Por: Yuliana Girón | Foto: Fred W. McDarrah
Año tras año, a inicios del mes de marzo, llega la incógnita para todos aquellos hombres siempre dispuestos al detalle. Una rosa siempre te saca de apuros, sin embargo, regalar estas para el día de la mujer es como llevar chocolates y champagne a un entierro ¿sabes por qué?
No se celebra la fragilidad de la mujer, ni mucho menos su delicadeza, tampoco se le agradece por ser “el complemento del hombre”. El 8 de marzo de cada año se conmemora la lucha por la igualdad y el reconocimiento de la mujer en las distintas áreas en las que se desempeñan.
La celebración se originó por la muerte de 129 mujeres en un incendio en la fábrica Cotton de Nueva York, Estados Unidos, luego de que se declaran en huelga con permanencia en su lugar de trabajo. El motivo se debía a la búsqueda de una reducción de jornada laboral a 10 horas, un salario igual al que recibían los hombres que hacían las mismas actividades y una mejora a las malas condiciones de trabajo que padecían.
El origen del incendio es incierto, se cree que fue una colilla de cigarrillo mal apagada o una falla en el motor de una máquina de coser pero fue por la decisión del dueño de la fábrica, de encerrarlas en el lugar para que detuvieran la huelga y evitar robos, lo que evitó que los trabajadores pudieran salir del edificio.
En vez contribuir al merchandising creado alrededor de un tema con un peso histórico aún vigente y determinante para la sociedad, empieza a regalar cosas invaluables de que resalten la conmemoraciòn de este dìa.
- No más rosas, brinda tu respeto.
- No más chocolates, hazle saber a las mujeres que son tus pares y tratalas como tal.
- No más joyas, las mujeres no son un objeto para decorar. Hazles saber que apoyas su lucha y que la acompañas en esta.
- No les des un poema diciéndoles lo delicadas que son, escribele algo donde resaltes su inteligencia, su fuerza y su determinación.
- Regalales cultura y arte, enterate que las mujeres también son artistas, escritores, cineastas y comparte tu conocimiento con el mundo.
Con estos sencillos pasos ya sabes que puedes dar un buen regalo, no solo a las mujeres sino a tu cultura en general.