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Por: Randy Gómez Africano

La bienvenida:

El centro de convenciones desde las dos de la tarde de este jueves 24 estuvo abierto a la gente para ingresar dentro de sus frías instalaciones, para vivir este año una nueva edición de la feria Sabor Barranquilla, este año en su aniversario de 15 años de complacer a los paladares de la ciudad. Una cajera de la taquilla, vestida con chaleco azul oscuro perteneciente a Corferias dijo que la afluencia fue de cientos, pues fue la hora de la inauguración, con la que la gente entro a vivir a ese gran mundo de muestras de gastronomía, artículos de cocina de diferentes usos, materiales y elaboraciones, emprendimientos, membresías de supermercado, y accesorios. Todo bajo el tema y la estética oficial del festival, que este año eligió hacerle un tributo a las matronas, legendarias figuras de la cultura gastronómica y la sociedad costeña.

La taquilla con sus ocho cajas recibe a la gente y pagándose la módica suma de 16 mil se accede a una primera planta, donde al primer paso se encuentra varios emprendimientos en pequeños stands con forma de chozas o escenarios rectangulares o cuadrados. Se pueden encontrar en aquellos desde reposteros con muestras gratis de azucarados brownies y tortas de vainilla hasta queseros con sus bloques empacados al aire y panaderos que elaboran sus productos con masas madre. Algunos ofrecen muestras excéntricas como un chicharrón con arequipe o atunes de verduras picantes, mientras que otros venden frituras de paquete en grandes stands, todo antes de entrar al lugar, pasando las puertas de color verde claro.

Las exhibiciones y los restaurantes:

Se pasan las puertas de color verde oscuro y ante la vista se imponen todo tipo de exhibiciones de las grandes, y también pequeñas, marcas de comidas. Como en toda feria hay letreros colgando en el techo indicando el producto que publicitan como grandes pancartas publicitarias de rascacielos y gente vestida en llamativos uniformes de chef o hostess entregando las muestras gratis que los grupos de familias, amigos y visitantes curiosos siempre buscan, abalanzándose a los fogones donde aquellas se cocinan. En este año según medios locales, son 200 expositores, entre empresas de alimentación, artículos u electrodomésticos de cocina y accesorios de todo tipo, los que han sido traídos hasta aquí para participar con sus muestras, siendo todos de diferentes niveles, trayectorias, influencias y orígenes.

Se pueden hallar con una pequeña expedición todas estas. Desde un puesto de los Productos La Nieve vendiendo perros calientes a cuatro mil pesos, alumbrados con unas luces amarillas y hechos los panes de estos de su propia harina; hasta una pequeña pero notoria por sus expositores, muestra de antipastos artesanales donde se encuentran encurtidos de cebolla y pimentones, pates de aceitunas y antipastos de cebollas caramelizadas o hechas en técnica de ceviches.

En otros pasillos, hay un encuentro entre marcas de dispositivos industriales de cocina, arroces, los mercados de Olímpica y Ara vendiendo los productos a precio de feria y con llamativas promotoras dando las bienvenidas, y exposiciones de alcohol donde hay DJs al lado ambientando con sets de electrónica. Todos dan muestras gratis, venden los productos y ofrecen panchitas, marianamen y six packs a precio de feria. Los restaurantes se alzan en un gran laberinto con sus pequeños cuadrados. Se va caminando entre sus vitrinas calientes con luces claras y las comidas siendo ofrecidas en pequeñas muestras de tamaño reducido. Hay desde restaurantes nuevos y humildes con propuestas mas sencillas, como Tehuana y sus tres tacos; hasta grandes nombres con sellos que se impusieron en la gastronomía de Barranquilla, como Cucayo o Fritomar con los cocteles de mariscos y las empanadas árabes. Todo se encuentra y vende de 25 mil en adelante.

El ambiente:

Entre la despedida de los organizadores, la plaza esta llena de una multitud de familias, amigo, trabajadores que vinieron a pasar el rato al concluir las jornadas de laburo. Se monta la orquesta de la EDA y toca algunas canciones de música del recuerdo. Algunos bailan y toman algunas bebidas, mientras se forma una fila para recibir en platos amigables con el medio ambiente algunos fritos pequeños. Hasta los stands que han sido vaciados son tomados como nuevos sitios para bailar y despedir con éxitos de música tropical la noche inaugural de la quinceava edición del Sabor Barranquilla, y antes de pasar otra vez por las puertas verdes del acceso y salir del Puerta de Oro.