Fotos: Luis Felipe Trujillo
El ex jugador del Junior en entrevista para El Punto dio una mirada a su pasado, pero también contó orgulloso sus proyectos del presente, en los que por supuesto sigue presente el futbol.
José Amaya más conocido como ‘El Ringo Amaya’, tuvo una carrera larga, teniendo en cuenta que el fútbol suele ser un sueño breve. Pero sobretodo, en sus propias palabras, una carrera muy bonita. Fueron 20 años en el fútbol profesional que le permitieron pasar por grandes clubes, como el Junior de Barranquilla, Atlético Nacional, Millonarios, Patriotas e incluso a nivel internacional, como el Barcelona Sporting Club de Ecuador.
Aunque considera que le faltó por cumplir el sueño de jugar una Champions League, hoy el Ringo Amaya se muestra calmado, tranquilo y en cada ocasión posible, agradecido por todo lo que logró vivir en su carrera futbolística.
Lleva consigo sus más bonitos recuerdos del Junior, sus títulos en el 2004 y 2011 respectivamente. Ahora, viendo al equipo desde fuera, opina que cuenta con grandes jugadores y un gran cuerpo técnico el cual ha sabido asimilar el material humano a su disposición: “Han sido muy inteligentes para saber posicionar a cada futbolista donde se requiere, entonces ha sido un colectivo, un conjunto importante que ha buscado el objetivo que es estar punteando siempre en la tabla”. Tal es la posición del ex volante que siempre llevó el número 13 en su espalda en su paso por el club barranquillero.
Amaya habla del fútbol como habla un hombre enamorado. Probablemente porque este deporte ha estado con él toda su vida, pues su padre fue futbolista y él empezó su carrera desde edad temprana. Decirle adiós claramente no fue fácil. El sentimiento de dejar las canchas y de hoy ver y seguir los partidos lo describe con una palabra muy propia de su tierra: guayabo.
Será por ese mismo sentimiento tan grande que no lo dejó ir del todo. El balón aún rodea su vida. Fue precisamente con su padre que surgió la idea crear una escuela de fútbol hace 8 meses atrás. Se reunieron junto a un socio y desde el 4 de junio se puso en marcha el proyecto. “Quisimos innovar, quisimos hacer cosas diferentes y gracias a Dios la gente ha tenido esa buena aceptación. Hoy en día estamos manejando más de 150 niños, vamos a abrir otras sedes”, menciona el ex futbolista.
Hoy por hoy, la escuela, que también lleva su nombre, ha realizado hasta el momento un campeonato que se disputó internamente con escuelas importantes de Barranquilla. De igual manera se encuentran trabajando para lo que se viene: Asefal y la liga el próximo año. Mientras tanto, Ringo aprende de ellos, los niños. Dice que siempre se vive aprendiendo de ellos, sobretodo de su inocencia y ese amor que desprenden desde el primer momento en que pisan la cancha.