En medio de una intervención mediática, la primera ministra del Reino Unido, Theresa May, estuvo al frente de seguir con el acuerdo preliminar del Brexit a pesar de las críticas y las renuncias que conllevaron tras la divulgación del texto.
Varios miembros del gabinete de su gobierno expresaron su apoyo con la salida de la Unión Europea, pero cuatro de sus dirigentes renunciaron por estar en desacuerdo del borrador planteado de más de 500 páginas.
A su vez ante el Parlamento, hubo la posibilidad que la misma ministra renunciara por lo que el proyecto conforme al Brexit terminaría por desaparecer por completo.
El jefe del Partido Conservador, Jacob Rees-Mogg, promueve una moción de censura en contra de May y está a la espera que otros 47 miembros parlamentarios envíen una carta para proceder a su petición.
Otro reto a enfrentar para la jefa de gobierno es encontrar un nuevo ministro para el proyecto luego que Dominic Raab y otros miembros renunciaran a una semana de llevar a cabo una cumbre extraordinaria para el domingo 25 de noviembre en Bruselas, Bélgica.
Hasta el momento la UE declaró que es el mejor acuerdo que lograron obtener. Pero la frágil situación de Theresa May conlleva a que los defensores de un segundo referendo sobre el Brexit intensificaron su campaña para no salir de la Unión.
Jeremy Corbyn, líder del Partido Laborista, afirma lo siguiente con respecto a la situación:
“La primera ministra insiste que el liderazgo es tomar decisiones correctas y no las fáciles. Podemos abandonar la UE sin acuerdo, encontrarnos con que no haya ningún tipo de Brexit, o mostrar unidad y respaldar el mejor pacto”.
Con las opiniones divididas aún vigentes, se establece el proceso a seguir para que el Reino Unido salga del bloque económico europeo para el próximo año como se acordó en el transcurso del día jueves.
Foto: theresamay