uninorteños para no tener que cruzar el puente peatonal, poniendo en riesgo su vida y la de otras personas. Algunos justifican que es por la mala pavimentación, otros por falta de tiempo o simple pereza. Sin embargo, lo que puede ahorrar tiempo, puede tener consecuencias más grandes que unos minutos perdidos.
La Universidad del Norte ha tomado medidas para contrarrestar esta situación, incluyendo jornadas pedagógicas para incentivar el uso del puente, arreglos a su infraestructura, limitando el paso por la carretera con vayas y desarrollando campañas de concientización. “Yo antes no utilizaba el puente, porque me parecía muy tedioso y a veces me dejaba muy apartado”, comentó Sebastián Merlano, estudiante de segundo semestre. “Pero desde que asfaltaron las vallas me he visto obligado a hacerlo, y me he dado cuenta que es mucho más seguro”.
Los estudiantes que regularmente utilizan el puente aseguran que es la manera más segura de cruzar, y que es parte de su deber cívico como ciudadanos y estudiantes. “Utilizo el puente porque es una institución que pretende evitar accidentes y ayudar con el tráfico”, explicó Freddy Andrade, estudiante de tercer semestre. Esta convicción cada vez es más común, resultando en un aumento de universitarios que deciden cruzar el puente, ya sea porque se han visto obligados o porque han entendido que verdaderamente es la mejor manera de pasar al otro lado sin poner en riesgo sus vidas.
A pesar de todo lo anterior, el problema todavía no está erradicado. Aunque antes el número de estudiantes que no utilizaban el puente era mayor, todavía hay personas que prefieren cruzar la calle. Las razones que manifiestan aquellos que siguen evadiendo la plataforma es la falta de tiempo que tienen, argumentándolo con el hecho de la lejanía del puente con respecto a los negocios que se encuentran del otro lado. Además, comentan que para regresar les toca caminar por la cuneta, lo cual los pone en riesgo de caídas y accidentes. “En mi carrera me toca sacar muchas fotocopias, y cruzar por el puente me deja muy alejada y me toma mucho tiempo”, comentó una estudiante de medicina. “Por eso a veces prefiero saltarme el puente.”
Los riesgos de no tomar el puente peatonal pesan más que las inconveniencias, y aunque faltan arreglos al puente, siempre será la manera más segura de cruzar la calle.
Foto: http://www.uninorte.edu.co/web/nrc/noticia?articleId=12132813&groupId=12098531