Por: Brenda Hernández @brendaluh26 /Fotos: Manuel Zuñiga
Son las 5:30 p.m. voy tarde a la entrevista, al llegar Jonathan se acerca y me pregunta: ¿tú eres Brenda? sí -respondo- , seguido a esto buscamos un lugar donde sentarnos. Él mira su celular mientras yo enciendo mi grabadora. Se le nota afanado, es por esto que trato de empezar la entrevista cuanto antes.
En marzo de 1988 nace en México Jonathan Jaraba Hernández, quien a su dos años de edad es traído a Barranquilla. De sus dos años en México no hay mucho rastro, es aquí en Barranquilla donde logra descubrir su talento en el fútbol ya que tuvo la posibilidad de pasar por distintas selecciones del departamento del Atlántico.
“Tuve muchos percances que me desmotivaron mucho del fútbol”, expresa Jonathan. Una de esas dificultades a las que se refiere es un accidente de tránsito que le causa una lesión en su rodilla y que lo lleva a irse alejando más del deporte y a acercarse más a la música.
La carrera musical de Jonathan desde sus inicios ha ido en ascenso. “Lo que llevo cantando profesionalmente son seis años”, me dice. Durante estos años ha pasado por tres agrupaciones vallenatas diferentes, entre esas Código 3, que era dirigida por el maestro Chelito de Castro quien se convierte en uno de los primeros tutores del cantante.
(Suena el teléfono) ¿Me regalas un momento? pregunta. Un minuto después me pregunta: “¿En qué estábamos?”.
– En lo de la transición de Código 3 al Binomio de Oro, le dije.
Después de estar tres años en Código 3 con otros artistas del género “me hicieron el llamado al Binomio, que es donde nace la historia de porqué me dicen ‘El Meke’, este es el nombre de la canción de la autoría de Jhon Mindiola que me permite entrar a la agrupación. Luego de la salida de uno de los vocalistas de Kvrass, Yader Romero me hace la invitación para ser el nuevo integrante del grupo”. El Meke ya había tenido la oportunidad de estar en tarima con los músicos de Kvrass y esta había sido de su agrado, sin embargo, se toma un tiempo para consultarle a su familia de esta decisión, puesto que Jonathan tenía unos planes diferentes para ese entonces que eran dedicar su tiempo y talento para servir a Dios.
“Hay que trabajar mucho para lograr lo que quieres, eso lo aplique en la música”
Todo el esfuerzo que ha hecho Jonathan se ha convertido en algo característico de sí, pues desde sus comienzos alcanzó los primeros lugares en diferentes concursos musicales. Su arduo trabajo aún sigue siendo evidente, actualmente se encuentra enfocado en su nuevo proyecto que es una iglesia llamada ‘Restauration’ que tiene como propósito trabajar con la juventud. “Hay que trabajar mucho para lograr lo que quieres, eso lo aplique en la música”. El Meke cuenta que antes de llegar a la iglesia, él como la gran mayoría de los artistas tuvo una etapa de su vida en la que estuvo rodeado de vicios, entre esos el alcohol y las drogas, y este nuevo camino le permite llegar a muchas personas y hablarles desde su experiencia, brindarles ayuda y darles la oportunidad de reivindicar su vida.
En esta nueva etapa, Jonathan es apoyado por su esposa Laura, su familia y sus amigos. “Todos ellos están felices, todos me apoyan porque Dios está conmigo”, dice el ex vocalista que también asegura (hasta con sus gestos) que de haber dado este paso antes no hubiese recibido el mismo respaldo por parte de Dios y que sin él hubiese pasado una fase llena de agonía.
Además de que recibió críticas referentes a que su tono de voz era similar a la del otro vocalista de Kvrass (Yader Romero), Jonathan El Meke siempre se mantuvo firme en su propósito que era llevar eso que Dios había puesto en él a la agrupación y a su público. Su aceptación en este grupo fue tanta que es él quien sugiere a la persona que hoy ocupa su lugar, un cantante llamado Rafael Daza, “porque trabajar en grupo no es fácil, se necesita tener un buen corazón y yo vi en Rafa eso, pero la decisión era de ellos”.
(Suena el teléfono una segunda vez). Me apresuro a terminar la entrevista. Ya van 20 minutos de conversación y varias interrupciones de las personas que allí estaban, sin embargo fueron 20 minutos en los que pude hablar con alguien a quien admiro, que dejó una sensación de sencillez pese a sus múltiples ocupaciones y a los hábitos que le dejó la fama.
Finalmente, vuelve su atención a la conversación: “nunca me voy retirar de la música porque ese es el talento que el señor me dio” y piensa desarrollar más adelante un proyecto al lado de su esposa quien también es cantante; lo único diferente es que el género, será música que tiene como fin agradar y servir a Dios.