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No es ciego, pero tampoco ve. O por lo menos en ocasiones prefiere no hacerlo. Karim Dasuki, toma una pañoleta roja y con ella cubre sus ojos. Con su mano derecha saca del bolsillo de su maletín un instrumento similar a un tubo PVC, lo despliega y emprende su aventura por el campus de la Universidad del Norte.

Parece perdido, impaciente y desubicado. En ocasiones se tropieza con objetos que están en el suelo y cae al piso, pero de inmediato se levanta, toma con más fuerza su bastón blanco con rojo  y continúa su marcha, como si nada hubiera pasado.

El no ve, pero a él todos lo observan.  A lo lejos solo se escuchan los susurros de las personas que de inmediato se preguntan el porqué de su travesía.  Pero al final, la respuesta es implícita. El ingeniero eléctrico en formación, decidió perder temporalmente uno de sus sentidos para realizar una labor con mucho sentido.

Karim se remueve la venda que tapaba sus ojos y se sienta en una silla. Saca de su maletín una pinza y un conglomerado de tubos PVC de distintos tamaños y los reposa sobre la mesa. Repara el bastón y desarma el instrumento para perfeccionarlo y darle mayor funcionalidad y resistencia.

Hace dos meses elabora los bastones, pero su interés por la inclusión llegó el día que conoció a unos estudiantes sordos de Ingeniería Electrónica, eléctrica y de sistemas con los que quería comunicarse pero no podía. Desde allí, hace parte del grupo Uninorte Incluyente,  se compromete con la inclusión y trabaja para que todos sus proyectos sean para el beneficio de la población con discapacidad.

Realiza pruebas que implican ponerse en los zapatos de una persona con discapacidad  para encontrar los materiales más apropiados para el funcionamiento del bastón y por eso las ferreterías se han convertido en su lugar más frecuentado.

Comprobó que un  mango de bicicleta, un tornillo, un cordón elástico al  interior de 4 retazos de tubo PVC con sus respectivas uniones y 30 minutos de su tiempo, le bastan para ayudar de manera sencilla y económica a aquellas personas con discapacidad que no tienen los recursos para adquirir un bastón de 150 mil pesos.

Dice que la experiencia más gratificante para él, fue cuando hizo la entrega del primer bastón a un señor que lleva  6 años ciego  y no tenía el dinero suficiente para adquirir uno. “Cuando el señor tuvo el bastón en sus manos la primera vez y luego de probarlo y enseñarle cómo se utilizaba, su sonrisa no cabía en su cara (…) Desde entonces, le había tocado utilizar sus pies como bastón y así ir ´tanteando´el camino por los barrios el Tabor y Los Nogales de la ciudad de Barranquilla por donde vende ollas.” comenta el joven.

Karim Dasuki enseñando como usar el bastón. Foto: Karim Dasuki

 

A sus 21 años, ya es un ejemplo de emprendimiento. Anhela llegar a todos los pueblos y personas con esta necesidad en Colombia y luego espera poder compartir su producto en distintos países. Así mismo, asegura que en Barranquilla, y en todo el mundo, la discapacidad es un tema tendencia que se desarrolla y se convierte en un nuevo foco de investigación al que él le seguirá apostando.

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

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