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Por: Ana Romero y María Lucia Vargas/ Fotos otorgadas por: Sebastián Pulido

Barranquilla, cuna de ritmos contagiosos y de talentos musicales. En medio de esta efervescente escena, Juan Sebastián Pulido Callejas ha logrado hacerse un nombre propio con sus mezclas de Tech House. Con una pasión innata por la música electrónica, este joven DJ barranquillero ha conquistado el corazón del público local y se ha posicionado como uno de los exponentes más destacados del género en la ciudad. 

Con apenas 20 años, este DJ empírico ha comenzado a dejar su huella en la escena electrónica, llegando a lugares como: un evento en Bondy Beach, en Epic Now, en galerías en Bogota apoyando al artista llamado dálmata y también participó en el estéreo picnic del año 2023 en la ciudad de Bogotá, apoyando a la comunidad LGBT además en un género que, aunque no es tan predominante en la costa caribeña de Colombia, ha encontrado en Sebastián un ferviente defensor. En esta entrevista, nos adentraremos en su mundo para conocer más de cerca su trayectoria, sus influencias y su visión de la industria musical.

Sebastián Pulido nació en Bogotá, pero fue criado en Barranquilla, ciudad a la que considera su verdadero hogar. Desde muy joven, mostró un interés innato por la música, influenciado por una familia con profundas raíces en la ingeniería de sonido y la producción musical. Sebastián comenzó a explorar el mundo de la música a una edad temprana. A los 10 años, ya estaba experimentando con equipos de DJ de manera empírica, aprendiendo por sí mismo y explorando los sonidos que lo inspiraban. Con el tiempo, este interés se convirtió en algo más serio. “Empecé empíricamente, pero luego sentí la necesidad de aprender más a fondo sobre el equipo, las consolas, y todo lo relacionado con el DJ,” comenta Sebastián. Fue entonces cuando decidió estudiar formalmente en DNA Music, una academia en Bogotá que le ofreció las herramientas necesarias para profesionalizar su pasión.

Durante su tiempo en la academia, Sebastián no solo aprendió sobre DJing, sino que también exploró la producción musical y la ingeniería de sonido. “El proceso fue muy chévere,” dice. “La academia es recomendadísima, especialmente para aquellos que quieren dedicarse a la música de manera seria.” Para él, la música no es solo un trabajo, sino una forma de vida, una pasión que ha sido cultivada en gran parte gracias al legado de su familia. Su padre, ingeniero de sonido, y sus hermanos y tíos, quienes también están involucrados en la música, han sido una influencia constante y un apoyo incondicional en su camino.

Sebastián recuerda sus primeros pasos en la música electrónica con una sonrisa. “Mi primer contacto con la música electrónica fue en una fiesta de amigos. Sentí una conexión instantánea con los beats y la energía de la multitud. Desde ese momento, supe que quería ser DJ. Empecé a experimentar con programas de DJ y a practicar en casa hasta que finalmente tuve la oportunidad de pinchar en un pequeño club local. Fue allí donde descubrí mi verdadera pasión”. Actualmente, Sebastián hace parte de la organizadora de eventos llamada 808tm, en el que él hace parte del grupo de dj’s que están disponibles para cualquier show.

Presentación en el festival de la cerveza en Montería, Córdoba
Foto otorgada por el personaje

A pesar de su juventud, Sebastián ha demostrado una madurez musical sorprendente. “Siempre he sido muy curioso y me gusta aprender cosas nuevas. La música electrónica es un mundo en constante evolución, por lo que trato de mantenerme actualizado y de explorar nuevos sonidos. He tenido la oportunidad de conocer a grandes DJs y productores, lo que me ha inspirado a seguir creciendo como artista”.

El Tech House es el género que define el sonido de Sebastián. “El Tech House me permite combinar elementos de la música house con ritmos más oscuros y contundentes. Es un género muy versátil que me permite experimentar con diferentes texturas y atmósferas”.

