[wpdts-date-time]  

Por: María José Pereira / Foto tomada de @salvemos_a_caratagena

Con el tratado de paz firmado la atención de los colombianos se aleja un poco de la problemática de las guerrillas para enfocarse en los escándalos que han sacudido a Colombia en los últimos meses. Odebretch, Reficar, el Cartel de la Hemofilia, Interbolsa y el robo sistemático de recursos en Cartagena, son algunos de los casos de corrupción que se han destapado en el país. A pesar de que el ELN no ha parado de delinquir y que algunos candidatos presidenciales critican el ya firmado acuerdo de paz,  las sospechas de que Odebretch pueda estar involucrado en las campañas electorales de 2010 y 2014 del Presidente Santos hace que los colombianos vean a la corrupción como un gran problema.

Por eso es que el aporte de William Dau, abogado cartagenero y auto-denominado ‘activista-anticorrupción’, llega en el momento más oportuno. Este abogado ha impulsado desde su residencia en Nueva York el movimiento ‘Salvemos a Cartagena’ que hasta ahora tiene a una gran cantidad de jóvenes borrando la publicidad política que se encuentra en espacios públicos de la ciudad.

No es la primera vez que William Dau es noticia por su lucha contra la corrupción, se podría decir que ha dedicado gran parte de su vida a ello, pues como él explica “la cosa que más me ha apasionado en la vida ha sido la lucha contra la corrupción por la desigualdad y la pobreza que esta trae a la ciudad.  Por esa razón yo fundé en 1999 una veeduría ciudadana contra la corrupción que se llamaba ‘Corporación Cartagena honesta’.”  El fundar dicha corporación le creó poderosos enemigos y empezó a recibir amenazas de muerte que lo forzaron a buscar asilo político en Estados Unidos,  “Me hubiera quedado a pelear pero tenía unos mellos recién nacidos que no podía dejar huérfanos, entonces me vine con el rabo entre las patas pero me juré que algún día iba a regresar a la pelea y ese día ya ha llegado.”

Casos como estos no son únicos en Colombia, puesto que está lejos de ser el primer líder social que ha tenido que huir del país, o el primero que han amenazado de muerte. Tristemente esto es casi una iniciación en Colombia, donde a  cualquier ciudadano que se propone cambiar el sistema actual o que amenaza los intereses de los que están en el poder, se rechaza y/o excluye. Y aunque William lamenta no poder estar en Colombia para visitar los barrios e investigar el negocio de venta de votos, comparte con nosotros el lado positivo de su situación, “lo bueno de hacer esto desde el exterior es que yo le puedo cantar la tabla a todos los corruptos, les puedo decir lo que todo el mundo piensa, pero nadie se atreve a decir por miedo. Aquí nadie me puede matar, no me pueden intimidar, si me quieren denunciar que procedan a mí no me importa.”

Para ilustrar sus palabras, me relata una anécdota, “Te pongo un ejemplo, el ‘Turco’ Hilsaca me metió una tutela pues yo lo trataba de delincuente en mis redes sociales y una juez que él tenía en el bolsillo me ordenó a que yo me disculpara con el Turco por faltar contra su honor y su buen nombre, me negué a hacerlo y la juez me dictó tres días de cárcel. Si yo estuviera en Colombia me hubiera tenido que disculpar o ir a la cárcel. Yo aquí le digo, ven a buscarme. De hecho, me encantaría que el ‘Turco’ me iniciara un proceso legal en Estados Unidos para voltearle la arepa y ver cómo hago para que el gobierno gringo lo solicite en extradición.”

Foto tomada de @salvemos_a_cartagena muestra a una joven pintando un anuncio político durante una de las jornadas organizadas por William Dau

Además de meterlo en problemas, su presencia en redes sociales es lo que le dio inicio al movimiento ‘Salvemos a Cartagena’.  Puesto que, cuando vio que los habitantes del pueblo Bayunca en Bolívar pintaron sobre un paredón que tenía publicidad política, se sintió inspirado a ayudar, “puse un aviso en mis redes diciendo que ‘si alguien está dispuesto a pintar encima de la publicidad política yo pongo la pintura’ y miércoles que fue eso, la cantidad de gente diciendo ‘yo, yo, yo’, entonces a partir de ahí organice las protestas con puntos fijos y todo.”  

