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Por: Andrea Carrillo

En la ponencia final de la reforma tributaria no quedó incluido el impuesto nacional que se le otorgaría al consumo de bebidas azucaradas. Durante la discusión en plenarias de Senado y Cámara de Representantes varios congresistas radicarán proposiciones para que se pueda abrir el debate nuevamente. 

Katherine Miranda, una de las representantes de la Alianza Verde, radicó la propuesta que solicita que  bebidas con edulcorantes, azúcares adicionados y con aporte calórico, nacionales e importadas como aguas endulzadas, bebidas gaseosas o carbonatadas, entre otros, deberían pagar una tarifa hasta alcanzar el 25 por ciento sobre el precio que defina el productor a los vendedores o expendedores al detal. 

Según esta propuesta la tarifa se aplicaría de forma gradual, por tres años. En el 2022 se pagaría 15 por ciento, en el 2023 un valor del 20 por ciento y en el 2024 llegaría al 25 por ciento. Con todo este dinero que se podría recaudar, la representante pide fortalecer los programas de salud y nutrición departamentales y municipales, mejorar la producción campesina y garantizar la potabilización de agua en territorios dispersos, entre otras ideas con el fin de mejorar las condiciones de vida de los colombianos.