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El primero de noviembre es el día elegido a nivel mundial en pro del veganismo, para conmemorar la fundación de la primera sociedad vegana en Inglaterra en 1944. Se trata de una organización benéfica fundada por Donald Watson llamada Vegan Society, donde definen al veganismo como “una forma de vida que busca excluir, en la medida de lo posible y practicable, todas las formas de explotación y crueldad hacia los animales por comida, vestimenta o cualquier otro propósito”.
Sin embargo, este día pasaría desapercibido sino fuera porque miles de personas activas en redes sociales utilizarán el hashtag #WorldVeganDay, que estuvo en tendencias globales de Twitter durante la mañana.
En las comunidades veganas alrededor del mundo afirman que las excusas dadas por los detractores de este estilo de vida se sustentan en gran medida en muchos mitos sobre la dieta vegana. La organización estadounidense ProVegan explica en conferencias y en su sitio web que en la dieta vegana, al tener mucha variedad, se puede contar con todas las vitaminas necesarias sin prescindir del consumo de carnes. El único requisito es contar con un suplemento en vitamina B12 para lograr la perfecta armonía en el organismo. Su fundador, Ernst Walter Henrich, crió a su perro con este tipo de alimentación y este logró llegar a la asombrosa edad de 19 años.
En otros aspectos, diversos estudios dan como resultado que el veganismo es lo más respetuoso con el medio ambiente. Ciertas afirmaciones de algunas detractores explican que la deforestación, y la utilización de la población vegetal para nuestro consumo acabaría con los vegetales. Sin embargo, en otra investigación de la misma entidad, se llegó concluyó que para lograr sacar un kilo de carne para el consumo se necesitan 20 kilos de vegetales. La ganadería indiscriminada es el problema de la sociedad actual. Henrich utiliza la frase “los animales de los ricos se comen el pan de los pobres”. Una sentencia que, claramente, podría explicar la siguiente: “la hambruna de 1984 en Etiopía no se debió a que la agricultura local no produjera alimentos, sino a que estos alimentos se exportaron a Europa para alimentar a los animales de granja”.
En un informe de 2010 de la Organización de Naciones Unidas (ONU) titulado “Assessing the Environmental Impacts of Consumption and Production: Priority Products and Materials” y un artículo por The Guardian, UN urges global move to meat and dairy-free diet coinciden con distintas organizaciones en pro del veganismo en que un cambio global hacia una alimentación sin productos de origen animal es vital para salvar al mundo del hambre, de la escasez de combustible y del peor impacto del cambio climático. “Los productos de origen animal causan más daño que la producción de minerales para la construcción tales como arena o el cemento, los plásticos o metales. La biomasa y cultivos para los animales son tan perniciosos como quemar combustibles fósiles.” Además, mencionan el tratamiento que recibe el agua dulce y del suelo alrededor del mundo: “la producción de carne y lácteos representa el 70% del consumo mundial de agua dulce, el 38% del uso total de la tierra y el 19% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero”.
El veganismo actualmente tiene muchos detractores, pero el interés de la población crece cada día. Google Trends ha registrado un aumento en los últimos años en cuanto a la frecuencia de la búsqueda de información sobre el veganismo, teniendo a la población Islandesa como la más interesada en el tema, seguida por Australia, Suecia, Nueva Zelanda, Israel, Canadá y Reino Unido. El pasado 27 de Agosto se registró el pico más alto de la frecuencia de búsqueda de este término desde que se tiene registro. En el mundo de habla hispana, España y Chile van a la cabeza en búsqueda de información y en adaptación al veganismo.
Sin embargo, el panorama en Latinoamérica no es alentador para los que aprueban el veganismo. En Twitter muchos usuarios coinciden en que “la mayoría de las veces las personas no tienen demasiadas opciones a la hora de comer, así que deben aceptar lo que esté sobre la mesa”. A pesar de esto, hay personas que se involucran en el cambio. En Barranquila, Marcela de La Valle, estudiante de la Universidad del Norte ha adaptado a su vida este estilo de vida. Empezó hace año y medio al ver un video en YouTube: “Yo en ese momento tenía que preparar una exposición sobre cualquier tema para una materia. Desde ese momento quise cambiar mi alimentación y dejé de comer carne por mi salud, para evitar el sufrimiento de los animales y porque es mejor para el medio ambiente”.
También afirmó que dejar los productos lácteos y de origen animal no fue tan fácil como dejar la carne. Desde ese momento intenté dejar los lácteos y productos de origen animal, “No sabía, por ejemplo, que los masmelos, la gelatina y la limonada de coco tienen ingredientes de origen animal”. Marcela siguió a explicar en la entrevista, que no es sencillo encontrar snacks cuando quieres algo específico, pero siempre que para invitar a alguien a practicar el veganismo ella invitaría a la persona a comer sus comidas favoritas, empezando por platillos árabes.
Entre otras cosas, ella le mostraría el sufrimiento de animales de granja, por que al final hay leyes que protegen a los perros y gatos pero ¿qué sucede con el ganado y las gallinas? no se debe omitir el derecho de otros seres vivos que caminan con nosotros sobre el planeta.