Por: Wilbert Daw Foto: Especial
Cerramos esta primera parte de los Relatos de Copa América correspondientes al Grupo A de la edición Brasil 2019 del torneo con un equipo que siempre da de qué hablar en este campeonato.
Vivieron años mozos en el pasado ganando dos Copas América, pero entraron en un periodo oscuro y se estancaron. No obstante, parece que el resugir del fútbol pícaro y habilidoso del Perú está siendo una realidad.
Por ello, presentamos las historias del cuadro ‘inca’ acompañados de un buen ceviche fino, como varios de los personajes que mostraremos a continuación.
Sobre las olas un balón va…
El origen del fútbol en Perú tiene dos etapas. La primera asegura que un peruano hijo de británicos llamado Alejandro Garland fue a estudiar a Gran Bretaña y de allí empacó un balón en sus maletas y partió de regreso a suelo peruano buscando expandir el deporte.
No obstante, apareció en mal momento. La Guerra del Pacífico estalló y el fútbol tuvo que esperar.
Fue entonces que se recurrió a las indescifrables olas marinas para que trajeran consigo el fútbol al Perú. Las aguas peruanas fueron testigo del arribo de un buque inglés llamado Afion que retó a un combinado de jugadores salidos de las plantillas del Lima Cricket -fundado en 1857- y el Union Cricket -establecido en 1893- en 1899 del que, según la leyenda, resultó ganador el onceno sudamericano.
Pero los británicos quedaron con ansias de revancha. Otro buque de nombre Líder retó al Union Cricket tiempo después y en esta oportunidad la victoria fue para los súbditos de la reina Victoria, entonces monarca del Reino Unido, quienes vencieron 5-0 al joven club ‘Inca’.
Ante su gente
En la historia de la Copa América, solo dos países jugaron su primer partido de Copa América frente a su público. El primero fue Argentina que organizó el torneo de 1916 mientras que el segundo equipo con dicho honor fue Perú en el Sudamericano de 1927.
Los ‘Incas’ debutaron en la Copa como organizadores del certamen y su primer partido era nada más ni nada menos que ante Uruguay, entonces vigente campeón olímpico y sudamericano.
Como era de esperarse, los ‘Charrúas’ barrieron a los peruanos con un contundente 0-4.
No obstante, la ‘Blanquirroja’ se recuperó en su segunda salida venciendo en un apretado compromiso a Bolivia por 3-2. Ya para su tercer encuentro ante Argentina fueron vapuelados por 1-5 y alcanzaron un tercer lugar de cuatro participantes.
Como apunte, esta Copa América 1927 fungió como clasificatorio para los olímpicos de Ámsterdam 1928, por lo que gracias a sus posiciones finales, Argentina (Campeón) y Uruguay (Subcampeón) se quedaron con el billete a la capital holandesa.
Olímpicos
Perú volvió a acoger la Copa América en 1935 nuevamente como eliminatoria para los Juegos Olímpicos de Berlín 1936. Sus rivales eran los ya poderosos Argentina y Uruguay junto con Chile, su eterno rival.
Como había ocurrido en 1927, la Conmebol dispuso de dos cupos para obtener el boleto a tierras alemanas, que por ese entonces ya estaban ocupadas por Adolf Hitler y su séquito de seguidores.
El torneo fue ganado por Uruguay y en segundo lugar entró Argentina. No obstante, problemas económico para financiar su viaje obligaron a ambas escuadras rioplatenses a ceder su cupo, que fue dado al tercero del certamen. Sí, a Perú.
Un triunfo por 1-0 sobre Chile en la última jornada del campeonato le permitió a la ‘Blanquirroja’ disputar por primera -y única vez- el fútbol olímpico, donde dejó una imagen controversial.
Estando en Berlín superaron 7-3 a Finlandia y 4-2 a Austria. Sin embargo, se ordenó repetir el partido ante Austria por supuestas agresiones de aficionados peruanos a los jugadores austríacos.
Incluso hay versiones que sostienen que el mismo Hitler, al ver que un equipo de negros e indígenas vencia a prospectos arios, saboteó la participación peruana. Ante tal panorama, la delegación de Perú retiró todo su personal de Berlín en señal de protesta.
Manguera
Uno de los primeros ‘cracks’ del fútbol peruano fue Alejandro Villanueva. Apodado ‘Manguera’ por su contextura física, Villanueva desfiló en cada cancha que pisó su indiscutible calidad, elegancia y creatividad a la hora de jugar.
Tan creativo era este delantero que se le atribuye la patente de tres jugadas: la ‘huacha’ (túnel o caño), la ‘chalaca’ (chilena) y el pase del desprecio (el famoso pase al vacío o al hueco).
Villanueva jugó durante toda su carrera en el Alianza Lima, formando la famosa delantera del ‘Rodillo negro’ en el club limeño, además de ser internacional con la selección peruana en la Copa América 1927, el mundial de Uruguay 1930 y los Juegos Olímpicos de Berlín 1936.
Una tuberculosis acabó rápido con la vida de este talentoso jugador en 1944, un año después de haberse retirado. Tan impactante fue la noticia que el Alianza Lima y su eterno rival, el Universitario de Deportes, organizaron un partido en beneficio de la viuda y sus hijos en un copado estadio Nacional de Lima.
We are the champions
El primer título de Perú a nivel sudamericano fue, de una u otra forma, inesperado.
Primero, porque la sede del torneo iba a ser Paraguay, pero por problemas de infraestructura, la Asociación Paraguaya de Fútbol tuvo que organizar el certamen en tierras ‘incas’. Segundo, a pesar de la no participación de Argentina, no se pensaba que el elenco ‘blanquirrojo’ pudiera superar a una renovada selección uruguaya que partía como favorita.
