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Por: Ángela Hernández 

La pandemia del Covid-19 ha traído consigo innumerables consecuencias negativas para los países que actualmente luchan contra la enfermedad. Algunas de estas consecuencias son, por ejemplo,  las pérdidas económicas por motivo de cierre de los establecimientos, la caída del Producto Interno Bruto al reducirse el número de exportaciones, un cierre masivo de empresas productivas en el mercado, desempleo, pobreza, entre otras. 

Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud ha sostenido, en diversas ocasiones, que la salud mental de los ciudadanos también se ha visto gravemente afectada por la pandemia, puesto que la población se encuentra altamente estresada por la situación.

La incertidumbre, el reporte de ciudadanos que mueren a causa de la pandemia y la sensación de claustrofobia que produce el encierro son algunas de las condiciones que más han afectado la salud mental de los ciudadanos en tiempos de pandemia. 

La psiquiatra Jenny García, profesora de Psiquiatría de la Universidad de Antioquia y otros especialistas en este campo argumentan que el estrés es una respuesta común a esta situación. Es común que las personas se sientan estresadas por el miedo de la enfermedad y la muerte de ellos mismos o sus seres queridos, preocupación por el trabajo y la posible disminución de sus ingresos económicos, temor a ser excluido, sentir incapacidad para proteger a sus seres queridos y el aburrimiento, la soledad y el desamparo si es necesario el aislamiento. Así lo afirma la Psiquiatra García en su blog de cuidado de la salud mental en tiempos de Covid-19.  

“Es común que las personas se sientan estresadas por el miedo que genera la enfermedad y la muerte”.

No obstante, dichos especialistas también reconocen que durante la pandemia del Covid-19 se ha presentado un aumento en la incidencia de trastornos ansiosos, depresivos y relacionados con estrés, y recaídas en personas con antecedente de problemas relacionados con sustancias psicoactivas o enfermedades mentales. 

Un estudio reciente realizado a principios de este año, por los investigadores Brooks, Webster, Smith, Woodland, Wessely & Greenberg, titulado “El impacto psicológico de la cuarentena y cómo reducirlo”,  demostró que existen ciertos factores que causan estrés durante el confinamiento.

En estos factores se encuentran, en primer lugar, la duración de la cuarentena. Según estos autores, las cuarentenas que duran más de 10 días desencadenan síntomas de estrés postraumático, puesto que es una respuesta de nuestro cerebro a estar en encierro por un periodo prolongado de tiempo. 

Del mismo modo, estos autores sustentan que la pérdida de la rutina conocida también es un desencadenante de estrés en los ciudadanos, durante un confinamiento. De acuerdo con los investigadores, el confinamiento, la pérdida de la rutina habitual y el contacto social y físico reducido con los demás desencadenan con frecuencia sensaciones de aburrimiento, frustración y una sensación de aislamiento del resto del mundo, lo que resulta angustiante y agobiante para nosotros.

 

La transformación de la interacción humana es una de las consecuencias de la pandemia del Covid-19 que pueden incidir en el desarrollo de trastornos como la ansiedad.

 

Para entender a mayor profundidad este tema, me contacté con la psiquiatra Angélica María Pérez Camacho, quien al ser especialista en este campo,  es una de las fuentes más indicadas para abordar la problemática de las enfermedades mentales en medio de la pandemia del Covid-19. 

Angélica María Pérez Camacho es médica de profesión. Sus estudios de medicina los cursó en la Universidad Libre con sede en Barranquilla, y según ella misma lo manifiesta, esa profesión era su meta de vida. Angélica Pérez cursó su especialización en Psiquiatría en la Universidad del Rosario en Bogotá.

Cuenta con una gran experiencia en este campo, debido a que se ha desempeñado como psiquiatra en el servicio de hospitalización en la Clínica Samein en Medellín. Adicionalmente, es psiquiatra en el Hospital Venancio Díaz, en Sabaneta, Antioquía. Asimismo, es docente de cátedra de Psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad Cooperativa de Colombia con sede en Medellín. 

Al iniciar la entrevista, tuve la sensación de que, por la costumbre, Angélica percibía que nos encontrábamos en una sesión más de terapia. Su postura era recta y sostenía un pequeño cuaderno en sus manos. Era como si ella estuviera analizando mis gestos en detalle y los escribía todo en su cuaderno. 

Por un instante, tuve la breve sensación de que la entrevistada iba a ser yo y no ella, y me preguntaba si al finalizar la entrevista, me iba a llevar a mi casa un diagnóstico de mi comportamiento, además de una entrevista. 

