Foto tomada de: Video de YouTube del canal de la liga BetPlay
Por: Juan M Payares
Durante la rueda de prensa posterior al empate sin goles frente al Deportivo Pasto (Fecha 5 de la Liga Betplay Dimayor), se respiró un ambiente tenso cuando el jugador de Junior, Gabriel Fuentes, y el Director Técnico respondieron a las fuertes críticas de los periodistas.
La última vez que el equipo barranquillero probó el sabor de la victoria fue el 30 de abril del presente año, cuando se impuso 1-0 frente a Millonarios con gol de Luis F. Sandoval. Para esas fechas, en Francia, apenas se rumoreaba la salida de Lionel Messi del PSG. En España, Karim Benzema lograba tres tripletes en el Real Madrid durante el mismo mes. Y en Barranquilla, Juan Fernando Quintero y Sebastián Viera se recuperaban de sus lesiones para volver con ilusión a la titularidad del Junior.
Han transcurrido cuatro meses desde entonces. En Miami, han disfrutado de los golazos de Messi en cada partido. Benzema firmó para ser compañero de liga de Cristiano Ronaldo, jugando en el Al Ittihad de Arabia Saudita. Y en Barranquilla, Sebastián Viera fue despedido por todo lo alto como una leyenda. Mientras que Juan Fernando Quintero decidió abandonar el barco, no sin antes advertir: “El tiempo me dará la razón”.
Al parecer, no fue una promesa vacía. En cinco partidos de liga, Junior ha marcado un solo gol y perdió con el Cúcuta Deportivo en el partido de ida de los octavos de final de la Copa Colombia. El optimismo y las caras sonrientes mostrados en las redes del equipo minutos antes del juego, no hacen justicia al sentimiento de impotencia y amargura que se observa en el equipo al finalizar cada partido. La hinchada ya no sabe a quién adjudicarle la culpa. Mientras unos desahogan sus frustraciones con insultos hacia ‘Bolillo’ Gómez, otros aseguran que es responsabilidad de los jugadores y que no se soluciona nada cambiando de técnico cada seis meses. Algunos, más supersticiosos, han teorizado sobre un supuesto caso de brujería, al no encontrar una explicación razonable para el mal momento del Junior.
Las críticas generan catarsis y el equipo comienza a responder, aunque no con resultados. Previo al encuentro contra el Pasto, Hernán Darío Gómez protagonizó un momento que se volvió viral en las redes de inmediato, cuando le mostró el dedo medio a un hincha luego de recibir sus insultos. “Si a mí me insultan y me maltratan, yo también respondo de la misma manera. Voy también con papa yuca, e insulto y maltrato al que me maltrata,” expresó el ‘Bolillo’ durante la rueda de prensa posterior.
“los muchachos salieron a calentar hoy y les gritaron: se van todos”
Hernán Dario Gómez
La tensión se respira en ambas direcciones. La hinchada no está conforme con el juego del equipo, y los integrantes del plantel parecen no soportar la presión. Según el director técnico, recibir este tipo de mensajes por parte de la hinchada desestabiliza la concentración y la moral de los jugadores. Y no es para menos; sin embargo, se trata de una hinchada que exige resultados.
-¿Qué otra forma propones tú de jugar contra estos equipos que enfrentamos?- le preguntó ‘Bolillo’ a uno de los periodistas en la rueda de prensa, quien le respondió exponiendo las estadísticas que muestran solo 3 remates a puerta en todo el partido, lo cual cuestiona no solo la efectividad del delantero, sino también la falta de creación de juego en el medio campo. -Pero ¿tú viste el partido?- respondió Gabriel Fuentes -un equipo que llega, te mete 7 jugadores atrás, dime tú ¿dónde entras ahí?-. El jugador alegó que las preguntas que le estaban haciendo los periodistas eran con la intención de “hundirlos”.
Inmediatamente, varios de los periodistas presentes comenzaron a defenderse con el argumento de que también son hinchas del equipo y que su deber es analizar el panorama y criticarlo cuando no está bien. En ese cara a cara, con la calentura del momento, Gabriel Fuentes expresó que la energía que transmiten los periodistas “es algo de locos”. Mientras tanto, ellos responden afirmando que los jugadores no son autocríticos.
“¿Tú sabes lo que vivimos dentro del camerino cuando perdemos un partido?” dice Fuentes, mientras Hernán Darío Gómez trata de calmarlo con una palmada en el brazo, y el moderador anuncia una última pregunta. Finalmente, se le cuestionó a Bolillo sobre una supuesta campaña en su contra; éste respondió señalando la mala energía: “El técnico cada partido se tiene que ir, se tiene que ir. Los futbolistas ven eso y pierden seguridad también, porque yo soy el líder del equipo.” El sentir de Gómez es claro: la presión que enfrentan los jugadores y el cuerpo técnico es abrumadora, y la falta de resultados positivos ha intensificado la desesperación en todos los niveles del club. La relación entre la hinchada, el equipo y los medios de comunicación se torna cada vez más densa.
“Todo eso es porque no se gana. Pero no se gana hace por ahí hace tres años.”
Hernán Dario Gómez
En medio de este clímax, el Junior de Barranquilla se prepara para un desafío crucial. Este miércoles, en el partido de vuelta por la Copa Colombia contra el Cúcuta Deportivo, el equipo se enfrenta a una oportunidad de redención, buscando revertir un marcador en contra de 4-3. La incertidumbre y la pasión se entrelazan en un duelo que podría marcar un punto de inflexión en una temporada llena de desafíos. En el Estadio Metropolitano Roberto Meléndez, los jugadores buscarán demostrar que aún en momentos difíciles, el espíritu indomable del equipo persiste y está listo para luchar una vez más.