Estadio Romelio Martínez de Barranquilla, 17 de febrero de 2023: Desde el camerino, se escucha el bullicio del público como un eco aterrador que retumba en las paredes. El piso vibra con los saltos de las personas en las gradas, y el corazón de Samuel galopa dentro de su pecho amenazando con romperlo y salir corriendo.
Es el acto de coronación de la reina del Carnaval Natalia de Castro. El escenario está abarrotado. Hay por lo menos 20 mil personas entre las gradas y la cancha. Con un show acompañado de fuegos artificiales, bailes y tradición. Los asistentes se preparan para recibir a artistas como Carlos Vives, Checo Acosta, El Gran Combo de Puerto Rico, entre otros, que ya nadan como pez en el agua en este tipo de escenarios.
Sin embargo, es la primera vez que Samuel se enfrenta a un evento de semejante magnitud. No tuvo tiempo de asimilarlo por completo cuando de pronto, escucha el llamado desde el escenario por parte de Donny Caballero: “Hay un papá orgulloso desde el cielo. Les presento al heredero, ¡Samuel Morales!, recordando al rey, ¡Kaleth!”
Pa-para Pararara, para Pararara, para Pararara, para Pararara
Han pasado meses desde aquella presentación y a Samuel todavía se le erizan los vellos de la piel recordándolo. Sonríe con una felicidad auténtica al percatarse de que su sueño está tomando forma. Le sorprende haber tenido la valentía de enfrentarse a aquel mar gigante de personas, con las que interactuó con timidez al comienzo, y que con el paso de las canciones se hizo grande en el escenario.
Huyendo de la soledad, creyendo que me iba a escapar, fue el día en que escuche tu voz, y de inmediato eso en un instante fue lo que me cautivo
Samuel Miguel Morales Castilla, afirma ser músico desde antes de nacer. En el vientre de su madre, María del Pilar Castilla, Samuel ya vibraba escuchando las melodías de Vivo En El Limbo. Aquella canción que revolucionaba el vallenato en su momento y estremecía a Cartagena. Esta misma ciudad, fue testigo del natalicio de Samuel el 4 de febrero de 2005, días antes de salir el único álbum que lanzaría en vida su padre, Kaleth Morales: La Hora De La Verdad. “A mi papá le hubiese gustado que yo tuviera que ver con la música…” cuenta Samuel, evocando a historias contadas por su familia “…independientemente de si era en algún instrumento o si era cantando, pero que me involucrara con la música”.
A sus seis meses de nacido, ocurrió aquel fatal accidente entre los municipios de Plato y Nueva Granada, Magdalena. Un lamentable suceso que no solamente dejó a la nueva ola del vallenato sin un rey, sino que, además, le arrebató a Samuel la oportunidad de conocer a su padre. Creció escuchando su música como un seguidor más, creando su personalidad a base de recuerdos ajenos. Anécdotas contadas por su madre, por sus abuelos, por amigos de su padre.
Mientras su madre terminaba los estudios de medicina en Cartagena, Samuel fue criado en Hatonuevo, La Guajira, por sus abuelos maternos. De la mano de Rigoberto Castilla, su abuelo, Samuel Morales comenzó a dar curiosos pasos dentro de aquel universo que hoy es su mejor terapia: la música. Comenzó tocando el acordeón a sus 4 años de edad. Deslizando sus pequeños dedos por las teclas mientras ejecutaba vallenatos típicos de la región. Ha sido ‘Rigo’ quien lo ha acompañado en todo su proceso de formación artística. Aunque últimamente sea complicado estar en ese ajetreo por temas de salud, Samuel recuerda con mucho cariño a quien ha sido su apoyo incondicional.
Se encaminó a cantar durante unas vacaciones en Valledupar, cuando visitó a su familia paterna. Su abuelo, el también cantante Miguel Morales, le propuso probar con el canto. Al regresar a Hatonuevo, Samuel le comentó a su abuelo Rigo aquella recomendación, quien lo apoyó de inmediato y lo acompañó a la casa de la cultura para inscribirse en clases de técnica vocal.
Participaron juntos en diversos festivales. Viajaron por Guayacanal, Oreganal, entre otros pueblos de La Guajira. Y fue en Albania donde, a la edad de 8 años, ocupó el primer puesto en un concurso de canción inédita en el festival de este municipio. “Los Niños Son De Dios”, fue el tema ganador compuesto junto a su profesor de técnica vocal. Fue la primera vez que su nombre sonó en los medios.
Vivió su infancia sin muchas pretensiones, cantando como un hobby, usando su voz para envolver en amores inocentes a las niñas de su colegio. Pero pendiente siempre a cualquier oportunidad para dar pequeños pasos en su meta de ser cantante. Su próxima gran oportunidad se dio en La Voz Kids, un reality del canal Caracol donde participan voces infantiles en Colombia. En el año 2015 se inscribió y fue aceptado, pero por asuntos económicos y falta de planificación no pudo hacer los viajes para la audición. Tres años después lo intentó nuevamente y esta vez se preparó para todo con su familia.
Viajó a Bogotá con su abuelo Rigo. Se presentó a los filtros previos a las audiciones a ciegas con diferentes jurados y clasificó. En esta experiencia conoció niños de diferentes rincones de Colombia que lo dejaron sorprendido por su talento y su experticia en la música. Ingresó al equipo de Sebastián Yatra dentro del programa y su asesor vocal durante los 20 días que estuvo allá fue Cesar Escola. Con el aprendió a moverse en el escenario, a colocar la voz, entre otras técnicas que alimentaban de profesionalismo su don.
