Al iniciarse el mes de agosto de 2018 con los últimos días de los Juegos Centroamericanos y del Caribe en Barranquilla y la posesión de Iván Duque como nuevo presidente de Colombia, hoy martes 7 se celebra el cumpleaños número 100 del compositor Rafael Campo Miranda.
Nacido en el municipio de Soledad, Campo, quien también es folclorista y guitarrista, ha manejado los ritmos que van desde la cumbia y el porro hasta bolero y el vals. Siendo agosto conocido como el Orgullo Soledeño, se estará llevando a cabo actividades culturales durante todo el presente mes como un homenaje hacia él.
El secretario de Cultura de Soledad, Jair Niebles, es quien coordina todo por su celebración ya que indica que Rafael Campo merece todo el esfuerzo de la Administración Municipal dado el legado tanto musical como cultural que ha dejado al país y al mundo que, inclusive, tendrá su nombre en una de las instituciones educativas de dicho municipio.
Canciones como “Playa, Brisa y Mar”, “Lamento Náufrago”, “Entre Palmeras”, entre otros, han inmortalizado el legado de la viva leyenda del compositor soledeño gracias a las interpretaciones de grupos musicales como la Orquesta Billos Caracas Boys y La Sonora Matancera, así como de famosos cantantes de América.
En una entrevista realizada por Javier Franco Altamar unos años atrás, el maestro se considera como un náufrago de la vida o un sobreviviente que da testimonio de todos sus recuerdos, placas y trofeos a lo largo de su trayectoria en este arte. Esto fue lo que comentó en ese entonces:
“Todo eso lo conservo, primero, como un patrimonio espiritual y artístico para mis hijos; y luego para que los periodistas y amigos, cuando tengan la necesidad de un documental, puedan usarlo de referencia, para que sepan cuál es mi recorrido, cómo fue mi actividad compositiva musical a través del tiempo”.
Además de la iniciativa de nombrar dicha institución educativa en su honor, en medio de los actos culturales el secretario Niebles añadió que, junto con los familiares del artista, se lleven a cabo más eventos esperando contar con su presencia.
Foto: Javier Franco Altamar