Por: Thalía Flórez.
Fabito, como se le conoce, desde los 18 años asumió el legado de su padre, Fabio Poveda Márquez, con la constante presión del grande que había tenido como maestro, teniendo la fortuna de tenerlo en casa. Estas son sus palabras, de la mano con su mejor lección, la credibilidad.
Desde el pastorcito mentiroso hasta un niño en Disneylandia, Fabio PovedaRuiz trazó y sigue trazando su carrera en el mundo del deporte, que sin duda alguna para él, ha sido lo que siempre ha querido y trabajado, para su vida. Fabio Poveda contó detalles cómo llegó a ejercer el periodismo, cómo fueron sus inicios y cuál es la enseñanza más grande que le dejó su padre.
Han pasado 41 años del simbólico programa “Deporte Espectacular”, ¿cómo fue esa transición al momento de usted asumir la dirección, sintió presión por el trabajo ya trazado por su padre (Q.E.P.D)?
Si, presión siempre hay por lo grande que fue mi papá, por lo lejos que llegó el programa. Yo creo, que me sirvió de alguna manera, estar trabajando ya en el programa, antes de que mi papá falleciera, yo era el corresponsal en Estados Unidos y hacía informes casi prácticamente a diario, entonces de alguna manera eso sirvió, me sirvió en algo para estar más compenetrado con el programa. Cuando mi papá fallece yo asumo la dirección.
Su profesión, es dada por un descubrimiento de sí mismo en ella, o es su padre quien lo lleva a asumir el reto de periodista deportivo.
Yo creo que las dos, y te explico porqué. Es decir, mi papá sin saberlo me dio las bases, los cimientos para esta profesión, siempre me inculcó el amor por el deporte, siempre estuve a su lado, he conservado la amistad que él tenía con muchos deportistas. Él sin saber que yo iba a ser periodista, me dio esos cimientos, esos conocimientos básicos que hay que tener para asumir esta profesión. Después si fue toda una decisión mía, yo quería ser periodista, y periodista deportivo además, porque digamos que es lo que adoro, que es lo que me gusta hacer, hablar sobre deporte.
¿En algún momento pensó en un plan b, y no en de dedicarse al deporte?
No, la verdad que no. Nunca he pensado en algo diferente sino el periodismo deportivo, obviamente que uno es periodista por encima de todo, yo escogí el camino del deporte, pero somos periodistas, y yo creo que en algún momento tenemos que tener la capacidad para cumplir con el cubrimiento de una noticia de cualquier tipo.
¿Cómo recuerda esos primeros encuentros cercanos al periodismo deportivo junto a su padre, estando localizado en los Estados Unidos?
Muy gratos. Yo siempre, te repito, estuve muy cercano a mi papá. Mi primer campeonato mundial de futbol profesional, por ejemplo fue el de Estados Unidos, a su lado, ahí digamos que fue el año en que yo empecé a hacer unos “pininos” en el periodismo deportivo. Eso me sirvió para absorber mucho conocimiento, para aprender muchas cosas que no se aprenden en la universidad, muchas cosas que se aprenden en el día a día, en la práctica, y lo aprendí a su lado. Todos tenemos un maestro, yo tuve la fortuna de tener el maestro en casa.
En el oficio se ha encontrado con grandes personajes, así como Maradona. ¿Qué piensa usted de su carrera en el mundo deportivo?
El deportista como tal, no merece discusión alguna, es de los grandes futbolistas que ha dado la humanidad, el más grande futbolista para muchos, el más grande que ha dado la Argentina, al lado de Messi, para muchos más que Messi, el deportista como tal, no merece discusión. El tema es, Diego Armando Maradona, la persona, ahí si entramos en discusión. No ha sido un buen ejemplo para los niños, una persona que se ha dado a conocer por pegarle a su esposa, que ha tenido episodios bochornosos, incluso.
Yo no meto el tema de la drogadicción porque eso es una enfermedad, y afortunadamente él pudo salir de eso, pero la verdad él, Maradona como persona, no es para nada un buen ejemplo para la juventud.
¿Algún personaje en particular al que desee realizarle una entrevista?
Me encantaría poderme sentar, solo, con James Rodríguez, conocerlo más, aunque conozco, conocer un poquito más de él. Y a nivel internacional también, pero por supuesto que hay muchas cosas, con las que uno añora, y que quisiera poder aprovecharlos periodísticamente hablando.
¿Qué le hace falta a Fabito, como se le conoce, para sentirse satisfecho en su oficio deportivo?
No, mucho. El día que uno no se ponga metas, siempre tiene que ponerse más, y sí esa la cumples, ponte otra. Siempre tienes que tener proyectos. Por primera vez tuve la fortuna de cubrir unos juegos olímpicos, en Río de Janeiro, y me pareció algo fascinante. Estar rodeado de deporte, de estrellas del deporte mundial, y no saber que ir a ver. Era como un niño en Disneylandia, esa sensación quiero volverla a sentir en Tokio 2020. Por supuesto que quiero tener muchas más cosas, que cubrir eventos, que es lo que más me gusta.
La mejor enseñanza que su padre le ha dejado.
Mi papá me enseñó muchas cosas, pero yo creo que la principal, y la que más trato de decir constantemente es, que uno tiene que tener, credibilidad. Un periodista sin credibilidad, no existe, estas muerto en esta profesión. La credibilidad se gana, y cómo se gana eso, diciendo la verdad siempre, sino te pasa, y esto me lo decía mi papá constantemente, te pasa como el pastorcito mentiroso, el día que dices la verdad no te van a creer, la credibilidad se gana, y eso es lo mejor que le puede pasar a un periodista, la mejor arma que puede tener.
¿Fútbol, béisbol o boxeo?
Las tres (risas).
Fabio Poveda, claramente es el ejemplo de amor al trabajo, a la profesión, sigue superándose cada día, siempre teniendo como objetivo, disfrutar la vida, pero sobretodo, de vivir aún con el carisma, anhelo, y juventud, que caracteriza a un niño, haciendo parecer cada nuevo trabajo, una completa aventura, sintiendóse así, como un niño en Disneylandia.
Vea aquí la entrevista completa:
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