Por: María José Canchila/ Twitter: @_Majocanchila
Considero que la vida es una aventura a la que todos nos enfrentamos día a día y muchas veces no somos conscientes de que el tiempo pasa, las horas corren y en el transcurso del mismo, cuyo valor en ocasiones olvidamos, solemos desaprovechar momentos y oportunidades que se nos presentan por no tener un foco, un objetivo, una meta por la cual luchar; al contrario, nos dejamos desviar del camino por distracciones que a la larga, nos conducirán a un lamentable: si yo hubiera hecho. Admiro en gran medida la manera de pensar con la que cuenta Victoria, sin mencionar la disposición que asume frente a las situaciones cotidianas, la actitud que maneja con relación a su labor y el amor que le pone a lo que considera su vocación, entregándose en alma y cuerpo a esta.
A simple vista se ve una mujer muy simpática. Su forma de expresión te dice que no es tarea complicada generar un ambiente de confianza con ella. Me daba curiosidad el hecho de cómo iba a sacar adelante la conversación por no contar con una respuesta inmediata de su parte que me confirmara nuestro encuentro virtual. Momentos previos a nuestra charla, estaba a la expectativa de lo que iba a suceder y cómo se llevaría a cabo. De repente un pensamiento se atraviesa por mi mente y está relacionado con la complejidad que significaría unos cuantos años atrás, el entablar una conversación con alguien fuera de tu país, y mucho más si era vía webcam.
Victoria Suárez, mejor conocida como Vicky Suárez, nació el 12 de noviembre de 1982 en Buenos Aires (Argentina) y se destaca por su amplia trayectoria en televisión, porque ha estado tanto delante como detrás de cámaras. Esta mujer que creció en Disney, donde trabajó por once años, también se ha desempeñado como productora artística de contenidos en programa como El jardín de Clarilú, Violetta, Soy Luna y The U- Mix Show. Ella era el personaje por el que estaba esperando.
Era domingo y por costumbre, Victoria suele estar en una salida familiar y disfrutando de un lindo paisaje, tal vez viendo películas en la sala de la casa con un tazón de palomitas de maíz o, en su defecto, durmiendo hasta tarde para tomar el desayuno a la hora del almuerzo y luego continuar con la misma tarea. Sin embargo, este día fue distinto para ella.
Este día me encargué de agrupar unas cuantas cosas, entre ellas mi pequeña libreta de apuntes, un plumero, mi celular y el computador por supuesto, para dar inicio al encuentro acordado. Resalto y valoro mucho el hecho de que aceptara ser parte de mi proyecto de trabajo un día en el que usualmente el descanso es la única tarea pendiente. Así pues, aquella argentina de tez blanca y cabellera castaña, estaba dejando en manifiesto un nivel de compromiso considerable. Realmente fue una grata sorpresa que me plació recibir en gran medida.
Ya había llegado el momento, pero había olvidado la diferencia de horario entre Barranquilla y Buenos Aires; creo que era solo simple despiste. En mi mente tenía la idea de una mujer que dadas sus ocupaciones emanaba estrés y aunque así es, según me comentó, lo que percibí apenas tuve el primer contacto era el halo de una persona tranquila.
Desde que es chica le interesaba mucho el arte. Le encantaba bailar, cantar y solía hacerle shows a su familia. Siempre le pareció muy divertido poder jugar a ser otra persona. Disfrutaba actuar y ver hasta dónde le creían cuando contaba algo. A veces lo hacía con una mentira, pero sabiendo que era simplemente un chiste. En medio de sus juegos de niña, se hacía notoria la creatividad y autenticidad que la caracterizaba. Desde esos momentos en los que uno como chico está lleno de fantasías, sueños e ilusiones, Vicky Suárez ya tenía claro cuál podía ser su vocación en un futuro: la televisión.
