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Por: Karolays Santiago | Foto: Helados para Perro Canelo

Sobre la historia flota el interrogante de si en realidad existió el fraude o se trata de un malentendido entre las partes. EL PUNTO dialogó con Animalatón, la compañía heladera y María Ángel Navarro, señalada de vender los productos sin autorización, quienes dieron su versión de los hechos.

Hace una semana se desató una polémica por presuntos fraudes de suplantación y extorsión en relación con la Animalatón Barranquilla y el emprendimiento Helados para Perro Canelo.

El 23 del presente mes, la productora de helados anunció por medio de un comunicado en sus redes sociales que los helados obsequiados en la Animalatón por parte del concejal Juan Camilo Fuentes se encontraban en mal estado y que tenían notificado varios perritos intoxicados a causa del consumo.

También recalcaron que no se hacían responsables de esto, puesto que los helados regalados no habían sido distribuidos por ellos y que se trataba de un caso de suplantación de su compañía.

Horas más tarde, la organización Animalatón Barranquilla público un comunicado donde afirman haber investigado con los respectivos clubes a los que se les proporcionó el refrigerio canino y ninguno notificó un animal enfermo.

A su vez, revelan una conversación entre el concejal y la compañía heladera, donde esta le exige seis millones de pesos para reponer las pérdidas ocasionadas en el evento a causa de los helados obsequiados y a cambio no hacer público el mal estado de los helados, lo que perjudicaba la imagen del animalista.

Conversación de Camilo de Helados Para Perro Canelo con Juan Camilo Fuentes.

Además, afirman no haber sucumbido a dichas exigencias que iban en contra de la ética de la organización.

La Animalatón Barranquilla es una iniciativa del concejal Juan Camilo Fuentes Pumarejo para la recaudación de fondos para las diferentes fundaciones animalistas participantes y velar por el bienestar de los animales con o sin hogar en la ciudad.

Al ser el evento donde se reúne el mayor número de padres con sus mascotas en Barranquilla, la pequeña empresa bogotana, Helados para Perros Canelo quiso participar. Camilo, fundador de la empresa, afirma haberle manifestado su interés a Juan Camilo, que lo apoyó y les propuso que le vendieran algunos helados para el evento. Sin embargo, no volvió a comunicarse con ellos.

Cerca de la fecha del evento, una niña de quince años, amante de los animales, María Ángel Navarro contacta al concejal para proponerle una compra de helados caninos que él acepta. La joven le compra 50 helados de la marca Perro Canelo a una distribuidora en la ciudad y se los vende al Concejal por un monto de $115.000 pesos.

Recibo de pago entregado a María Navarro.

La distribuidora, que para esas fechas había cancelado su contrato, afirma no saber a quién le iba a vender los helados la joven y que los vende por ser una mercancía que no se había agotado al terminar el contrato.

La distribuidora nos cuenta que los helados tenían una prolongación de tres meses y solo los había adquirido el mes anterior, es decir, en abril. Afirma haber entregado los helados completamente congelados y en perfecto estado.

María Ángel corrobora que los helados se encontraban bien y que los entregó en óptimas condiciones. EL PUNTO dialogó con los clubes que recibieron los helados obsequiados y afirman que ninguna mascota presentó molestias tras el consumo de los mismos.

Durante el evento, los nuevos distribuidores autorizados de Helados para Perro Canelo emprenden un stand para la venta de sus productos, pero notan que el concejal le está regalando a las mascotas de los clubes participantes helados de la misma marca.

Camilo comenta que, al llamarlo sus distribuidores para contarle la situación, él se sorprende porque no tenía conocimiento de la compra de esos helados.

Agrega que sus trabajadores aseguraron que los helados obsequiados se veían en mal estado, poco congelados y con las etiquetas descoloridas. Finalmente, manifiesta que la donación de dichos helados perjudicó la venta de sus empleados y la mala presentación en la que se encontraban desprestigio la imagen de su empresa.

Camilo aclara que nunca tuvo intención de extorsionar a nadie. Que los $6 millones de pesos que le solicitó a Juan Camilo Fuentes correspondía a una parte de la inversión que realizó para vender sus productos ese día en la ciudad de Barranquilla y que sólo le generó pérdidas.

Así mismo, asegura que el concejal ya había aceptado reconocerle una parte del dinero perdido en el evento, pero cuando vio la cantidad le pareció exagerado.

A pesar de que pretendía vender 500 helados por un valor de $3.500 pesos cada uno, afirma que su inversión superó los seis millones ya que tuvo que costear, producción, envió y marketing de los helados para el evento. Y, aunque sabía que no recuperaría el dinero con la venta de los helados, lo hizo para darle visibilidad a su producto en la ciudad costera que planeaba conquistar.

Por su parte, la joven Navarro afirma haber vendido los helados sin ninguna intención maliciosa, basándose en la premisa de comprar un producto para revenderlo “como si compraramos una paca de Coca-Cola y se las vendemos a nuestros vecinos”. 

Aunque Navarro expresa que jamás mencionó ser representante de Helados para Perro Canelo, Camilo sostiene que la venta sin su autorización de su producto es una forma de suplantación de su empresa y que tomará medidas legales al respecto.

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