Por: Marieth Sánchez Herrera
Ubaldo Mendoza, director de cumbiamba La revoltosa y Ex-Rey Momo en 2004, transporta su pasión por las tradiciones culturales al ámbito artístico mediante la elaboración de desnudos tallados en madera.
En la carrera 27 del barrio Country Club Villas, se encuentra una casa de tres pisos que resalta por su decoración extravagante y colorida fachada. En los muros blancos de la sala principal, sobresalen diversos cuadros de pinturas, acompañadas por repisas repletas con cds de diferentes géneros musicales en cada esquina y donde además, la presencia de mujeres desnudas talladas en madera, hacen parte de esta casa con energía carnavalera donde reside Mendoza.
Sin embargo, los orígenes del director de cumbiamba se remontan hasta aquel conocido barrio ubicado junto al afluente y que en el pasado fue llamado como Barrio Arriba, hoy en día, Rebolo. Dicho barrio fue testigo del surgimiento de una de las cumbiambas más populares del Carnaval, y también, del nacimiento de quién sería su sucesor, tras enfermar el fundador de dicha cumbiamba, Euclídes Cabrera.
A sus 85 años de edad, Mendoza irradia seguridad y galantería, adjetivos innatos de un cumbiambero apasionado por las tradiciones culturales de su pueblo barranquillero y de la costa colombiana. Tanto, que ha realizado investigaciones sobre los orígenes de esta identidad caribeña en los diferentes pueblos del norte del país, pero su pasión no solo queda ahí. Pues ésta, es representada cada vez que tiene el espacio o busca desestresarse, a través de figuras de madera que tocan instrumentos musicales como guitarras y tambores o en posiciones de baile de la cumbia y a su vez, muestran su admiración por el cuerpo femenino al tallarlas desnudas.
El talento estaba, solo necesitaba perfeccionar las técnicas
Desde pequeño mostró un genuino interés por las artes, “El baile me surge a la edad de 14 años, cuando visitaba con mi tío las fiestas de cumbias de los diversos pueblos cercanos al río Magdalena”, dice Mendoza, sentado en el sofá de su casa. En cuanto a las artes plásticas, éstas siempre se habían manifestado, “siempre me gustó, solo necesitaba perfeccionar mis técnicas en la academia”.
Es por eso que ingresó a la Escuela Distrital de Arte en Barranquilla, donde estudió Artes Plásticas y años después terminó ejerciendo como docente. Sin embargo, su vocación siempre estuvo fuertemente ligada a la conservación de la identidad cultural de la cumbia, por lo que, además de centrarse de lleno en las actividades de La revoltosa, se preocupó por hacer parte de proyectos interesados en conservar la identidad cultural caribeña como el titulado Salvaguardia de nuestra identidad cultural: la cumbia.
Por ello, sus actividades relacionadas a las artes plásticas ahora son realizadas ocasionalmente en el patio de su casa, aquel que usa como taller para sus creaciones, mientras disfruta de ritmos cubanos o salseros; como esa canción titulada El negro y Ray de Ray Barreto que tanto le gusta, hasta el punto de tenerla como ringtone de llamadas en su celular.
En busca de maderas rechazadas por el mar, maderas náufragas
Su gusto por la playa, también lo lleva a las orillas en busca de maderas rechazadas por el mar, maderas náufragas, y se imagina lo que podía hacer con ellas, la forma que les daría. “La gente me pregunta qué voy a hacer con los palos que encuentro, pero yo les digo que algún día el palo me va a hablar y sabré qué hacer”, dice entre sonrisas mientras sostiene en su mano la figura tallada de una vendedora de alegrías.
Su arte es de aquellos que no sigue tendencias específicas o está influenciado por algún artista en especial, todo surge a partir de su imaginación y de sus fuentes de inspiración: la sensualidad femenina mezclada con las danzas tradicionales y la música. “Yo hago figuras a partir de mis pensamientos, es algo propio de mí”.
Dependiendo del tiempo que disponga y los ánimos de ese día, e incluso la dureza de la madera, el señor Mendoza talla sus creaciones y muchas veces logran llamar la atención de alguien hasta el punto de comprarlas. Como sucedió con la figura que hizo sobre la diosa Themis, la cual fue vendida a un miembro de la Corte Suprema de Justicia en Bogotá y ahora, planea vender otra de sus figuras a un amigo músico.
Siguiendo con el legado
Así como sucede con la cumbia en el carnaval, Ubaldo Mendoza procura que en su familia se mantengan las tradiciones. En su casa, se maneja el tema de la Revoltosa desde hace más de 50 años, por lo que no solo sus hijos, sino que también sus nietos se han ido conectando con esa tradición. Sin embargo, ese legado no solo se limita al carnaval, sino que incluye ese talento por el arte, pues sus hijas al igual que él, disfrutan de la pintura, y muchos de sus nietos ya han mostrado sus primeros pininos en el dibujo.
En medio de estatuas de tamboreros, guitarristas, mujeres bailando o posando en desnudez, el Ex-Rey Momo, recalca con voz firme y una sonrisa, que uno nunca debe dejar de aprender y tampoco sentirse incapaz de hacer algo. Este rasgo de su personalidad persistente y exigente, también fue resaltado por una de las bailarinas de la cumbiamba, “Él es muy profesional en su arte, posee una personalidad arrolladora y es muy exigente en lo que hace, es como un padre para nosotros”, dijo Carmen Licona, bailarina de La revoltosa.
“Uno nunca sabe cuándo puede servirle lo que sea que uno aprenda en su vida”, afirma el creador de las estatuas de madera. Por esta razón, siempre ha apoyado el talento de sus hijos en sus diferentes manifestaciones artísticas y espera que ellos repliquen ese apoyo con sus propios hijos y que esto, así mismo, perdure en las próximas generaciones de su familia.