En la segunda etapa del programa: las batallas (llamado así por ser un enfrentamiento en el escenario entre tres integrantes del mismo equipo) Samuel cantó “Oye Bonita” de Diomedes Díaz junto a sus compañeros Tono y Juan David. En el camerino detrás del “ring”, lo acompañaban sus tíos, Kanner y Keyner Morales, y su incondicional abuelo Rigo. El ganador de esta batalla fue Juan David. Samuel salió del programa, pero no con las manos vacías. Se ganó el cariño de los “kalethistas” y un reconocimiento dentro del vallenato. La Voz Kids fue para él la entrada al mundo artístico profesional.
Continuó grabando covers con canciones de su papá, moviéndose a través de las redes sociales para ganar reconocimiento y presentándose en una que otra presentación que le salía. Un año antes de ingresar a la universidad sacó su primer sencillo titulado “Sin Rodeo”, canción que nace en un sueño del compositor Isaac Calvo, el mismo de temas celebres de Silvestre Dangond cómo La Gringa o Me Tiene Pechichón.
Transcurría una parranda en Villanueva, La Guajira. Isaac Calvo sin conocer a Samuel y sin saber que estaba presente, empieza a contar la historia. Fue en un sueño: Isaac se encontraba en una canoa navegando un rio desconocido mientras cantaba las primeras melodías de Sin Rodeo y junto a él aparece Kaleth Morales, quien empieza a tararear también la letra de la canción. Tras narrar aquella historia, el compositor fue presentado con Samuel, quien manifestó su interés en grabar la canción. “Esa canción es tuya” aceptó Isaac encantado.
El 28 de noviembre de 2021 fue lanzada en plataformas digitales aquella canción tras un largo proceso de producción con Neno Beleño. Tuvo buen recibimiento en emisoras y redes sociales. Samuel Morales hizo su aporte cómo compositor en un verso que hace referencia melódica a la salsa “Dame Un Beso Así” de Jerry Rivera, la cual también fue referenciada en su momento por Kaleth en la canción “De Millón a Cero”.
No ando con rodeos pa’ robarte un pequeño besito en la boca No ando con rodeos pa decirte que tus ojos miel me enamoran
Actualmente aquello de la composición no se le da muy bien. Aunque lo intenta, ninguna canción lo convence. Quizás por su carácter perfeccionista o por falta de confianza. Isabella Jaraba, una de sus amistades más cercanas en la Universidad del Norte, dónde estudia Comunicación Social y Periodismo, comenta que a él: “Le gusta que las cosas queden en el punto que es”. Así es en la música, y así mismo con sus estudios.
Sus amigos lo ven como un hombre responsable, cariñoso y respetuoso. “Además, es bastante extrovertido, no le gusta quedarse solo con 3 amigos, sino que busca hacer más amigos” dice Marcela Consuegra, una de sus amistades. Los más cercanos conservan recuerdos divertidos con él, en la mayoría aparecen riendo siempre. Además, confían en su proceso artístico y el potencial que tiene dentro de la música vallenata.
Los K Morales, sus tios, han depositado en él toda la confianza de representar la dinastía Morales. “Samuel Miguel es un muchacho que, así como viene trabajando, va a llegar a ser mucho más grande que su padre” dice Keyner resaltando el compromiso que ha observado en su sobrino. También Kanner saca el tiempo para enviar un audio felicitandoló mientras promocionan su nuevo álbum ‘Se Subió La Nota’. “Veo que vas por buen camino, te veo relacionándote bien, te veo con un equipo de trabajo que te está ayudando mucho. Entonces, hijo, nosotros nos sentimos muy orgullosos de ti, de lo que estás haciendo”.
Sin duda alguna Samuel disfruta su proceso mientras se construye un nombre dentro de la industria. Muestra de eso fue el agitado último mes que tuvo, con presentaciones destacadas como en el Megaconcierto de la Nueva Generación en el Festival Vallenato, en el que compartió escenario con La Banda Del 5, Yader & Campi, entre otros grupos. El cariño del publico se siente cada vez más. En Aguachica, Cesar, se inmortalizo el momento donde Samuel Morales y su compañero de formula Yin Lopez, fueron uno solo con el publico cantando la inonica canción de Kaleth Morales: Todo de Cabeza.
Ahora trabajan en su próximo sencillo “El Gusto”, composición de Yin López. Con este buscan sumar nueva música a su propio repertorio. Samuel tiene el reto que otros artistas del género como Martin Elías, Elder Dayan Diaz, y el mismo Kaleth Morales enfrentaron y superaron con éxito: dejar de ser vistos como “el hijo de…” y empezar a ser reconocidos también por sus talentos y virtudes.
Como todo artista del género, Samuel también quiere llenar el Parque de la Leyenda Vallenata en el lanzamiento de un álbum. Pero su objetivo principal es conquistar el Movistar Arena de Bogotá, y ni hablar de sus sueños a nivel internacional. “Mi objetivo es que el día de mañana yo deje una huella en el corazón de la gente, y que la gente me pueda recordar por mi música” dijo. A pesar de su corta edad, ‘El Heredero’ asume con entusiasmo el reto y empieza a hacer méritos para demostrar ser digno de su legado. Con todas las miradas puestas en él, Samuel Morales Castilla busca llevar el vallenato a nuevas alturas y hacer su propio estilo en la música colombiana.