El nuevo informe de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), afirma que las agresiones a líderes sociales no son un problema nuevo, pero estas han aumentado significativamente desde la implementación del Acuerdo de Paz.
Durante los primeros ocho meses del presente año 93 líderes han sido asesinados, mientras que en los mismos meses de 2017 fallecieron 50. Cada vez los líderes sociales y defensores de derechos humanos son más vulnerables porque tienen mayor visibilidad debido a los nuevos espacios de participación promovidos por los acuerdos, entre otros factores.
El estudio afirma que las agresiones a líderes se concentran en determinadas regiones y obedecen a las diferentes problemáticas de cada territorio. Los municipios con mayores casos de asesinatos son: Tumaco, Nariño con 5, Ituango, Antioquia y San José de Uré, Córdoba con 4.
Asimismo, la FIP asegura que además del homicidio, existen otro tipo de agresiones menos visibles como por ejemplo las amenazas, el desplazamiento forzado, el secuestro, la agresión a cercanos y la desaparición forzada. Además, sobresale el uso de violencia sexual en las mujeres aunque éstas apenas sean el 17% de las víctimas.
Por otra parte, cabe resaltar que el 52% de los líderes asesinados son comunitarios, la mayoría miembros de las Juntas de Acción Comunal (JAC), por ello están vinculados a diversos procesos políticos y organizativos y es difícil determinar el motivo principal o la razón de estas agresiones. Aunque, dentro de las reivindicaciones de las víctimas se destacan la reclamación de tierras, la defensa del medio ambiente y la sustitución de cultivos ilícitos.
El informe explica que tampoco son claros los actores que están detrás de las agresiones a líderes sociales. El 58% de los casos no tienen responsables, mientras que el 35% recae sobre facciones criminales y grupos armados ilegales, un 3% recae en las disidencias de las Farc y un 2% en el ELN.
Por este asunto, la FIP sugiere diez acciones urgentes para frenar esta problemática como por ejemplo crear un registro único que documente las agresiones, reconocer públicamente las afectaciones de derechos humanos, entre otras acciones simbólicas y concretas para proteger la labor del líder social.
Foto: @piedadcordoba