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Por: Sócrates

La selección Colombia cedió su posibilidad de final ante Argentina en la Copa América. Los ‘cafeteros’ fueron sacados del camino, nuevamente desde el punto penal. Aquí algunas reflexiones sueltas a propósito de este encuentro.

1. Algunos parecen ignorar algo obvio: el partido, en su trámite oficial, terminó 1-1 y fue Colombia la que empató con un muy buen gol de Luis Díaz. Podemos decir que ese fue un golazo de pura virtud, y que el tempranero de Argentina fue producto de fallas nuestras. Supongo que los argentinos dirán exactamente lo contrario, pero así es el cuento…

2. La presencia de Tesillo como lateral, por encima de “naturales” como Fabra y varios más que no fueron convocados es rara. Rueda, a la final, lo reemplazó y se notó el cambio. Es como si Rueda hubiese pensado “si voy a perder, que sea con la mía” y se logró el empate. ¿Estará molesto el padrino de Tesillo?

3. Nuestro equipo demostró disciplina y trabajo en conjunto. Si no se pudo más fue porque de pronto algunos jugadores no daban para ese “más”. De cara a la eliminatoria, toca mirar otras posibilidades y rescatar, por ejemplo, a Quintero. No hablo de James Rodríguez porque con él, las cosas son de otro corte: hay que hacerle cambiar de mentalidad.

4. En los cobros desde el punto de penal muchas cosas pueden pasar. Contra Uruguay vimos a Ospina “inmenso”, merecedor de su propio altar en la historia. Y ahora, el problema fueron nuestros cobradores. Todos nos creemos los mejores ejecutores y sabemos (a posteriori, por supuesto) que hubiese sido mejor al centro, que un ‘mamonazo’ y tal. Pero contra Uruguay, no fueron defectos de los uruguayos, no señor: es que tenemos al mejor arquero del mundo; y si el arquero argentino tapó uno nuestro, es porque cobramos mal. ¿Cierto?

5. Por más que trato de pensar en su favor, sigo preguntándome en qué momento pasamos de tener a Mario Alberto Yepes, Iván Ramiro Córdoba, Andrés Escobar, Luis Carlos Perea y Alexis Mendoza, a considerar que hoy no tenemos a nadie mejor que Yerry Mina. Vainas de la historia.

Somos una casa periodística universitaria con mirada joven y pensamiento crítico. Funcionamos como un laboratorio de periodismo donde participan estudiantes y docentes de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad del Norte. Nos enfocamos en el desarrollo de narrativas, análisis y coberturas en distintas plataformas integradas, que orientan, informan y abren participación y diálogo sobre la realidad a un nicho de audiencia especial, que es la comunidad educativa de la Universidad del Norte.

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