Desde su primera aparición en 2019, la herramienta de video arbitraje en el fútbol colombiano se ha visto envuelta en muchas polémicas en cuanto acciones de riesgo, manos no sancionadas, rojas no mostradas y el uso de tiempos en los que se consulta al árbitro del terreno de juego.
Dentro de todas estas consideraciones, la herramienta nos pone a pensar sí es realmente un avance para el fútbol colombiano en temas de calidad de juego, de justicia o si por el contrario es un retroceso en volumen de juego y en un ritmo lento, apagado y cansino de muchos partidos.
Bilhjan Delgado, analista arbitral con más de 6 años siendo árbitro de fútbol, y formar parte de la escuela de fútbol Corporación de árbitros veteranos del Atlántico, CODAFA, afronta está situación de los jueces, desde que se toma la decisión al pisar el terreno de juego, “los jueces y árbitros antes de entrar al terreno de juego organizan una comunicación y dirección. El partido se trabaja a dirección del árbitro, (…) En ocasiones el asistente de línea tiene la potestad de cobrar un penalti en caso de que el juez central se encuentre muy lejos de la jugada y tenga una mejor perspectiva de la acción, el árbitro asistente de línea. Todas las decisiones las toma el árbitro. Si la acción la pita el asistente es porque el árbitro se quedó colgado”, explicó.
En ese sentido, dentro del fútbol colombiano suceden dos situaciones, desde la implementación del VAR la autoridad del árbitro central se ha puesto en duda, entrando en discusión qué es lo que se cobra y que no. “Las acciones polémicas se dan cuando las decisiones las toma el árbitro, los penales los toma el árbitro. El asistente puede tener la percepción de que para él fue la jugada penalti pero el árbitro como tal es el que toma la decisión. Ya con el VAR hay un árbitro que tiene mas accesibilidad para ver las faltas y las repeticiones en cámara lenta y rápida. Y ellos tienen una perspectiva quizás igual o diferente a la que tomó el árbitro”, agregó Delgado.
Por otro lado, con la llegada del VAR, se cuestiona mucho más las decisiones del árbitro, llegando al punto de polemizar toda acción crucial tomada por el juez.
“Si el VAR considera que la decisión que tomó el árbitro no es la correcta es cuando llama al árbitro, lo invita a una review para que pueda verla nuevamente, que para nosotros no hay penal no significa que el árbitro obligatoriamente tenga que cambiar la decisión, es el mismo árbitro que al ver la repetición se convence si se equivocó o no, por eso que muchos árbitros regresan al terreno de juego tomando la misma decisión” puntualizó el colegial.
A esto se le suma las constantes modificaciones que sufren las reglas del juego, las cuales para algunas acciones del juego entra en vigor y para otras no. Para Delgado estas modificaciones solo complican al juez, “esas modificaciones que han hecho año tras año siento que la regla es cada vez más complicada, es verdad que están dejando cosas subjetivas y complicadas por ejemplo ahora las reglas dice que no todo contacto con la mano no es falta”.
Adicionalmente, el experto mencionó el desconocimiento de los jugadores ante las reglas de juego, “es sorprendente que en la actualidad hay jugadores que no conocen cuáles son las reglas de juego, hay jugadores que ni siquiera saben qué es un tiro libre indirecto y qué se debe hacer para que esté se pueda considerar Gol, y por tal razón entra en polémica con los árbitros. Y la regla se modifica muy constantemente, cada año y cuando muchos jugadores han leído las reglas del 2020, ya llegó la del 2021, ya llegó la del 2022 y las cosas han cambiado mucho y los jugadores no se acostumbran a esas modificaciones”, concluyó Delgado.
Finalmente el nivel del fútbol colombiano tiene que mejorar, y se puede empezar tomando decisiones más rápidas a la hora de utilizar la herramienta VAR. No es ningún beneficio para el fútbol que en una decisión donde participe la herramienta de video arbitraje se demore hasta 5 minutos en volverse a reanudar el juego, es un síntoma de que claramente no hay preparación a la hora de tomar la decisión, y esto evidentemente influye de manera negativa en el desarrollo del compromiso.