Sebastián se siente orgulloso de formar parte de la escena electrónica barranquillera. “La escena en Barranquilla está creciendo a pasos agigantados. Cada vez hay más eventos y festivales, y el público es cada vez más exigente. Sin embargo, todavía tenemos mucho por hacer para consolidarnos a nivel nacional e internacional”.

La música, especialmente la electrónica, tiene un poder único para influir en las personas. Para Sebastián, la música es un medio para conectar con su audiencia en un nivel profundo. “La música es un vivir,” dice con convicción. “Sin música, no podrías relajarte ni expresar lo que sientes.” Sin embargo, también reconoce que la música electrónica, como cualquier otro género, tiene sus aspectos negativos, especialmente cuando está asociada con el consumo de sustancias.

Sebastián es consciente de los desafíos que enfrentan los DJs en este sentido. En su experiencia, ha visto cómo el consumo de drogas, particularmente en ambientes donde predomina la música electrónica, puede ser un problema. “Hoy en día, el tema de la drogadicción se ve demasiado, especialmente en el ambiente en el que me rodeo,” comenta. Sin embargo, él mismo se mantiene firme en su decisión de mantenerse alejado de esas influencias negativas. “Yo prefiero mantenerme sano,” dice, enfatizando la importancia de tomar decisiones saludables en un entorno que a menudo puede ser tóxico.

La vida de un DJ puede ser muy demandante. “Un día típico para mí comienza con una sesión de producción musical. Me gusta componer mis propias pistas y experimentar con nuevos sonidos. Luego, dedico tiempo a organizar mis sets y a investigar nuevos lanzamientos. Por las noches, suelo pinchar en algún evento o club”.

Además, ser DJ no es solo cuestión de técnica y conocimiento musical. También implica manejar la fama y las expectativas del público, algo que Sebastián ha aprendido a equilibrar con el tiempo. “Un poco sí interfiere en mi vida privada,” admite. “La fama puede afectar la parte personal, pero trato de ser yo mismo tanto en público como en privado.” Este equilibrio es clave para mantener su autenticidad como artista, una cualidad que valora profundamente.

Sebastián ha adoptado un enfoque pragmático frente a las críticas. Aunque su carrera está en sus inicios y aún no ha enfrentado comentarios negativos importantes, él se mantiene firme en su convicción de seguir adelante sin dejarse afectar por las opiniones ajenas. “El mejor consejo que he recibido es siempre seguir adelante, sin importar lo que digan los demás,” afirma. Esta mentalidad le ha permitido mantenerse enfocado en su crecimiento como artista y en su objetivo de dejar una marca en la industria musical. 

A pesar de los éxitos obtenidos, Sebastián reconoce que la carrera de un DJ no está exenta de desafíos. “Uno de los mayores desafíos es mantener la originalidad y diferenciarse de los demás DJs. Además, la industria musical es muy competitiva y es importante adaptarse a los cambios constantes”.

Presentación en Epic Now discute a en el municipio de Santo Tomás, Atlantico
Foto otorgada por el personaje

Mirando hacia el futuro, Sebastián es optimista sobre el impacto que la música electrónica puede tener en la sociedad. Aunque reconoce que este género tiene sus desafíos, especialmente en una ciudad como Barranquilla donde la música electrónica no es tan popular, él cree que hay un espacio para que esta música crezca y llegue a más personas. “La música electrónica ha existido desde hace muchos años, y tiene un ambiente positivo para quienes la escuchan,” dice. Su objetivo es seguir experimentando y evolucionando en su estilo, siempre buscando formas de conectar con su audiencia y dejar una impresión duradera. Además, Sebastián tiene grandes planes. “Quiero seguir creciendo como artista y explorar nuevos géneros musicales. También me gustaría organizar mis propios eventos y crear una plataforma para promover la música electrónica en Barranquilla y en Colombia”.

Al final del día, lo que más motiva a Sebastián es la idea de dejar un legado. “Quiero dejar algo positivo en la música, sea cual sea el género,” concluye. Para él, ser DJ no es solo una carrera, es una forma de vida, una oportunidad para influir en la sociedad de manera positiva y dejar una huella que perdure más allá de su tiempo en el escenario.

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