Erase una vez un país que cambió drásticamente su rumbo al descubrir cantidades inimaginables de petróleo en sus yacimientos subterráneos. Se trata de la República Bolivariana de Venezuela, ubicada en América del Sur.
En 1914, tras haber sido completado el pozo Zumaque I, se dio inicio a la explotación petrolera comercial a gran escala en Venezuela. Desde el año 1950 hasta 1980, la República Bolivariana experimentó un crecimiento continuo. Poco tiempo después cayó en crisis y fue hasta comienzos de los 90 que empezó a recuperarse. Entonces, la actividad alcanzó un desarrollo macroeconómico superior al del resto de territorios en América latina. Gracias a su renta petrolera, la nación venezolana llegó a convertirse en uno de los países de más alto ingreso en el mundo.
Para ese periodo de tiempo, en Colombia, la violencia estaba en su furor. El conflicto armado se convirtió en una pesadilla para los colombianos, al verse en una cruenta batalla protagonizada por numerosos actores, como las guerrillas izquierdistas, los grupos paramilitares de extrema derecha, las bandas delincuenciales, los carteles de droga, etc. Por esto, miles de colombianos migraron a su país vecino, Venezuela, cuyo censo en el año 2011 arrojó que 721.791 colombianos vivían en el país vecino.
En los últimos 15 años la situación empezó a cambiar, y se invirtieron los papeles. Los indicadores en Colombia mejoraban progresivamente, mientras Venezuela se iba en picada hacia un agujero negro. Poco a poco, se desmoronaban la democracia, la economía, la justicia. Este panorama conducía a una crítica situación: crisis alimentaria, una moneda con valor inferior a un centavo de dólar, suspensión de pagos, entre cientos de problemáticas más.
Por tal razón, son ahora los venezolanos quienes han optado por migrar a su país hermano. Según migración Colombia, ya son 400 mil los venezolanos que han llegado al país.
Los empleos que han encontrado son, en su mayoría, el trabajo informal en las calles, la prostitución y el mototaxismo. En otros casos no tan frecuentes, los inmigrantes venezolanos se han visto involucrados en robos y asesinatos. Por esto, gran parte del país ha tomado una actitud xenofóbica, culpándolos del aumento de la inseguridad y de algunas otras problemáticas.
Lo cierto es que resulta necesario tener memoria. En los momentos más críticos de Colombia, Venezuela fue casa para miles de los nuestros. Hoy son ellos quienes necesitan la ayuda. Y la aclaración no debe terminar ahí, pues cabe recordar que la mayor parte de ciudadanos provenientes de Venezuela son de origen Colombiano.
Sin la llegada de los venezolanos, el desempleo ya constituía un freno para nuestro país. Quizá se debe priorizar a los colombianos en materia de empleo, pero las calles deben estar a disposición para que ellos puedan rebuscarse y trabajar. Es un error pensar que todo venezolano es delincuente, pues la mayoría solo busca escapar al régimen dictatorial y la situación precaria que se vive en su país.