Sin embargo, la realidad fue otra. De la mano de Teodoro ‘Lolo’ Fernández, Perú barrió con todos su rivales. Venció a Ecuador (5-2), Chile (3-1), Paraguay (3-0) y Uruguay (2-1).
Asimismo, el ‘Lolo’ se quedó con el galardón al goleador del certamen con siete tantos.
Pero este título tuvo un sabor británico. El inglés Jack Greenwell fue el encargado de dirigir los hilos en el cuadro ‘inca’ y hasta el sol de hoy se mantiene como el único estratega europeo que ha ganado la Copa América.
Siempre Lolo, nunca…
Otro de las glorias del pasado del fútbol peruano fue Teodoro ‘Lolo’ Fernández. ‘Lolo’ fue uno de los primeros grandes goleadores que tuvo el onceno ‘blanquirrojo’ y en la Copa América su nombre siempre se recuerda, pues es el máximo goleador de los ‘incas’ en el torneo con 15 dianas.
Fernández, ídolo del Universitario de Deportes, es recordado por su potente derechazo, su capacidad de juego y por su sana rivalidad con el ídolo de Alianza Lima, Alejandro ‘Manguera’ Villanueva. Tan amigos eran que ‘Lolo’ fue testigo de matrimonio del ‘Manguera’.
Con Universitario marcó 156 goles y ganó 7 ligas peruanas.
Su palmares tampoco es menor en la selección peruana, con quien consiguió la medalla de oro en los Juegos Bolivarianos de 1938 y la Copa América 1939, así como también marcó 24 goles vistiendo los colores de su país.
Balota fría
1975 fue un año importante para el fútbol peruano, pues lograron levantar su segunda Copa América. Sin embargo, para ello tuvieron que sudar la gota gorda y de qué manera.
Tras avanzar como primeros del grupo B dejando en el camino a Chile y Bolivia, Perú tuvo que verse las caras en semifinales nada más ni nada menos que con Brasil.
A pesar del duro reto, los ‘incas’ contaban con una banda de lujo con jugadores como Héctor Chumpitaz, Rubén Toribio Díaz, Teófilo Cubillas, Juan Carlos Oblitas, entre otros.
En el duelo de ida, disputado en Belo Horizonte, Perú dio el golpe derrotando 1-3 a la ‘Canarinha’, siendo la primera -y única- victoria de los peruanos visitando al ‘Scratch’.
El tema es que para el juego de vuelta se dieron por ganadores y Brasil les empujó un 0-2 en Lima, igualando la serie.
Como el reglamento del certamen no contemplaba un desempate por penales como tampoco un tercer partido en un estadio neutral para la instancia de semifinales, el clasificado a la final tuvo que ser definido a la suerte.
Una inocente niña llamada Verónica Salinas fue la encargada de decidir el destino de los dos equipos y terminó sacando el nombre de Perú, clasificando éstos últimos a la final de la Copa.
Cualquiera diría que todo fue pura y física suerte de no ser porque la joven Verónica era la hija del entonces presidente de Conmebol Teófilo Salinas, quien además era peruano. ç
Algunos rumores indican que don Teófilo llegó a decirle a su hija que si sentía una balota de papel más fría que la otra, sacara la fría que, según los rumores, contenía el nombre de Perú.
Entró, anotó y se fue
Tras clasificarse a la final, Perú encaró la final ante Colombia, que venía de eliminar a Uruguay, entonces campeón defensor del torneo.
Aunque Perú tenía un buen equipo, seguía faltándole un jugador para completar su banda. Aquel hombre era Hugo Sotil, apodado el ‘Cholo’, que militaba en el Barcelona de Johan Cruyff.
La Federación Peruana de Fútbol estuvo pidiendo su presencia durante todo el campeonato, pero el holandés Rinus Michels, entrenador de los ‘azulgranas’, le negó el permiso a Sotil.
Pero Sotil era inquieto. Tan pícaro y díscolo en la cancha como en su vida privada, el ‘Cholo’ decidió escaparse de la concentración del ‘Barça’ y abordó un avión con destino a Caracas, lugar del encuentro definitivo por el título.
Para cuando Hugo llegó, Colombia había ganado el primer duelo de la final por 1-0 en Bogotá, pero Perú salió victorioso en el segundo por 2-0 en Lima.
En esa época, no se contabilizaban los goles de un partido y otro para dirimir el campeón sino los puntos en cada juego. Como ‘cafeteros’ e ‘incas’ habían ganado sus encuentros, debían jugar un desempate en Caracas.
A la capital venezolana arribó Sotil. Entró a la cancha del estadio Olímpico de Caracas y en 15 minutos anotó el único gol del juego que significó el segundo título continental de Perú.
Apenas acabó el compromiso, Sotil se dirigió al aeropuerto de Caracas y abandonó la ciudad. Así de fácil Sotil entró, marcó, celebró y se despidió de sus compañeros en la final de la Copa América 1975.
Blanquirrojos por siempre
La camiseta titular de Perú ha presentado sutiles variaciones, pero en términos de color siempre ha poseído los mísmos blanco y rojo.
Cuando disputó sus primeros encuentros internacionales, Perú jugaba con una casaca estilo Junior de Barranquilla, es decir, una camiseta de rayas ‘rojiblancas’ como las de la foto, que corresponden a la Copa América 1927.
No obstante, el diseño varió a una camisa blanca con vivos rojos hasta que en las olimpiadas de Berlín 1936 presentaron el inconfundible diseño de la banda cruzada roja en la casaca blanca que, con ligeros cambios, se mantiene hasta nuestros días.