Al preguntarle cuál era el siguiente paso del movimiento, William contestó que “ahora viene lo realmente bravo para combatir con la corrupción que es destapar el negocio de compra de votos, ¿Qué estamos haciendo con eso? Estoy solicitando a mis seguidores en redes sociales que me manden toda la información posible que tengan sobre el negocio de compra de votos porque como yo trabajo como vicepresidente en GSO Capital Partners, que es una entidad muy conocida, aspiro publicar en el New York Times un artículo destapando el negocio.”

William admite que no tiene experiencia como líder y que no está acostumbrado a organizar eventos pues usualmente se dedica a trabajar solo, investigando y denunciando contratos públicos. Sus investigaciones fundamentan sus denuncias y parte de la información que publica en sus redes en contra de políticos y jueces. “Toda la información que tiene que ver con contratos la saco en mis tiempos libres. Las entidades públicas están obligadas a divulgar los contratos y como yo soy abogado con más de 40 años trabajando en el área de contratos para mí es fácil leer y encontrar donde está el veneno.”

En un giro irónico del destino sucede que durante el gobierno de Santos se creó La Ley de Transparencia y de Acceso a la Información impulsada por la Secretaria de Transparencia del Estatuto Anticorrupción, la cual permite por primera vez en Colombia que el ciudadano pueda por internet ver la estructura de la institución, quién la compone, información de contacto y la normativa vigente, etc.  Esto también significa que toda la contratación que realiza el Estado es de acceso público para cualquier ciudadano.

Le pido que me hable más acerca de sus investigaciones y con gran entusiasmo me cuenta acerca de una investigación que realizó el año pasado y en la cual trabajó por ocho meses, “creo que es la investigación más grande que he hecho y es sobre la manera en que entidades sin ánimo de lucro tienen capturada la contratación pública de la ciudad de Cartagena, encontré cientos de contratos de chanchullos.”

Me preguntó si había escuchado acerca de las acciones que está haciendo el Fiscal General en Cartagena y de la emoción no esperó a que le contestara. “En la operación La Heroica- Fase I se dio la captura del Alcalde de la ciudad Manolo Duque Vásquez, de su primo José Vásquez, el Concejal Jorge Useche y la Contralora Distrital, Nubia Montalvo.”  La Fiscalía cuenta con más de 400 horas de llamadas donde se evidencia una red de corrupción liderada desde la administración pública. “La segunda es la de los concejales y eso lo han llamado Operación Heroica II. El Fiscal General anunció, y esto lo leí en El Universal, que hay una Operación Heroica III y una Operación Heroica IV y esas últimas dos están directamente relacionadas con la investigación que hice y que actualmente cursa la denuncia penal en la Fiscalía Seccional de Cartagena. La Operación Heroica III tiene que ver con la venta de votos y la Operación Heroica IV con la contratación general del distrito de Cartagena.”

Para finalizar, retomamos el tema de la venta de votos, que como William ya mencionó es el siguiente paso del movimiento ‘Salvemos a Cartagena’.  “Es un círculo vicioso, la corrupción trae pobreza, la pobreza genera la posibilidad de que los políticos que se están robando la plata puedan comprarles los votos a los pobres, para que los elijan y  sigan robando y los pobres sean más pobres y vuelvan y vendan su voto.”  Después de decir esto, William se apresura a aclarar que la culpa de la corrupción no la tiene el pueblo por vender el voto, “el pobre está pasando hambre, él no tiene el nivel de educación de la gente que dice ‘no deben vender el voto’, ‘debes educarte’, Ombe, esa gente no sabe de dónde viene su siguiente plato de comida, no saben dónde dormirán esa noche.”

Aunque William se opone ferozmente a la compra de votos, comprende el por qué las personas, por su situación económica, ven esto como una solución. Pero vender el voto es una solución temporánea a un problema más grande – la pobreza- y en últimas a quien más termina perjudicando es a la persona que lo vendió. Por eso es de suma importancia ir detrás de los políticos que compran los votos del pueblo para beneficio propio y esa es la siguiente misión de ‘Salvemos a Cartagena’.

Acabada nuestra conversación, William se despide muy amablemente y me dice que tiene que regresar a su trabajo. Aparentemente me atendió en su hora de almuerzo y ya se le acabo. Las últimas palabras que escucho en el teléfono son ‘Adiós y ¡Salvemos a Cartagena!’, muy acorde con alguien que inicio la llamada telefónica deseándome ‘Un anticorruptivo saludo’.

 Fragmento de la entrevista a William Dau 

 

 

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

elpunto@uninorte.edu.co