Facebook lanza en Estados Unidos la plataforma “Facebook Watch”, entrando así en el grupo que continúa cambiando la forma tradicional de ver televisión.
Recientemente Facebook anunció el lanzamiento de su nueva plataforma “Facebook Watch” y hoy fue lanzada a algunos usuarios en el territorio estadounidense. Esta busca ser un espacio para compartir contenido audiovisual y tener videos episódicos hechos exclusivamente para la popular red social. Pero ante esta nueva plataforma y su uso, surgen dos preguntas: ¿qué tan similar es esto a plataformas como Youtube o Netflix? y ¿cómo llegamos al punto en el que Facebook puede ser una de las nuevas formas de ver televisión?
La dinámica de Facebook Watch se asemeja más que todo a Youtube. No sólo por su interfaz y por el hecho de que será una función gratuita que ofrece vídeos monetizados con publicidad incluida, sino que también se piensa que los contenidos tengan formato de serie web y no de serie tradicional, como los que maneja Netflix.
Si bien la línea que separa las series de televisión y series web actualmente es borrosa, las series originales de Netflix son consideradas, por el público general y por las academias detrás de los Emmy y los Golden Globe, como series de televisión producidas por una compañía que transmite su contenido a través de la internet.
La principal ventaja de Facebook Watch ante Youtube sería la conexión con otras personas, propia de la red social, facilitando la socialización del contenido. Por otro lado, su principal desventaja serían los años luz en cantidad y variedad de vídeos que le lleva la web de videos, hoy propiedad de Google.
El hecho de que una plataforma dentro de uno de los sitios web más visitados sea creada alrededor de este tipo de series, obedece al movimiento mediante el cual tanto usuarios como realizadores independientes buscan reclamar la televisión, al usar las redes sociales para emitir un contenido que no sigue las normas de la televisión tradicional.
La primera etapa
Los inicios de esta revolución del contenido audiovisual virtual, la cual creó nuevos formatos y cambió por completo el diálogo entre la audiencia y los realizadores, se le atribuyen comúnmente a Hulu, un sitio web lanzado en 2008, que ofrece contenido de varias cadenas televisivas en Norteamérica y salió al mercado antes que Netflix y HBO Go.
Pero la verdad es que las series web existen desde la década de los 90, siendo The Spot (transmitida en thespot.com) la primera de ellas. Sin embargo, sólo comenzaron a ser notadas por el público general después de la invención de Youtube, donde mutaron hasta establecer los formatos estándares usados hoy en día.
Durante la década del 2000, las series web se concentraron principalmente en Youtube y en Vimeo, diferenciándose de las series de televisión comunes y corrientes por su mayor flexibilidad en cuanto a formato y fondo. En cuanto a formato, lo más común es encontrar series web cuyos capítulos no superan los diez minutos (aunque algunas de las más populares cuentan con capítulos que se aproximan quince minutos).
Con este tipo de formatos se puede presentar el caso de que, al ver toda una temporada junta, se encuentre una historia de aproximadamente dos horas dividida en varias partes, pero que, por la estructura y ritmo de las historias, sigue siendo una serie con episodios fácilmente identificables, no una película.
Aún así, las mayores innovaciones de las series web son su contenido y la forma de interacción con las audiencias. Muchos realizadores encuentran en las series web una forma de internacionalizar su contenido, representar minorías, e incluso hacer publicidad como es el caso de Nike, Kotex, Toshiba.
Etapa de experimentación
Al cambiar el formato, el medio y el contenido, se permite explorar nuevos fenómenos propios de un nuevo tipo de obra audiovisual, como es el caso particular de la serie de 2008 “Lonelygirl15”. Se trata de un drama-comedia de misterio emitido por Youtube, que sorprendió a sus espectadores al jugar con las líneas entre la ficción y la realidad, manejando el formato de video-vlogs con la intención de hacer creer a la audiencia que la protagonista era una vlogger común y corriente, hasta que hacia el final de la serie, los elementos de ficción se vuelven cada vez más evidentes.
Lo anterior creó una nueva tendencia de series web como “The Lizzy Bennet Diaries”, “The March Family Letters” y “Carmilla”, series con las cuales si bien no jugaban de la misma forma con los conceptos de realidad y ficción, experimentaban con la cuarta pared y reconocían que había un espectador.
Este cambio en el reconocimiento de un espectador es importante, porque permitió seguir una línea que terminaría incentivando el salto de plataformas como Youtube, Vimeo o Blip.TV, a redes sociales esta década.
Por lo demás, se le da relevancia a la experimentación con la cuarta pared porque permitió que el espectador se acostumbrara con el contenido audiovisual de ficción hecho en formato de cámara frontal. Esto ayudó a su diversificación y dio lugar a las primeras series web hechas para las redes sociales en 2014, con series de Instagram como Artistically Challenged, Víctimas, Senior Loving, etc.
El año siguiente se dio el salto hacia Snapchat con This Is Taylor, Literally Can’t Even, Pants Off, entre otras, expandiéndose rápidamente a cualquier red social que permitiera compartir vídeos y ganando el suficiente reconocimiento para ser nominadas a los Streamy Awards (presentados anualmente por la Academia Internacional de Televisión Web).
Esto nos lleva de vuelta a Facebook Watch, al ser la primera plataforma creada específicamente para este tipo de historias, subvirtiendo así el orden en el que el contenido se adaptaba a la plataforma.