Por: Angie Martinez Padilla /@angiepaolamart1
Viene de una familia melómana, con gustos musicales amplios, pero no uno tan particular como lo que hace especial al barranquillero Eduardo Escolar: el amor por la música clásica. Recuerda con brillo esos tiempos de niño en los que en su casa le decían “nosotros te colocábamos a escuchar música clásica pero nunca la repudiaste, como puede pasar muchas veces” y admite que desde que tiene memoria su gusto por la música fue evidente.
Sabe cuál fue el momento en que siendo pequeño se marcó su inclinación definitiva hacia la ópera, ya que al hablar de los artistas que lo motivaron a explorar más ese terreno artístico, tiene como mayor referente a Luciano Pavarotti y recuerda con gran admiración su interpretación de la obra Pagliacci. “Yo estaba pequeño y me gustaba la música clásica instrumental, pero escuché esa interpretación y a partir de ahí empezó a gustarme la ópera”, dijo rememorando ese momento.
Confiesa que uno de sus mayores temores era ser un barranquillero al que le gustara la música clásica, porque con la sinceridad que se profesa a sí mismo, reconoce que falta mucho en la ciudad para que sea una plaza apta para desarrollar esta profesión, además de tener que enfrentarse a ser catalogado como una persona ‘diferente’. Sentía además poca seguridad al no ver un escenario en el cual presentarse, o una compañía de ópera que brindara ese espacio, por eso prefirió estudiar Derecho, eso sí, sin abandonar la música, por lo que participaba en festivales en los que pudiera demostrar su talento. Uno de ellos fue Uninorte En Verano, en el cual participó por dos ocasiones. Eduardo ve, sin embargo, con admiración y optimismo el momento importante por el que atraviesa la música clásica en ciudades como Medellín, que cuenta con directores que se han proyectado a nivel internacional y Bogotá con sus orquestas filarmónicas y sinfónicas. Es evidente, por eso, que quisiera en su natal Barranquilla un crecimiento cultural en ese sentido y por cómo lo visiona, quiere ser parte de él.
Uno de los acontecimientos que lo dieron a conocer a nivel nacional fue su participación en el programa de canto A Otro Nivel del canal Caracol, cuya participación fue tan destacada que fue finalista y se coronó como la cuarta mejor voz de todo el concurso. Definitivamente, su paso por el programa marcó un antes y un después en su aprendizaje musical y afirma que lo que más le brindó fue seguridad y satisfacción por la aceptación de su género. “Me di cuenta que una cantidad gigantesca de colombianos me seguían y les gustaba mi participación, hay gente que todavía me saluda en la calle y me dicen que ojalá yo hubiera ganado, pero eso es lo de menos”, comenta entre risas. Él siente que ganó mucho más con el cambio de proyección que tuvo la música clásica en Colombia.
“Quiero estar en los mejores teatros y demostrar que nuestra cultura no solo es Carnaval. Hay que creerse el cuento y echar siempre adelante”
En medio de su participación por el programa se llevó a cabo el lanzamiento de su primer sencillo, No estás, que fue una composición de Camilo Salas, uno de sus grandes amigos. Él se considera mal compositor, pero sabe que los cantantes líricos son juzgados por sus interpretaciones más que por sus creaciones. Además, recuerda que el proceso de esta creación fue “una exploración de instaurar la música clásica en un género no tan clásico” pues el ritmo de la canción es del estilo de una balada.
Eduardo habla con espontaneidad, se nota carismático y se puede apreciar que es emocionante para él hablar de música, de cultura y del arte detrás de la lírica, pero más que eso, en su andar proyecta la figura de un joven apasionado por lo que le gusta. Dice que tiene una lista larga de cosas que le gustan, pero entre todas es particular la manera en la que habla sobre los caballos. “Me fascinan, los amo, tengo varios y son mis hijos literalmente”, dice de manera jocosa mientras agrega “yo creo que ya me estoy alistando para ser papá, los consiento mucho”.
Este año es de gran proyección para el joven tenor, que adelantó en medio de la conversación la gira nacional de conciertos planeada en varias ciudades del país, que empezará en su querida Barranquilla el 5 de septiembre en el teatro José Consuegra Higgins y luego pasará por Medellín, Manizales, Pereira, Cali, Bucaramanga y Bogotá. Confiesa sentir que se está arriesgando, pero lo hace “pensando siempre positivo en que si la ventana de A Otro Nivel gustó mucho, hay mucha gente esperando el en vivo”.
Eduardo Escolar quiere ser un grande de la ópera, y su talento no es menor para llegar a serlo. Su voz es digna de los mejores cantantes líricos y su forma de interpretar deja ver que está hecho para grandes cosas. Sabe que el camino no es fácil, pero cuenta con lo más importante para brillar: don, pasión y perseverancia. Así lo expresa y siente que puede lograrlo porque, aunque no ha realizado estudios musicales tiene voz de profesionales y quiere prepararse académicamente para que sea aún mejor. “Lo que sin duda alguna tengo siempre en mi mente es que quiero ser un grande, estar en los mejores teatros, dejar el nombre de Barranquilla en alto y demostrar que nuestra cultura no solo es carnaval. Hay que creerse el cuento y echar siempre adelante”.