Al ser pequeña siempre sintió un gran atractivo con este tema. Mencionaba que en algún punto más allá de ver todos los programas, siempre le llamó la atención el cómo se contaban las historias. Le gustaba más la ficción, y aunque también solía ver entretenimiento, seguía prefiriendo la primera opción. Sin embargo, cuenta que en su momento no había tantas propuestas como las hay hoy en día.
Era evidente el sentimiento que le provocaba recordar sus inicios en la labor que escogió para realizar el resto de su vida. Parecía estar reviviendo aquellos momentos en los que ella quería salir y comerse el mundo. Adentrarse en estas reflexiones, le permitió entrar en un viaje el cual tiene un gran valor significativo para ella.
Ya joven, es decir, al momento de entrar a la universidad, recuerda que tenía que tomar una decisión. Si algo tenía en claro era tener la televisión como el blanco al que le quería apuntar, sin embargo, surgía la duda entre si encaminarse por una carrera como tal de esta industria o irse puntualmente por el tema de producción. De esta manera, terminó eligiendo los estudios en Comunicación Publicitaria, al considerar que eran mucho más amplios y que podían abarcar otras áreas, en dado caso que después le naciera la idea de trabajar en marketing, publicidad, relaciones públicas u otro tipo de carreras afines. De esta manera, sentía que luego de hacer esta elección podía darle rumbo a su profesión, enfocándose posteriormente en algo como lo es la producción.
“Es un trabajo que tiene que ver con eso, con tratar de pre-producir, con alertar y tratar de prevenir la mayor cantidad de problemas posibles; y cuando llega algo malo, lo importante es resolver, y en eso me considero que tengo un gran poder.”
Si hay algo a lo que le de importancia es a la búsqueda constante de su felicidad. Día a día se esmera en perseguir eso que le hace bien; estar con su familia, amigos, trabajar por sus sueños y seguir creciendo artísticamente, son los pilares en su vida que, sin duda, la mantienen firme para seguir adelante.
Mantiene un tono neutro mientras me sigue hablando, pero a pesar de ello, pone en manifiesto que al momento de ir contándome su historia, siente gran placer al rememorar todos aquellos acontecimientos que le fueron dando forma a lo que es Vicky Suárez hoy en día.
A sus 36 años, se muestra como una persona recta y decidida. Hubo algo de ella que me llamó la atención y no estoy segura de que sea. La buena vibra que transmite me hizo sentir como si ya hubiéramos hablado muchas veces antes y eso permitió un ambiente bastante agradable.
“Mi mayor sueño es poder vivir del arte”. Así lo mencionó, tan convencida como quién entrena fuertemente una y otra vez para un torneo y va decidido a ganarlo. Asimismo, va acompañada de una gran aliada que, aunque a veces nos provoque algo de sufrimiento, nos lleva hacia el lugar anhelado: la perseverancia. Luchar por lo que quiere, no bajar los brazos, capacitarse y aprender, son aspectos fundamentales que tiene en mente con mucha frecuencia para llegar a su meta deseada.
“Hay que animarse, hay que ser valiente y hay que ir tras los sueños; son frases que las hemos escuchado desde que somos chicos, pero realmente creo en eso”
Al estar finalizando sus estudios, se fue de intercambio a Estados Unidos a University of North Carolina, donde siguió estudiando producción de manera más específica, a diferencia de cómo había sido en Argentina. De regreso empezó a trabajar en lo relacionado con publicidad de radio y televisión en su país, para luego dar paso al inicio de su trabajo en Disney Channel como asistente.
Al ser parte de la familia Disney, Vicky continuó su trabajo allí por la comodidad que esto le otorgaba. Reconoce que es una empresa que le encanta por el hecho de poder generar contenido para chicos, cuyo público le parecía muy interesante. “Me dio mucha satisfacción el poder ver que los productos que uno trabaja desde el momento inicial, terminan siendo productos de alto impacto a nivel mundial, incluso como fue Violetta y Soy Luna. Es muy gratificante poder ser parte de este tipo de proyectos”
Recalca de gran manera el trabajo en equipo realizado para lograr tales resultados, donde era un grupo grande de personas trabajando juntos en pro de generar contenido de alta calidad y que gustara al target al que estaban apuntando, brindándoles algo novedoso, interesante y desafiante.