¿Por qué las enfermedades psiquiátricas han aumentado durante esta pandemia?

A: En realidad, el aumento no ha sido de las enfermedades mentales como tal, sino de los trastornos relacionados con el estrés agudo y secundario a lo que estamos viviendo actualmente. En este sentido, la causa principal de este aumento obedece a que nos estamos enfrentando a una situación desconocida y que nunca nos había pasado.

Estamos llenos de incertidumbre, puesto que han cambiado nuestros estilos de vida, se han presentado pérdidas laborales y pérdidas de familiares por muerte. Lo anterior conlleva a un malestar emocional que desencadena trastornos como la ansiedad y la depresión. 

¿Qué puede predisponer a una persona a sufrirla?

A: No es necesario tener un factor predisponente que nos ponga en riesgo para tener un trastorno secundario a la pandemia. Sin embargo, sí existen unas condiciones que nos hacen más vulnerables para tener alteraciones emocionales. Condiciones como, por ejemplo, las condiciones sociales difíciles o personas con antecedentes de enfermedades afectivas como la depresión. Estas son poblaciones que generalmente son más vulnerables a una alteración emocional durante la pandemia. 

¿Cuáles son las enfermedades psiquiátricas más comunes desde que inició la pandemia?

A: Dentro de los trastornos, los más comunes que se están presentando durante la pandemia son los afectivos. Dentro de estos se encuentran la depresión, la ansiedad, el trastorno de pánico y estrés postraumático. 

¿Cuáles son las principales formas de prevenir estas enfermedades de acuerdo con los grupos etarios?

A: Las recomendaciones aplican para todos los grupos etarios, porque por causa de la pandemia, la afectación mental abarca a grupos de todos los estratos sociales y de edades, desde los niños hasta los adultos. Esto sucede porque ha habido un cambio en la dinámica de todas las personas, desde los niños que han tenido que acoplarse a la virtualidad, así como los adultos que desempeñan labores desde el teletrabajo. 

En cuanto a las recomendaciones, lo más importante es estar atento a síntomas que puedan indicar que una persona pueda estar padeciendo una enfermedad mental o esté sometido a grandes cantidades de estrés. Por ejemplo, cambios en el comportamiento o desánimo y pérdida de interés.

Además de monitorear los síntomas, los psiquiatras recomendamos crear rutinas para estas nuevas dinámicas, descansar por periodos establecidos de tiempo y entretenerse entre los miembros de una misma familia. 

¿Cuáles son los síntomas de alarma para detectar una morbilidad psiquiátrica? 

A: Algunos síntomas o patrones de alarma comunes es que se presenten cambios abruptos en el funcionamiento o el comportamiento de la persona. Por ejemplo, cambios en sus ciclos biológicos como las alteraciones en el sueño o que presenten insomnio. También que se presenten alteraciones en el patrón alimenticio, que haya una ansiedad desbordada, es decir, que la persona no realice algunas actividades porque todo el tiempo tienen miedo o se sienten ansiosos. Por último, las ideas catastróficas o pesimistas también se consideran síntomas de alarma, puesto que esto puede desencadenar manías en la persona, ansiedad social y episodios maníacos. 

¿Qué podemos hacer para evitar sufrir de una enfermedad psiquiátrica en estos tiempos?

A: Algunas enfermedades mentales no son prevenibles o predecibles por factores independientes a la pandemia. Aquí se involucran trastornos psicopatológicos mayores que independientemente de la pandemia, la persona puede llegar a desarrollarlos en cualquier momento de su vida. Lo que sí se puede prevenir, son las alteraciones emocionales como la ansiedad y otras condiciones que han venido aumentando por causa de la pandemia y la cuarentena. 

Para estas alteraciones emocionales, lo que se puede hacer, por ejemplo, es limitar la exposición a la cantidad de información que gira en torno a la pandemia del Covid-19. Es decir, no estar consultando constantemente información sobre esto, puesto que pueden aumentar los índices de estrés, lo que conlleva a la alteración emocional. Lo más recomendable para lo anterior es establecer horarios para consultar esa información, como por ejemplo, solo ver noticias sobre la pandemia en el noticiero de la noche. Estas limitaciones reducen la exposición a la información y bajan los niveles de estrés del individuo.     

Con esta última respuesta la psiquiatra Angélica Pérez da por terminada la entrevista. Su último paciente del día la espera al teléfono, le agradezco el tiempo y la atención y me desconecto de la videollamada. Al desconectarme, vuelve a invadirme la sensación de haber asistido más a una sesión de terapia que a una entrevista para una clase. Al final me fui sin un diagnóstico, pero sí con una buena entrevista. 

 

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