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Un ambiente en donde los tabúes no existen, un lugar en donde el temor se esfuma, un entorno libre del ojo crítico del ¿Qué dirán?. Esa serían las cualidades que llenan el lugar que visité el pasado fin de semana con David, mi novio. Lives Megaclub la discoteca que me ofreció una experiencia que como muchos de sus clientes afirman es “liberadora”.  Aunque por fuera solo puedas apreciar una puerta que por ningún lado indica que te encontrarás con un bar de ambiente, solo: dos símbolos femeninos enlazados que forman el distintivo lésbico, y dos símbolos masculinos enlazados que forman el emblema homosexual masculino, te aseguro, si no haz tenido la oportunidad de visitar, te sorprenderá.

Una imponente rampa tapizada con una alfombra negra, adornado con unas lámparas colgantes estilo victoriano fueron el camino para la diversión esa noche. Cincos salas con estilos diferentes estaban totalmente  listas para que su público disfrutara de una noche inolvidable.  Puedo jurar que mi cara de emoción contrastaba con la cara de temor que tenía  mi novio. en verdad se sentía bastante penoso con respecto a estar en aquel lugar al que no estaba acostumbrado. Yo por el contrario a pesar de no frecuentar sitios tan osados, me sentía como un niño pequeño que estaba a punto de descubrir algo nuevo.

El primer salón, denominado “URBANIK”, haciendo honor a su nombre en esencia es un salón con temática urbana: luces verdes y azules neones, graffitis que se encontraban en todas las paredes, sexis bármanes con el torso desnudo; solo vistiendo jeans con cargaderas neones, que atendían en medio del baile tras el mesón a todos los que disfrutaban de la barra libre, música como el reggaeton de moda ponían a bailar a todos los hombres que se encontraban allí. en esa pequeña multitud solo puede apreciar a cuatro mujeres que al igual que los chicos disfrutaban del primer ambiente.

Más tarde me acerque a el segundo ambiente. Sobre una puerta doble estaba el letrero que mostraba el nombre “PALACE” . En medio del flasheo de las luces esta sala que era el doble en tamaño que la anterior, evocaba la típica disco. Al igual que en la rampa de la entrada, había unas lámparas colgantes,solo que estas eran netamente de decoración, pues el salón estaba totalmente oscuro. una enorme tarima con una pequeña pasarela ya se estaba preparando para el show de medianoche.

En ese momento David se sentía muchísimo más cómodo, la iluminación tan tenue lograba hacer el momento privado en medio de un mar de personas, además era propicia para besos, abrazos, caricias y bailes sensuales. La música electrónica era la reina de la sala, y eso el deejay lo tenía claro, pues cada canción que reproducía hacía vibrar a quienes se encontraban.

Caminé más hacia el fondo, vi una puerta no muy grande con letrero de actitud caribeña, o por lo menos esa fue la impresión que me dio “VILLAGE”. Era el nombre del patio, la única sala al aire libre con la que cuenta la disco. Y claro por ser abierta este era el sitio predilecto de los fumadores, algo que me llamó la atención es que la mayoría de los hombres que se encontraban aquí, lucían demasiado jóvenes. La pared de este espacio estaba pintada con fachadas de casas de colores, con un estilo bastante verano.

 

Honestamente aquí si que me sentía  en el lugar equivocado, pues detesto el olor de cigarrillo. Así que decidimos salir de allí. pasando por “PALACE” y “URBANIK”  pensamos que nuestra paso por Lives  había terminado, pero se nos estaba olvidando pasar por “CAFÉ MERCURY”.

Un salón un poco estrecho,paredes estampadas con fotografías de hermosas vistas nocturnas de alguna ciudad, silleteria en madera y lo que hacia este espacio el más singular del lugar: el karaoke. Aquí no era importante saber cantar ,lo más importante era pasarla bien con tu grupo de amigos o tu pareja. Cuando me acerqué a la barra por una bebida un joven que se encontraba allí,me invitó a cantar con él una canción de la famosa banda mexicana RBD, sin dudarlo acepte. David y yo nos unimos al grupo y cantamos a todo pulmón juntos, haciendo la coreografía de la canción en medio de risas. Conversé con los amigos con los que acabamos de cantar, y nos dijeron que los esperamos pues irían a un lugar más privado, pero que ellos estarían de vuelta para  seguir cantando. En ese momento se me había olvidado por completo la existencia de “THE BATHROOM” el último ambiente que es un espacio “just for men”

Habían dado la una de la mañana, era el momento del show. Esa noche se presentó Yo Me Llamo Ana Gabriel del popular programa de Caracol TV: Yo Me Llamo. Un hombre que pasó de ser  bailarín de tango a imitador de la famosa cantante mexicana.  Un artista representante de la comunidad LGBTI, que afirma que sitios como Lives Megaclub, no ofrecen una rumba incluyente para los homosexuales sino que ellos son los que incluyen e invitan a la  comunidad heterosexual a una rumba libre, en la que puedan ser ellos mismo sin ningún tipo de restricción o miedos. Una mirada diferente a una rumba incluyente.

Ex-participante de Yo Me Llamo. Imitador de Ana Gabriel.

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