Menciona también que fue todo un salto pasar de productora a actriz, en el proyecto de Soy Luna puntualmente, puesto que luego de muchos años de trabajar en Disney, era realmente un desafío, pero a la vez una gran oportunidad y un sueño que siempre quiso cumplir.
Si era por el lado de las redes, con este giro en su vida laboral, se le facilitó estar más vinculada de otra manera con la gente. “Mis amigos y mi familia no lo pueden creer. En algún punto todos es como que: ahí llegó Vicky la famosa, y yo no lo considero así para nada, simplemente tengo una llegada al público de otro lado que es a través de una pantalla de televisión”. Sin embargo, le genera una gran satisfacción el que sus allegados se sientan feliz por ella al verla cumplir lo que desde niña estaba deseando.
¿Ha estado involucrada en situaciones difíciles al ser parte de este mundo?
No sé si es difícil. Es un trabajo que tiene mucha responsabilidad y también muy desgastador. Son muchas horas de trabajo en el que constantemente se está dedicado a un producto. Diez horas de grabación muchas veces, y como productora siempre tenía el teléfono conmigo. A veces después de horario también había que resolver problemas. Es un trabajo que tiene que ver con eso: tratar de pre-producir, alertar y prevenir la mayor cantidad de problemas posibles. Cuando llega algo malo, lo importante es resolver y en eso me considero que tengo un gran poder.
Hasta el día de hoy piensa que lo más lindo de ejercer su rol como productora es ver los resultados. Ver que todo el esfuerzo que hace, el amor y la dedicación valen la pena. Así bien, cuando ve un proyecto tan inmenso y que es bien recibido por el público, le es gratificante saber que cumplió con su trabajo; por el lado de la actuación, igualmente está haciendo lo que siempre quiso, lo vive desde otra perspectiva. Le agrada escuchar al público, saber cómo reaccionan, tanto también le parece muy interesante. A pesar de ser todo esto un reto para ella, se siente muy satisfecha con su proceso y tiene ganas de seguir creciendo. “Me parece que cuando uno pone el corazón y tiene la suerte de trabajar en lo que le gusta, todo vale la pena”.
Y qué mensaje le deja a los que le admiran …
Mi mensaje es la perseverancia y la responsabilidad. Hay que jugársela, y como decía: soy una persona apasionada por mi profesión, y me parece que es muy importante siempre poner el corazón y el amor en las cosas que se realizan. A mi me interesa mucho poder siempre sumar un poquitito más para lograr que las cosas se concreten, y ese empuje, esa energía y vitalidad es lo que genera una gran satisfacción. Hay que animarse, hay que ser valiente y hay que ir tras los sueños; son frases que las hemos escuchado desde que somos chicos, pero realmente creo en eso.
Terminé de tomar los últimos apuntes en mi libreta y me aseguré de haber tomado nota de cada detalle. Es sorprendente ver cómo la pasión y el amor que tienes por algo te llevan a ser dedicado y persistente. Victoria me hizo caer en cuenta algo muy importante, y es sobre la lucha constante requerida para llegar a dónde se quiere. Las caídas pueden darse una, otra, y otra vez, pero el secreto está en saber levantarse sin temor a nada, pues el que triunfa no es el nunca que falla, sino el que nunca se da por vencido.
Amenamente le expresé mis más sinceros agradecimientos por su tiempo y en un gesto bastante amable, me manifestó el gusto que fue para ella haber reflexionado con estas preguntas sobre su trayectoria vivida. A pesar de no conocernos desde siempre, se sintió un clima agradable, en el que demostró haberse sentido muy en confianza. De esta manera, me despidió y con un tono muy afable, me deseó muchos éxitos para mi vida momentos antes de darle finalizar a la video llamada.
*Foto portada cortesía de Alejandro Vieytes