Foto tomada de: El tiempo, Roger Urieles @rogeruv
La muralla de piedras que evitaba que el mar rompiera la carretera Barranquilla-Santa Marta en los kilómetros 19 y 20, fue derribada en menos de 24 horas.
La fuerza de las olas terminó derribando el enrocado de más de dos metros de altura y dejó desprotegida la vía que podría colapsar en cualquier momento. La concesión Ruta del Sol II y el Instituto Nacional de Vías “Invías” trasladaron de forma urgente varias maquinarias para instalar relleno en los puntos críticos y evitar la arremetida del mar. La erosión se registra entre el kilómetro 19 y el 20 de la troncal del Caribe.
Según El Tiempo, los ingenieros que se encuentran en campo explicaron que hubo una pérdida de playa y material de contención que dejó expuestos aproximadamente unos 120 metros lineales de la carretera. Precisan que en la zona de afectación al menos 40 metros quedaron en condiciones graves por la amenaza del mar que está muy cerca del talud de la vía.
La movilidad fue reducida a un solo carril y toda el área afectada permanece señalizada para que los conductores tomen precauciones. Igualmente hay presencia las 24 horas de operarios de la Ruta del Sol para atender cualquier novedad.
La Gobernación del Magdalena ha precisado que, de cerrarse esta vía comercial que comunica a Santa Marta con Barranquilla, habría pérdidas semanales por más de 15.000 millones de pesos. Sin embargo, aún no se le ha dado relevancia al tema.