El Tribunal Superior de Navarra confirmó que el grupo conformado por José Ángel Prenda, Alfonso Cabezuelo, Jesús Escudero, Ángel Boza y Antonio Guerrero, mejor conocidos como La Manada; fue sentenciado a 9 años de prisión por abuso sexual.
Los jóvenes sevillanos fueron condenados luego de cometer el delito hacia su víctima, quien entonces tenía 18 años de edad, en el portal de un edificio ubicado en Pamplona durante la fiesta de los Sanfermines en julio de 2016.
Una grabación con sus teléfonos móviles y el alardeo de los hechos en un grupo de WhatsApp, fueron la evidencia clave para que la justicia procediera a arrestar a los individuos.
En primera instancia, habían sido sentenciados al mismo periodo de tiempo cada uno por “un delito continuado de abuso sexual” el pasado mes de abril, al igual que los fiscales al pedir una pena máxima de 22 años y 10 meses. Pero los jueces terminaron por descartar la calificación de violación en los hechos al no observar intimidación alguna hacia la joven.
Un par de magistrados estimaron en un texto que se trató de un acto de intimidación y coacción creado por el grupo encerrando a la víctima y la nula posibilidad de escapar para ella.
Dos meses después, La Manada había quedado en libertad provisional, por lo que desató nuevas protestas y una apelación a la decisión de primera instancia.
Con la nueva decisión, el movimiento feminista cobró una fuerza especial de protestas con pancartas a la mano argumentando que “el sistema es la verdadera manada”.
Más de cien personas manifestaron en la ciudad de Madrid frente al Ministerio de Justicia con coreo de lemas en contra de los jueces españoles que calificaron de pascista y patriarcal.
Ambas partes recurrirán ante el Tribunal Supremo y el Ayuntamiento de Pamplona, respectivamente, y el gobierno seguirá en los términos de cambiar el código penal para facilitar las condenas por violación.
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